Esta declaración fue hecha el 12 de enero del 2020 por estudiantes de la Universidad Politécnica Amir Kabir de Teherán que participan en el movimiento de protesta tras el derribamiento de un avión civil, y la muerte de 176 personas, por misiles anti-aéreos de la Unidad de Defensa Aérea, el pasado 8 de enero. Fue traducida del farsi al inglés por Farhang Jahanpour.
En estos días, Irán está llena de tristeza y duelo. Lavamos sangre con más sangre; montamos dolor sobre dolor; limpiamos el cadáver de un mártir con la sangre de otro mártir. Pareciera que la historia ha sido comprimida. Vivimos una crisis tras otra. A las amenazas se les responde con más amenazas.
Nosotros, los hijos del pueblo iraní, no nos vemos como separados de ellos. Su dolor es nuestro dolor, y el pesado sufrimiento en sus corazones también pesa en los nuestros. El miércoles en la mañana, la crisis alcanzó su cima, y un solo día después de la muerte de muchos compatriotas en Kerman [en una estampida en el entierro del general Soleimaini], una vez más la nación fue testigo de la muerte de sus niños en un vuelo. No habíamos encontrado aún la oportunidad para lamentar a los mártires del mes de Aban [muertos en Noviembre en las manifestaciones contra el gobierno], cuando otra calamidad le fue sumada.
Hoy en día, estamos rodeados por ‘el mal’ por todos lados. Mientras las políticas económicas del gobierno, y la represión política, han desesperado hasta el límite al pueblo, la sombra de la guerra también ha aparecido sobre nuestras cabezas. En medio de amenazas constantes por los poderes militares, lo que hoy hace falta en el clima político de Irán es la voz del pueblo. Por sobre todo, y más allá de otras demandas, el pueblo exige libertad e igualdad, y levantaron sus voces de la forma más fuerte en el mes de Aban [octubre-noviembre] para traerle su mensaje a otros.
Los eventos de los pasados dos meses han sido una prueba clara de la total incompetencia del régimen que rige por sobre Irán; un régimen cuya sola respuesta a toda crisis es recurrir a la fuerza. Es nuestro deber hoy dirigir todos nuestros esfuerzos contra la totalidad del sistema de represión, sea en la forma de un gobierno opresivo o de una potencia imperialista.
Durante los pasados años, la presencia de los EEUU en el Medio Oriente no ha producido más que inseguridad y caos en aumento. Nuestra actitud ante esa agresiva potencia es bastante clara. Sin embargo, también nos queda muy claro que el aventurismo norteamericano en la región no debería ser usado como excusa para la represión doméstica. Ante la repetición constante del mantra de la ‘seguridad nacional’, nosotros deberíamos más bien preguntar sobre qué grupos sociales, clases y estratos se está hablando. No tenemos miedo de hablar claro y con fuerza que la seguridad de los pobres, desposeídos y marginalizados ha sido socavada por muchos años. Las políticas económicas de los pasados 30 años han creado una multitud de grupos abandonados, así como un grupo de individuos privilegiados, ricos y corruptos.
El problema se exacerba por el hecho de que fuera de las fronteras del país, con la asistencia mediática y financiera de Estados poderosos, algunos grupos de oposición corruptos y totalmente dependientes se han formado. Sí, hoy estamos rodeados de males por todos lados.
¡Querida gente iraní! La única manera de escapar de esta crisis es de regresar a una política basada en los derechos democráticos de la gente, una política que no se abalance a los brazos del imperialismo por su miedo al despotismo, y una que en el nombre de la resistencia y de la lucha contra el imperialismo no le dé legitimidad al despotismo. Sí, la única manera de escapar esta situación es rechazando igualmente tanto al despotismo como al imperialismo.
Necesitamos una política que no limite libertad e igualdad a un grupo y clase especial, sino que ve estos principios como el derecho inalienable de todo el pueblo. Hoy, todos estamos claros sobre la necesidad de democracia social y política. En una democracia así, el gobierno no sería indiferente a la condición del pueblo, y sería garante de seguridad, libertad e igualdad para todos.
Nosotros los hijos de Irán expresamos nuestras condolencias al pueblo iraní por el martirio de cientos de nuestros compatriotas en los eventos de Kerman y el derribamiento del avión comercial. Prometemos que no permitiremos que su sangre se desprecie. La historia no olvidará la sangre de ningún inocente. La historia siempre regresa con fuerza a tomar venganza en los opresores por la sangre de los oprimidos.