El asesinato del comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, general Qasem Soleimani y de varios líderes chiitas iraquíes en el Aeropuerto de Bagdad, mediante misiles disparados desde drones, que Estados Unidos denominó hipócritamente de “medidas defensivas”, es parte de la intervención militar permanente de Estados Unidos en Medio Oriente, sea en forma directa, o mediante su principal agente en la región: Israel.
Para el imperialismo en general y el yanqui en particular, el dominio de Medio Oriente es clave por su inmensa riqueza petrolera, que aporta una parte sustancial de la energía mundial. Recordemos que Estados Unidos invadió Irak en el 2003, bajo la presidencia de George Bush, argumentando que tenía armas que amenazaban a Estados Unidos. Finalmente tuvo que retirar sus tropas en el 2011, pero dejando bases militares con 5.000 soldados. Desde entonces el gobierno de Irak es relativamente dependiente de Irán, y hay una disputa permanente por el control del poder. En los últimos meses hubo una rebelión popular contra el gobierno, su corrupción y política económica antipopular.
Irán es, desde la revolución de 1979 que derribó la monarquía pronorteamericana, un país relativamente independiente del imperialismo, con una conducción burguesa islámica, de la rama chiita, que trata de afianzarse como potencia regional, chocando permanentemente con Estados Unidos y sus aliados Israel y Arabia Saudita. Su aspiración de desarrollar la energía nuclear fue uno de los puntos de discordia y que llevó a sanciones comerciales que bloquearon sus ventas de petróleo. Con Obama llegó a un acuerdo de limitar el desarrollo nuclear a cambio de eliminar las sanciones. Para debilitar Irán y fortalecer su alianza con Israel, Trump rompió ese acuerdo, aunque no fue apoyado por la Unión Europea.
En Irán también hay un movimiento de protestas populares cuestionando el régimen dictatorial islámico y los problemas económicos que se descargan sobre los trabajadores.
Por su parte el imperialismo, bajo Donald Trump, cada vez más resistido dentro de Estados Unidos y con un proceso de impeachment en curso, afronta su propia crisis política y todo indica que busca algún “éxito” internacional para fortalecer su base votante para ganar las elecciones de noviembre de este año.
El contexto regional de Medio Oriente es de guerras permanentes y rebeliones populares en los últimos años. Entre ellos la rebelión popular y guerra civil siria (en la que Irán intervino junto a Rusia en apoyo directo al dictador Al Assad). La guerra civil y la intervención genocida de Arabia Saudita con apoyo yanqui en Yemen, mientras que los rebeldes son apoyados por Irán. También el surgimiento del Estado Islámico dentro de Irak, que luego se extendió a Siria, aunque hoy está derrotado.
En ese contexto explosivo se produjeron varios hechos en la últimas semanas: un ataque con misiles a una base norteamericana en Irak, con la muerte de un soldado yanqui, y el ataque de manifestaciones populares a la embajada yanqui en Bagdad, la capital de Irak. Estos hechos llevaron, según el comunicado del Pentágono de Estados Unidos, al bombardeo al aeropuerto: “Bajo la dirección del Presidente, el ejército de los EE.UU. ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal, al matar a Qasem Soleimani”.
Repudiamos el asesinato del general Qasem Soleimani y esta hipócrita declaración del ultra reaccionario Trump. Nadie fue a atacar a Estados Unidos. Es Estados Unidos el que continúa la ocupación militar parcial de Irak y se atribuye el “derecho” de bombardear su principal aeropuerto y producir una masacre. En estos momentos acabamos de recibir la noticia de que un nuevo ataque perpetrado por el ejército yanqui en Bagdad habría dejado varios muertos y heridos.
Sin tener ninguna coincidencia ni apoyo a la política de la República Islámica de Irán, ni del gobierno de Irak, repudiamos estos criminales ataques y los consideramos parte de la acción militar imperialista por someter a Medio Oriente a su dominio total. Llamamos a los trabajadores y pueblos del mundo a repudiar estos atentados y a luchar por el inmediato retiro de todas las tropas yanquis de Irak y de Medio Oriente, ya que sólo han traído genocidio y destrucción.
¡Fuera las tropas yanquis de Irak y Medio Oriente!
¡Repudiamos esta acción criminal determinada por el derechista Trump!
Unidad Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras (Cuarta Internacional)
(read in english)