Finalmente el presidente argelino Abdelaziz Bouteflika no se presentará a elecciones. Es un triunfo, aunque parcial, de la enorme movilización popular de centenares de miles de argelinos y argelinas que salieron a las calles de las principales ciudades del país desde el 22 de febrero pasado, repudiando la candidatura del dictador.
Bouteflika pretende seguir en el poder, habiendo suspendido “sin fecha” la realización de las elecciones. Pero esta maniobra no ha detenido la movilización revolucionaria del pueblo argelino. El viernes 15 de marzo millones salieron a las calles gritando consignas como “Sistema márchate. Llega el pueblo”; “Tu prolongas el mandato, nosotros prolongamos el combate” “Ni Washington ni Paris. Solo nosotros elegimos el presidente”.
Bouteflika de 82 años está gravemente enfermo. No aparece en público desde 2014. Es el líder del Frente de Liberación Nacional (FLN), que gobierna el país desde su independencia en 1962. El régimen es dirigido por una oligarquía que se ha enriquecido con los ingresos del petróleo que representan el 97 % de las exportaciones y ha hambreado al pueblo en beneficio de esa oligarquía y los grandes empresarios nacionales y extranjeros. Sin embargo, con la caída de los precios del petróleo y la elevada inflación, durante los últimos años se han producido importantes movilizaciones populares.
Desde el pasado 22 de febrero, centenares de miles de argelinos y argelinas se han manifestado en todo el país en TiziOuzou, Bejaia, Oran, Annaba, Constantine et Sétif y especialmente en Argel donde está prohibido manifestarse desde 2001. Durante la siguiente semana han continuado las movilizaciones como los de los abogados, periodistas, sectores populares y, en particular, los jóvenes y los estudiantes. Las movilizaciones, que inicialmente fueron espontáneas, han recibido el apoyo de toda la oposición pero la UGTA (Unión General de Trabajadores de Argelia), dirigida por una burocracia sindical ligada al régimen continúa dando todo su apoyo a Bouteflika. Y aún no ha convocado a una huelga general.
Los manifestantes populares no solo muestran su rechazo al régimen y a su sometimiento al imperialismo sino que han gritado consignas de justicia social, democracia, libertad e igualdad. Los eslóganes más coreados han sido “Bouteflika vete ya”, “Poder asesino”, “El pueblo quiere la caída del régimen”, “No nos vamos a detener”.
Desde la Unidad Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI), saludamos el camino emprendido por el pueblo argelino que sigue la estela de la primavera árabe y damos todo nuestro apoyo a su lucha y a sus reivindicaciones democráticas y sociales. Llamamos a la más amplia solidaridad internacional para que triunfe la movilización popular echando a Bouteflikla y a su régimen, por libertades plenas para el pueblo, por elecciones libres y democráticas y para seguir la lucha por lograr que las enormes riquezas del país estén al servicio de la clase trabajadora y del pueblo.