La 4T: salario y austeridad
Por Matilda Rodriguez, para El Socialista, periodico de la sección mexicana de la UIT-CI, MAS.
Después del primer informe de gobierno, nos encontramos en la posibilidad de comparar la información que refleja dicho documento contra la realidad que vive día con día la clase trabajadora en su bolsillo.
Las declaraciones de que el neoliberalismo ha terminado no podrían estar más equivocadas ya que, dentro de la política económica que plantea la 4T no hay indicio de que se pretenda romper con los empresarios, claro ejemplo son las reuniones que ha sostenido el ejecutivo con los representantes de la COPARMEX y el Consejo Coordinador Empresarial donde prometen una inversión de 35 mil mdd; esto parece ser favorable ya que a mayor inversión mayor crecimiento, pero ¿quiénes ganan realmente?
Queda claro que la prioridad para el actual gobierno no es el mejorar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores, tal y como lo refleja el “incremento” al salario mínimo a inicios del 2019 del 16.21% , que al convertir ese porcentaje en números reales observamos que el salario pasó de 88.36 pesos diarios a 102.68, es decir que un trabajador con salario minino percibirá al mes 3,089.37 pesos, que, según el CONEVAL es lo suficiente para que una persona cubra sus necesidades alimentarias, de educación, transporte, vivienda, salud, etc. Claro, esto sin contar los gastos emanados de las personas que dependan de dicho trabajador. Mientras que, para la frontera norte del país, el aumento fue del 100% quedando el salario en 176.72 pesos, a lo cual muchas empresas de la zona presentaron resistencia para ajustar los tabuladores correspondientes al aumento, lo que desencadenó una lucha por parte de los trabajadores de las maquiladoras de Tamaulipas mediante el movimiento llamado “20/32”. El deterioro de salario en las últimas 4 décadas ha sido del 76%, siendo insuficiente el aumento nominal del salario, por lo que se hace necesario un incremento real en el poder adquisitivo.
Adicional a esto observamos el despido de miles de trabajadores del Estado de rango menor bajo la llamada “austeridad republicana”, que según AMLO significa eliminar los privilegios de la alta burocracia y que sin embargo ha implicado recortes al presupuesto en salud, educación, cultura, investigación científica, deporte, etc. Rubros esenciales para combatir la crisis social en la que nos encontramos.
Sin embargo, gran parte del presupuesto está destinado al pago de la deuda externa, siendo así que en este año el pago de intereses y amortizaciones será mayor que el gasto en infraestructura e inversión pública. Actualmente la deuda externa representa el 50% del PIB con lo cual se refuerzan los compromisos de México ante el FMI y en específico con el imperialismo norteamericano con la ratificación del T-MEC.
El objetivo no es solo eliminar el modelo neoliberal en decadencia, la labor de los que nos llamamos socialistas es acabar con el sistema capitalista que no solo ha traído miseria y despojo a los mexicanos, sino a todos los trabajadores del mundo.