Por: MST, UIT-CI Chile
Al igual que Mauricio Macri, presidente de Argentina, Piñera fue a rendirle cuentas al jefe del imperialismo mundial, Donald Trump. Lo hizo mostrando una banderita chilena incrustada en «el corazón de la bandera norteamericana» para dejar un indudable testimonio de la permanente sujeción de la economía y la política de nuestro país a los intereses del Estado norteamericano.
Esta relación semicolonial operó en muchos hitos de nuestra historia y especialmente en la puesta bajo las órdenes del Pentágono y la CIA de las FF.AA. chilenas para dar el golpe de estado de 1973 contra su propio pueblo.
Piñera no sólo se reunió con Trump, lo hizo también, entre otros, con representantes de la OCDE y la ONU; con el presidente del Banco Mundial, del Consejo Europeo; y la directora del FMI, Christine Lagarde, es decir, con la flor y nata de los organismos financieros internacionales que exprimen y despluman a los pueblos del mundo. Los créditos que los gobernantes van a mendigar ante tales organismos no son, como ellos dicen para mejorar las condiciones de vida de sus pueblos, sino todo lo contrario porque en la realidad se traducen en terribles ajustes que se realizan en la baja salarial, en la cesantía, en la precarización laboral en el ataque a las pensiones, a la salud y la educación. Grecia, Argentina y Turquía, entre otros países, sufren las consecuencias de esos acuerdos.
Entonces, nada bueno surgirá para los trabajadores y el pueblo de esas reuniones de Piñera con Trump y Cia, porque en esos eventos la mira esta puesta en cómo aumentar las ganancias de las transnacionales. Por ello es que, en la consecución este objetivo, ellas se oponen a que Chile sea independiente, soberano y democrático. Por el contrario, están absolutamente cómodas que sigamos funcionando con la constitución de Pinochet que le deja libres las manos y se las ata al pueblo trabajador. Es por ello que, desde el golpe de estado que sigue en plena vigencia el miserable salario mínimo, las AFP, las Isapres, la educación privada, la privatización del agua, del mar, de los recursos mineros y un largo etc.
El imperialismo y sus agentes nacionales, como es el caso del gobierno de Piñera, saben que su perspectiva es a crisis económicas cada vez más violentas y duraderas como la del 2008. Saben que ello está provocando grandes rebeliones y movilizaciones en casi todo el mapa mundial. Surge una pregunta ¿cómo la ínfima minoría del 1% de ricos puede seguir explotando al 99% de la humanidad? Parece un milagro, pero el capitalismo se las ha arreglado para seguir existiendo gracias a que ha incorporado a su dominio político a la socialdemocracia, con su variedad de partidos socialistas, al castrismo, al chavismo, a los partidos comunistas reciclados y últimamente a partidos y agrupamientos como el Podemos español, el Syriza griego o el Frente Amplio chileno, sólo por nombrar algunos. Todos ellos, a pesar de sus diferencias, comparten el criterio que no se debe luchar por terminar con el capitalismo imperialista sino que hay que pactar con él para obtener reformas. Hacen este traicionero trabajo mediante las jugosas coimas, «comisiones» y enormes sueldos que reciben del sistema. Gracias a todos estos colaboradores, desde distintos ángulos, es que el capitalismo se mantiene en pie.
Aquí en Chile vemos a diario cómo el PS, el PC y últimamente el Frente Amplio han optado por acción u omisión frenar los reclamos y derivarlos a la contienda parlamentaria que a nada conducen. Por el contrario, de lo que se trata es de romper este círculo vicioso y construir el verdadero partido revolucionario aquel que como ejemplo en vida de Lenin y Trotsky llevaron al triunfo de la revolución rusa. Lo hicieron apoyándose en la movilización y en la organización democrática de las masas para lograr la única solución posible a las penurias de las masas: un gobierno de los trabajadores sin la tutela de comandantes, ni burócratas ni dictadores y sólo dirigido democráticamente por ellos mismos para la satisfacción de sus necesidades.
MST de Chile, sección de la UIT-CI
Octubre 2019
