Por: Javier Leonforte Dirigente de Izquierda Socialista y la UIT-CI
Obrero metalúrgico de General Motors y Volkswagen desde los ’60, dirigente del sindicato metalúrgico, reorganizador de la central obrera peruana (CGTP), preso político y torturado bajo la dictadura militar en 1975, diputado constituyente en 1979 por el FOCEP (Frente Obrero, Campesino, Estudiantil y Popular) y diputado nacional desde 1980 hasta 1985 por el frente Trabajadores al Poder, nuestro compañero Enrique Fernández Chacón es hoy candidato a la Alcaldía de Lima por el Frente Amplio. Apodado cariñosamente «Cochero», trotskista y seguidor de Nahuel Moreno de toda la vida, hoy Enrique es la revelación de la campaña electoral municipal.
Con 76 años, Enrique desde hace décadas que no se postulaba a un cargo público y hoy recibe el apoyo y la simpatía de miles de trabajadores por reconocimiento a su trayectoria obrera y socialista.
Es que Perú está cruzado de políticos patronales denunciados por la corrupción, enjuiciados y encarcelados, donde figuran incluso algunos que se reivindicaban de «izquierda» y hoy están involucrados por recibir coimas de Odebrecht. Los cinco últimos ex presidentes Fujimori, Alan García, Toledo, Ollanta Humala y PPK son odiados por estar involucrados en escándalos de corrupción y por entregar el país a las multinacionales, principalmente en la explotación de la minería y la depredación del medio ambiente. Justamente los movimientos sociales del interior del Perú en lucha por la defensa de los recursos naturales, el agua y la tierra, y con fuertes enfrentamientos con las empresas multinacionales, son quienes hoy se organizan en el Frente Amplio.
El actual presidente Vizcarra, presionado por el movimiento de masas, ha lanzado una serie de reformas políticas desde arriba, supuestamente para combatir la corrupción, pactando con los partidos patronales tradicionales, o sea «la vieja trampa de cambiar algo para que nada cambie» como denunció Fernández Chacón. Buscan reformar el Poder Judicial, el parlamento y el financiamiento de los partidos políticos para salvar a un régimen político cuestionado y en crisis. Con este objetivo intentan convocar a un plebiscito a fin de año para imponer estas reformas cosméticas y fortalecer a un gobierno débil. En contraposición con estas reformas desde arriba, nuestra campaña electoral planteó la lucha nacional por una asamblea constituyente libre y soberana para terminar con la carta magna impuesta por Fujimori en 1993, pilar del régimen burgués y la explotación capitalista del país, en el camino de pelear por un gobierno de los trabajadores, los pobres y los pueblos originarios para expulsar a las multinacionales, romper con el imperialismo y abrir paso a resolver los grandes problemas económicos y sociales de las masas peruanas.
Nuestra organización UNIOS, sección peruana de la Unidad Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional, fundada en 2003 luego de la lucha que derribó a Fujimori, tiene hoy una nueva oportunidad de avanzar en su construcción política revolucionaria como tendencia interna del Frente Amplio. La valiente candidatura de Enrique es hoy un polo de atracción de nuevos activistas que lo ven como un gran ejemplo a seguir.