Por: Miguel Sorans
En las polémicas que tenemos con compañeros que se reivindican peronistas kirchneristas o sectores de izquierda que siguen defendiendo a Maduro y al chavismo nos acusan de «aliados del golpe» o de la «derecha yanqui» porque nos negamos a apoyar al gobierno de Maduro. «Ustedes los trotskistas siempre a contramano».
«También ayudaron a que ganara Macri con su no apoyo a Scioli» en la segunda vuelta. Son todos argumentos falsos. Scioli perdió porque millones de trabajadores peronistas por bronca y con la nariz tapada votaron a Macri, no fue responsabilidad del FIT. Perdieron por culpa de la política desastrosa antiobrera y corrupta de Cristina, Scioli, De Vido, Guillermo Moreno y Aníbal Fernández. Ni sumando los votos del FIT le ganaban a Macri. El gobierno de Cristina le hizo el juego a la derecha liberal macrista.
Ahora pasa algo parecido. Lo que le hace el juego a la derecha y a Trump en Venezuela es el desastre hambreador y represivo del gobierno de Maduro junto a los militares y las multinacionales del petróleo. Hace veinte años la vieja derecha venezolana había casi desaparecido. Por eso Chávez le decía los «escuálidos». ¿Pero quien los «engordó»? ¿Nosotros los trotskistas? ¡No! Los «engordó» el chavismo, que mientras decía que estaban «construyendo el socialismo del siglo XXI» pactaba con las multinacionales hacer empresas mixtas en petróleo, o con los banqueros nacionales y extranjeros, mientras mantenían salarios de hambre, la inflación, el desabastecimiento y no se respetaban los contratos colectivos de trabajo. O no se hacía ninguna reforma agraria para incentivar la producción nacional alimentaria. O sea: se siguió con el capitalismo aplicando ajustes al pueblo. Así, incentivando la bronca popular, favorecieron que la derecha creciera. Maduro y el chavismo le hicieron «el juego a la derecha» favorenciendo su vuelta.
La falsa consigna «Si no estás con Maduro, estás con la derecha y el golpe» es una maniobra lanzada por Maduro y que acá repiten los sectores chavistas y kirchneristas para buscar confundir a los luchadores. Buscan confundir para que se apoye al gobierno hambreador de Maduro de cualquier forma. De esta manera incluso dividen a todos los que queremos repudiar la injerencia imperialista en Venezuela, aunque no apoyemos políticamente a Maduro. Tampoco van a lograr ensuciar con estos ataques a nuestra corriente que, cuando hubo realmente un golpe en Venezuela, en abril de 2001, contra Hugo Chávez, se movilizó en las calles contra el golpe de Carmona y los militares. Lo hicimos pese a no coincidir con la política de Chávez. Lo mismo hicimos luego en el paro sabotaje (lockout patronal) petrolero de fines de 2002. Hasta nuestro dirigente petrolero Bodas fue condecorado por Chávez por su actuación en el movimiento petrolero.
Nosotros siempre fuimos claros. Siempre repudiamos cualquier golpe o intento de golpe imperialista. Ese repudio no puede significar callar nuestras denuncias contra Maduro.
A los que todavía apoyan a Maduro les queremos llamar la atención sobre las tibias medidas que ha tomado frente a la injerencia imperialista. Maduro anunció la ruptura de relaciones con los Estados Unidos e hizo nuevos discursos «antiimperialistas». Pero no ha tomado ni toma ninguna medida con las multinacionales del petróleo asociadas con Pdvsa, que corresponden a los países que reconocen a Guaidó. Hasta ahora Maduro no ha expropiado y expulsado a la norteamericana Chevron o la Total francesa, a la Shell británica-holandesa, o a Repsol de España. Tampoco deja de pagar la deuda externa ni rompe con la banca extranjera y con otras multinacionales mineras. La medida más «fuerte» que ha anunciado es «salir a juntar miles de firmas» para presentarlas en la Casa Blanca, o sea a Trump, en los Estados Unidos.