Por:Partido Socialismo y Libertad
Maduro lanzó un paquetazo capitalista brutal, que sólo beneficia al gobierno, a los banqueros, empresarios y transnacionales petroleras.
Con sus anuncios, particularmente del sustancial aumento del salario mínimo y el cambio en el cono monetario, generó confusión y ciertas expectativas en sectores del pueblo trabajador.
Logró frenar circunstancialmente las protestas que distintos sectores de trabajadores veníamos desarrollando por lograr un aumento salarial igual a la canasta básica.
Sin embargo, la hiperinflación tomó un nuevo envión. El nuevo salario mínimo, ya ni siquiera alcanza para comprar los 33 productos regulados en acuerdo con los empresarios. ¡Y aún no se han concretado el aumento del IVA y el de la gasolina!
El pueblo y los trabajadores están constatando que los anuncios del gobierno no resolverán nuestros problemas. Los alimentos siguen cada día más caros. La carne, el pollo, los huevos desaparecieron. ¡Aumentaron las cajas Clap a Bs S 100! No hay medicinas, y si se consiguen cuestan un ojo de la cara. Sigue el drama del efectivo. No hay transporte, y ahora van aumentar significativamente el Metro de Caracas. No hay luz, ni agua. El país es un desastre, y seguimos pasando trabajo parejo.
Por otra parte, el gobierno anunció unas tablas salariales para los trabajadores de la administración pública, que no fueron consultadas con nadie. Continúa la práctica iniciada con Chávez de decidir unilateralmente sobre nuestros salarios y las convenciones colectivas.
El PSL y su corriente sindical C-cura plantean que debemos confiar en nuestras propias fuerzas. Hay que volver a las calles a protestar contra este paquete capitalista, y seguir luchando por salario igual a la canasta básica, indexado mensualmente.
Hay que reactivar la economía, pero esto no lo va a hacer el gobierno y sus asesores económicos, ni los partidos de la exMUD, ni el Frente Amplio y sus economistas y opinadores de oficio.
La situación que vivimos es de emergencia, por ello al plan de ajuste y hambre de Maduro debemos oponerle un Plan Económico Popular que responda a las necesidades del pueblo y los trabajadores. No podemos seguir pagando los platos rotos de la crisis, mientras los funcionarios, militares y patronos continúan enriqueciéndose.
El Plan Económico Popular que proponemos debe partir de:
1. Aumento de salarios y jubilaciones igual a la canasta básica indexado mensualmente
Con las medidas anunciadas por el gobierno los precios seguirán subiendo por el ascensor y nuestros salarios por las escaleras. Los empresarios trasladan el costo de la crisis a los trabajadores aumentando los precios de los productos. No quieren trabajar a pérdida. ¿Entonces por qué tenemos que ser los trabajadores los que trabajemos a pérdida? La única forma que tenemos los trabajadores para derrotar la inflación es luchar por un aumento en nuestros ingresos. Pero como sabemos que los precios seguirán incrementándose, debemos luchar porque el salario se indexe mensualmente de acuerdo a la inflación.
2. Por un plan de importación masiva de alimentos y medicinas
El pueblo venezolano se está muriendo de hambre. No hay medicinas básicas en las farmacias ni en los hospitales. Es urgente impulsar un plan de adquisición masiva de bienes alimenticios y medicamentos. A largo plazo, la única forma de abatir el desabastecimiento, la hiperinflación y la especulación de comerciantes y empresarios es aumentando la producción global de bienes. No obstante, en lo inmediato es necesario importar los alimentos que necesita el pueblo trabajador.
3. Debemos rechazar el incremento de las tarifas de servicios públicos
La luz, el gas, el agua, el internet, son servicios sociales. El transporte y el Metro no pueden seguir incrementándose mientras vemos como se deterioran cada día más. Debemos exigir inversión para recuperar el Metro de Caracas y de las otras ciudades.
4. No al pago de la deuda externa
El gobierno de Maduro sigue pagando puntualmente la deuda externa. Una deuda ilegal e ilegítima, contraída por el Estado y los empresarios, que ahora nos la hacen pagar a los trabajadores y el pueblo. ¡El gobierno se ufana en decir que en 4 años se pagaron casi 80 mil millones de dólares! Una barbaridad. Si seguimos pagando dinero a los bancos transnacionales no se podrá recuperar la economía ni resolver nuestros problemas. Que no se siga yendo la plata a los banqueros usureros. Que la plata sea para salario, comida, medicinas, jubilaciones, salud, educación, para las empresas básicas e inversión en Pdvsa.
5. Petróleo 100% estatal sin empresas mixtas ni trasnacionales
Venezuela aún sigue viviendo fundamentalmente del petróleo. Pdvsa, a pesar de estar en ruinas, es nuestra principal empresa. Para impulsar este Plan de Emergencia es fundamental contar con los recursos provenientes del petróleo. Para ello es esencial que el petróleo sea 100% estatal sin empresas mixtas ni transnacionales y gestionadas por sus trabajadores, profesionales y técnicos. Hay que impulsar un plan de recuperación de la producción petrolera, para que todos esos cuantiosos recursos sean para comida, salud, vivienda, educación salarios, jubilaciones e inversión en las empresas básicas.
6. Confiscación de los bienes de los corruptos de Pdvsa y de los importadores fraudulentos
Para recuperar la economía es esencialmente confiscar los bienes de los corruptos. De los empresarios de maletín que en alianza con funcionarios gubernamentales y militares hicieron importaciones fraudulentas, así como a los corruptos de Pdvsa que destruyeron nuestra principal industria.
7. Eliminación del IVA e impuestos progresivos a los banqueros, transnacionales y grandes empresas
Hay que imponer impuestos progresivos a las transacciones financieras, bancos, multinacionales, grandes empresarios de la ciudad y del campo, a los ricos y a las grandes fortunas. Basta de exoneraciones de impuestos a importadores y transnacionales.
8. Reforma agraria democrática
A largo plazo, solo la entrega de tierras a los campesinos pobres, podrá permitir avanzar hacia el autoabastecimiento de alimentos para el pueblo trabajador. No obstante, es necesario también que el Estado entregue insumos y maquinaria agrícola, semillas y apoyo técnico a la producción en el campo.