Por MST, sección chilena de la UIT-CI
La última reunión entre la directiva del Colegio de Profesores y la Ministra Cubillos, ha marcado un punto de inflexión en la lucha más importante. Iniciando la sexta semana de paro, Mario Aguilar, Presidente del Colegio de Profesores, ha llamado a deponer el paro y aceptar la propuesta del gobierno.
Estamos convencidos que no podemos tomar posición sobre la petición de Aguilar, sin antes responder preguntas básicas: ¿Resuelve las demandas exigidas por el profesorado la última oferta de Cubillos? ¿Es posible seguir el paro (y cómo hacerlo) para obtener mayores conquistas? ¿Qué podemos concluir del llamado a deponer el paro por parte de Aguilar?
Una importante lucha.
Mucho antes de llegar a su sexta semana de paro, la lucha de los docentes en Chile se ha transformado en un hecho de importancia nacional. Así lo demuestran todas las encuestas, demostrando que casi el 70% del país apoya, dando un masivo respaldo social a la lucha. Al revés, Piñera y Cubillos han visto decaer su apoyo social por no dar respuesta a las demandas más sentidas por los profesores.
Mayoritariamente, el país apoya las demandas docentes como el camino para resolver la crisis de un sistema educacional secuestrado por el mercado y el lucro, y por gobiernos capitalistas que nada resuelven. Como en 2011 con la lucha estudiantil, la clase trabajadora y el pueblo ven con claridad que se puede terminar con este criminal negocio si se resuelven las demandas de estudiantes y docentes.
La lucha de profesoras y profesores es mucho más que un conflicto entre ellos y el gobierno. Es, sobre todo, una expresión de quienes queremos un país distinto. Por eso, ni la más vil campaña de desprestigio impuesta por Piñera y Cubillos, ni el aislamiento a la que ha sido sometida por los corruptos dirigentes sindicales de la Nueva Mayoría, o la absoluta falta de solidaridad de los dirigentes del CONFECH que nunca hicieron un esfuerzo por fortalecer esta lucha, pudo detener el éxito del paro en sus seis semanas de movilizaciones. La clave fue y es el tremendo apoyo social.
La respuesta de Cubillos no resuelve nada.
Arrinconado por la valentía y entrega de miles de profesoras y profesores de base, y del masivo apoyo social, el gobierno busca urgente terminar con el paro. La semana pasada entregó una propuesta que mantenía intacto el corazón del sistema educacional impuesto por Pinochet, fracasando rotundamente con un mayoritario rechazo de la base.
Este lunes mantuvo todo casi igual. Sobre las horas de extensión, sólo se comprometió a enviar un proyecto de ley el miércoles 17 de julio al parlamento, para pasarlas a titularidad. Un parlamento dirigido por el gobierno y una falsa oposición que sólo ha votado leyes pro empresarios, y nada a favor de la clase trabajadora y el pueblo. ¿Debemos creer que solucionara, a nuestro favor, las horas de extensión?
El mismo criterio, engañoso y falso, se usa para las otras “soluciones”. Para poner fin a la doble evaluación, para terminar con la criminal Carrera Docente impuesta por Bachelet y el traidor Jaime Gajardo (Ex presidente del Colegio de Profesores y militante comunista), para resolver la deuda histórica a miles de profesores. Todas las supuestas soluciones, son confiar o en este patronal gobierno, o en sus aliados de la falsa oposición en el parlamento.
Sin duda, el hecho más criticable es la respuesta a las educadoras diferenciales. Cubillos sigue sin reconocerles la mención profesional, manteniéndolas como profesionales de segunda categoría. Lo único que entrega es una “asignación” miserable, de $45.000 trimestrales. O sea, menos de $12.000 mensuales a cientos de profesionales que dan un aporte fundamental a la educación.
Cubillos y Piñera no entregan ni soluciones, ni cambios estructurales a la educación de mercado que hunde a profesores y estudiantes en Chile. Muestra clara de esto es que siguen sosteniendo que Historia y Educación Física seguirán siendo opcionales, relegando a la precariedad a otros miles de profesores en el país.
Siempre se pudo hacer más fuerte esta importante lucha.
Aguilar sostiene que el movimiento no puede crecer más, y que ya ha comenzado el desgaste en la base. En la sexta semana de esta heroica lucha, ¿Cómo no hacernos la misma pregunta que Aguilar? Porque lo más importante para dar una buena lucha, es entender si nos hacemos más fuerte y el gobierno más débil, o al revés.
Estamos convencidos que Aguilar se equivoca en esta afirmación, y lo hizo desde el principio. El apoyo masivo de la base se demostró desde un comienzo, y fue esa fuerza y valentía la que ganó el masivo apoyo social. Hacer más fuerte el paro no pasa hoy, ni pasó nunca, por recurrir a la base que ya apoya heroicamente, sino en transformar en apoyo activo el apoyo social.
Hubo paros de Codelco, Parvularias, Manipuladoras de Alimentos, en medio de estas semanas de lucha. ¿Por qué la directiva nacional no propuso coordinar todas estas luchas, y juntos convocar a una gran jornada de apoyo? Por lo menos un día de marcha, que, a un horario adecuado, hubiese permitido darle forma a este apoyo social y presionar al gobierno.
Sin duda, lo más inexplicable fue el silencio de Aguilar sobre el casi nulo apoyo de la dirección de la CONFECH con esta lucha. Ni un solo llamado formal a que los estudiantes inicien paros indefinidos en universidades y colegios, imponiendo un paro nacional de toda la educación contra el gobierno. Inexplicable, porque gran parte de las federaciones estudiantiles están en manos de sus compañeros y compañeras del Frente Amplio, que demostraron en estas semanas su absoluta falta de solidaridad con la lucha.
Totalmente increíble, puesto que el mismo Aguilar participó de conferencias de prensa con dirigentes del No más AFP, Aces, Anef, Fenats, Confusam y la misma CUT, sin que nunca surgiera de esos dirigentes y dirigentes la convocatoria a un solo día, por lo menos un día, de paro nacional en apoyo a los docentes. Lo único que hemos visto, interminablemente, son declaraciones de dirigentes o unos pocos dirigentes con banderas en las marchas… ¿Y el apoyo real cuándo?
Aguilar se equivoca, siempre hubo y aún hay posibilidades de hacer crecer aún más este paro, y presionar aún más al gobierno. Siempre y cuando la base supere la política de luchas separadas, aisladas, que desde siempre han impuesto los dirigentes de la Concertación- Ex Nueva Mayoría, como los comunistas Bárbara Figueroa de la CUT, Inzunsa de la Anef, o lo hacía Gajardo cuando era presidente del Colegio de Profesores. Esta estrategia de la derrota que siempre ha beneficiado a los gobiernos capitalistas del que son parte, o importante apoyo.
Mario Aguilar, llamando a aceptar que no podemos ganar.
Sobre todo, Aguilar llama a deponer el paro intentando convencernos de dos cosas: ganamos algo, y ya no podemos ganar más luchando. A petición de Piñera y Cubillos, que están desesperados por que terminé el paro, este llamado se ha hecho públicamente.
Ni nada resuelve la oferta de Cubillos, y de sobra está demostrado en estas seis semanas que podemos seguir presionando (si cambiamos la estrategia impuesta por el Frente Amplio y la Nueva Mayoría) al gobierno.
Lo único claro en el llamado de Aguilar y la directiva nacional es aceptar una derrota ¡Cuando estamos ganando! Imposible no creer, evidentemente, que esto es más que un error. Sin embargo, reconocemos en esta equivocada dirección, por lo menos, su llamado a que sean las bases quienes decidan.
La base debe rechazar la propuesta de Cubillos.
Llamamos, convencidos, a rechazar las migajas y los engaños de Cubillos y Piñera. A denunciar públicamente que se niegan, tajantemente, a resolver los problemas de la educación en Chile. A pesar de que, con toda claridad, profesoras y profesores (como ayer estudiantes) mostramos y exigimos el único camino para terminar con este criminal sistema educativo.
Hacer un llamado a los estudiantes, a todos los trabajadoras y trabajadores de la educación, y todas las organizaciones sociales a conformar una organización común que levante un pliego que una todas nuestras demandas, y que coordine un plan de lucha para exigirlo en las calles, partiendo del valiente y heroico esfuerzo de profesoras y profesores.
Y, sobre todo, a rechazar esta imposición de la directiva, que intencionalmente pone como únicas opciones: seguir un paro que ellos mismos llaman a liquidar, o aceptar las migajas de Cubillos. Viciando totalmente el proceso de consulta a las bases.