La Unidad Internacional de los Trabajadores repudia la brutal represión que se llevó a cabo la madrugada del 5 de julio, en contra de las estudiantes de la Escuela Normal «Lic. Benito Juárez», de Panotla, Tlaxcala. Varias se encuentran severamente golpeadas y estuvieron retenidas por varias horas.
Las compañeras llevaban a cabo un plantón en las instalaciones de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala, para exigir el cumplimiento de la minuta de acuerdos entre el Comité Ejecutivo estudiantil de la Normal y el gobierno del estado, en la que se estableció que se admitiría a un número de aspirantes suficiente para mantener el nivel de la matricula por arriba de 360 alumnas y con ello no poner en riesgo el funcionamiento de la Normal. En el reciente proceso de admisión la Secretaría de Educación del estado pretende restringir el ingreso a poco más de 60 alumnas, cuando se esperaba una admisión de 120 o más.
Lo sucedido en Tlaxcala es parte de una ofensiva sistemática en contra de las normales rurales del país, que pretende desaparecerlas y no escatima en llevar a cabo la represión más salvaje con tal de amedrentar a sus estudiantes, agrupados en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, y romper su resistencia. Lo sucedido en la Normal Rural de Ayotzinapa es parte de ello, lo mismo que la reciente represión a los estudiantes de la Normal de Tiripetío, Michoacán.
Nos pronunciamos por el cese de la represión contra las normalistas. Exigimos al gobierno del estado de Tlaxcala el cumplimiento de la minuta de acuerdos con el Comité Ejecutivo de la Normal «Lic. Benito Juárez» de Panotla, para garantizar el ingreso de estudiantes en un número que garantice la permanencia de la escuela.
¡Exigimos al gobierno federal y a los gobiernos estatales respeto a las Normales Rurales!
¡Por el incremento de la matrícula de las Normales Rurales, en especial la Escuela «Lic. Benito Juárez»!
¡Exigimos el incremento de recursos para el funcionamiento de las Normales Rurales!