Por: Juan Carlos Giordano
El fin de semana pasado se llevó a cabo el V Congreso Nacional de Izquierda Socialista. Contó con la presencia de dirigentes de partidos hermanos y de nuestra organización internacional, la UIT-CI. Una delegación de jóvenes nicaragüenses brindó un emotivo saludo. Las resoluciones y campañas aprobadas son para seguir fortaleciendo las luchas, el sindicalismo combativo, el movimiento de mujeres y el Frente de Izquierda. Ante los nuevos capítulos de la crisis social culpa del ajuste del FMI y las nuevas confrontaciones obreras y populares, es clave seguir dando pasos para avanzar en la construcción de una nueva dirección sindical y política para pelear por los cambios de fondo en el país.
El congreso de nuestro partido es la máxima instancia democrática para debatir y tomar resoluciones, tanto políticas como organizativas. Previamente, todos los militantes de Izquierda Socialista debatieron los documentos sobre situación mundial, nacional, mujeres, balance de nuestra actuación y la orientación para los próximos años, a los cuales los delegados, electos en plenarios de cada regional partidaria, le dieron continuidad en las sesiones.
La crisis capitalista mundial
El debate sobre la situación mundial y cómo impacta en el país es de suma importancia para todo partido revolucionario e internacionalista. El mayor ajuste capitalista sigue llevando a millones a la pobreza, con las consiguientes respuestas de luchas obreras y populares. Crece el repudio de la juventud y el movimiento de mujeres contra el jefe del imperialismo yanqui, Donald Trump; sigue la heroica resistencia del pueblo palestino; se dieron huelgas obreras tremendas -como la de los ferroviarios en Francia-; movilizaciones multitudinarias en apoyo al pueblo catalán y las rebeliones contra el FMI en Jordania, Nicaragua y Haití. Todo esto ocurre tanto contra los gobiernos de centroderecha como Temer en Brasil o Macri en Argentina, como también contra los gobiernos de Nicaragua o Venezuela, denominados falsamente «nacionales y populares».
Ser parte de esas luchas, hacer campañas de solidaridad como la actual en apoyo al pueblo de Nicaragua y llamar a unir a los revolucionarios del mundo para responder con un programa obrero y socialista es clave.
El pacto Macri-FMI traerá más ajuste e inestabilidad
En Argentina, el pacto Macri-FMI abrió un nuevo momento político en el país. El gobierno de Cambiemos, de ahora en más, tiene que aplicar un mayor ajuste con el objetivo de llegar a 2019 e intentar ganar las elecciones. Lo quiere hacer en su peor momento político, cada vez más repudiado por las masas, un objetivo que está cuestionado. La rebelión de diciembre contra el robo jubilatorio provocó un choque de masas donde miles de trabajadores que lo habían votado ahora rompen y buscan un cambio.
El ajuste capitalista pactado con el FMI, el robo salarial y el aumento de la pobreza, los casos de corrupción en la obra pública que también impactan contra Macri, los aportantes truchos de Vidal y la rebelión docente ante las dos muertes de los docentes de la escuela de Moreno muestran que los trabajadores y el pueblo están lejos de dejarse doblegar. Las luchas han arrancado un paro general y las acciones de masas del movimiento de mujeres en el paro internacional del 8M, el 13J y el 8A por el aborto legal, se sumaron decididamente al ascenso obrero y popular, mostrando un gran contraste con la tregua de la CGT y la complicidad con el ajuste del peronismo, que llaman a esperar a las elecciones de 2019.
Apoyar los reclamos obreros y populares, fortalecer al sindicalismo combativo como lo estamos haciendo con las nuevas iniciativas aprobadas por la mesa nacional del plenario sindical de Lanús (ver página 4), postular un plan económico alternativo con medidas de fondo y los pasos unitarios que hay que seguir redoblando para que el Frente de Izquierda se postule capitalizando el repudio popular, fueron parte de los importantes debates.
Fortalecer a Izquierda Socialista para las peleas que se vienen
Cuando se leyó la cantidad de nuevos militantes incorporados a Izquierda Socialista desde el congreso anterior a la fecha, surgió un aplauso entusiasta de las delegaciones. Que Izquierda Socialista tenga más presencia y se haya extendido a más provincias, a más estructuras sindicales, colegios y barrios populares, con más locales partidarios y dirigentes políticos y sindicales más reconocidos, demuestra que la tarea «gris y cotidiana» diaria, por construir el partido, da sus frutos.
Para seguir por ese camino se reafirmó la necesidad de seguir debatiendo las propuestas de nuestro partido con los luchadores, amigos y simpatizantes, invitándolos a que se sumen a nuestras filas para afrontar juntos los desafíos venideros. Para todo ello se resaltó la necesidad de seguir difundiendo nuestro semanario El Socialista y la revista Correspondencia Internacional.
Como se dijo, fortalecer a nuestro partido no es para la autoproclamación, sino para ayudar, con una política correcta, a que las luchas se puedan ganar y postular aún más al FIT.
Al finalizar, se eligieron los miembros de la flamante conducción nacional, a la que se incorporaron nuevos y valiosos compañeros. Y se votó por unanimidad a las compañeras y compañeros de nuestra Comisión de Moral, orgullo de nuestro partido, encargada de atender y resolver los problemas internos que hacen a nuestra moral partidaria.
Después de cuatro días de debate y de una enorme elaboración colectiva, se juramentó ante los delegados el compromiso de «seguir construyendo el partido y la internacional», como nos enseñó nuestro maestro Nahuel Moreno, culminando el congreso con la entonación de la Internacional.