Julian Assange fue detenido el 11 de abril en la embajada ecuatoriana en Londres, luego de que el gobierno de Lenin Moreno revocara el asilo político que se le había concedido en 2012. La policía británica admitió que actuó en base a una solicitud de extradición por parte del gobierno de EE.UU., con lo cual se abre un proceso legal que podría llevarlo a pasar un año encarcelado en el Reino Unido, por haber burlado las condiciones de libertad condicional al refugiarse en la embajada ecuatoriana. Y luego de ello ser extraditado a EE.UU., donde se le persigue por haber divulgado documentos oficiales del gobierno de ese país que dan cuenta de brutales crímenes de guerra e injerencia en terceros países.
La acusación formal, a la que podrían sumarse más cargos, es la de haber conspirado para ayudar en el año 2010 a la soldado Chelsea Manning a ingresar a computadoras del gobierno y filtrar información secreta. Manning, quien había sido analista de inteligencia en Irak, filtró más de 390 mil documentos sobre la invasión y ocupación de Irak, un dossier que se conoció como “Registros de Guerra de Irak”, y más de 90 mil sobre la invasión y ocupación de Afganistán, los “Diarios de Afganistán”. Posteriormente se publicó el dossier “Cablegate” con más de 250 mil comunicaciones entre las embajadas yanquis y el Departamento de Estado. El duro golpe político que ello supuso para el imperialismo estadounidense desató una descomunal histeria en la cúpula política yanqui, parlamentarios demócratas y republicanos exigieron la ejecución de Assange, se inflamaron los discursos sobre la seguridad nacional.
En realidad no era la seguridad de EE.UU. lo que resultaba comprometido sino que quedaba totalmente expuesta una política imperialista repleta de toda clase de sórdidos crímenes en todas partes del mundo. Quedaba al descubierto el uso de la tortura y la desaparición forzada en países bajo ocupación militar yanqui, la connivencia del gobierno de EE.UU. y grupos paramilitares en Colombia, las extensas redes de informantes y agentes. Se hizo público un video filmado en 2007 desde un helicóptero artillado en el que se muestra como los invasores yanquis asesinaban a sangre fría a 12 civiles irakíes, dos de ellos periodistas, varios de ellos ametrallados cuando intentaban retirar a los primeros muertos y heridos.
Por la mayor filtración de documentos secretos en la historia, Chelsea Manning fue condenada a 35 años de cárcel y sometida a varias formas de tortura y maltrato. Obama le indultó en 2017, pero en marzo de 2019 se le encarceló de nuevo por negarse a testificar en la persecución contra Wikileaks. Se ordenó encarcelarle hasta que testifique o concluya la investigación sobre Wikileaks, pero declaró: “No participaré en un proceso secreto al que me opongo moralmente, en concreto, uno que ha sido usado para atrapar y perseguir a activistas por su discurso político”. Se le confinó a un régimen de aislamiento por 28 días y sigue presa hasta la fecha actual.
Assange fue acusado de acoso y violación en Suecia en 2010, cargos que dijo habían sido fabricados como parte de su persecución por parte de EE.UU., y se refugió en la embajada ecuatoriana en el Reino Unido en 2012, recibiendo asilo. En diciembre de 2017 se le concedió la nacionalidad ecuatoriana.A fines de 2018, un tribunal estadounidense reveló por error la existencia de un proceso judicial secreto contra Assange.
El régimen del estado Español también presionó a Moreno por el apoyo de Wikileaks al pueblo catalán en su lucha por el derecho a la autodeterminación. Wikileaks asimismo se vinculó en los últimos años con el gobierno ruso y recibió numerosos elogios de Trump durante la campaña presidencial de 2016, durante la cual la organización de Assange publicó correos electrónicos de la campaña de Hillary Clinton que revelaban conspiraciones para cometer fraude contra su contendiente en las primarias demócratas, Bernie Sanders.
Por su parte, el gobierno ecuatoriano acusó recientemente a Wikileaks de participar en la divulgación de los INA Papers que vinculan a Moreno con hechos de corrupción, cuentas bancarias en Panamá y propiedades en otros países. Wikileaks niega haber realizado la filtración. Al defender su decisión de revocar el asilo de Assange, Moreno se refirió a “actividades irregulares de Wikileaks”, citando la filtración de documentos de El Vaticano en enero de 2019. Ya el gobierno ecuatoriano venía intentando infructuosamente hacer cumplir las exigencias de EE.UU. de mantener a Assange totalmente incomunicado en la embajada.
Al servicio de esa política estadounidense, el gobierno ecuatoriano de Moreno, que se decía “gobierno progresista”, ha ejecutado esta acción violatoria del derecho de asilo. Ello forma parte de su política de total genuflexión ante EE.UU., reconociendo al gobierno títere de Guaidó en Venezuela y comprometiéndose a realizar un ajuste económico a cambio de un préstamo de 4,2 mil millones de dólares del FMI. Moreno representa la bancarrota del falso progresismo sudamericano. Luego de años de haber gobernado junto a Rafael Correa respaldando el falso “socialismo del Siglo XXI” de Chávez y Maduro.
Más allá de las diferencias políticas con Assange, los socialistas revolucionarios repudiamos que se le enjuicie en relación con una filtración que expuso crímenes contra la humanidad que el gobierno imperialista de EE.UU. intentó ocultar. En relación con las acusaciones que Assange enfrenta en Suecia, consideramos justo que responda por ellas, siempre y cuando exista el compromiso de no extraditarlo a EE.UU., donde sería probablemente sometido a las mismas torturas que Manning y donde ha sido prácticamente condenado por adelantado. Tal juicio supondría un grave ataque a la libertad de expresión y un escarmiento para quienes consideren en el futuro sacar a la luz las atrocidades que cometen los gobiernos imperialistas en el mundo.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
12 de abril de 2019