Continúa la histórica huelga de General Motors en Estados Unidos
Escribe Gabriel Massa
La huelga de los casi 50.000 obreros de General Motors entró en su segunda semana. Es la primera huelga de la industria automotriz en los últimos 12 años y la más prolongada desde 1970. La lucha reivindica un ajuste salarial, la reapertura de plantas cerradas, la efectivización de los contratados y temporarios y el rechazo al aumento por el servicio médico, entre otros.
La huelga, que fue impuesta por la bronca de la base, es un verdadero desafío a las políticas ultraconservadoras del gobierno Trump que intenta flexibilizar los derechos laborales. A pesar de eso, fueron otras luchas exitosas las que alentaron esta huelga, como los empleados de cadenas de comidas rápidas, los de hoteles y los docentes de varios estados que obtuvieron importantes aumentos salariales y más fondos para la educación pública.
El paro ha recibido el apoyo de los trabajadores de Ford y Fiat-Chrysler, que suman más de 100.000 trabajadores, y de trabajadores autopartistas de proveedoras de la GM en México. La burocracia sindical de UAW, sin embargo, se niega a incorporar al paro a los trabajadores de las demás empresas del gremio bajo el pretexto que el acuerdo con la General Motors servirá de referencia para cerrar los acuerdos con las demás empresas.
Según el estatuto del gremio, a partir del 15avo día de paro, cada trabajador debe cobrar un “salario” de 250 dólares semanales del fondo de huelga del sindicato. Desde la base ha surgido la exigencia de que el sindicato aumente esa ayuda a 750 dólares semanales. Y desconfiados con la dirección sindical, avisaron que se rechazará cualquier intento de la burocracia de acordar por menos de lo que se reclama.
Sin duda estamos ante un conflicto de grandes proporciones. De un lado una de las mayores empresas multinacionales del mundo, amparada por las políticas anti obreras de un gobierno ultra reaccionario, de otro, la fuerza de los trabajadores tratando de superar las trabas impuestas por una dirección sindical burocrática. Un triunfo de los trabajadores, servirá de aliento para amplios sectores de trabajadores. Por eso, comprometemos toda nuestra solidaridad con esta importante lucha.