ARPT Fuerza N°55, periódico de ARPT, sección boliviana de la UIT-CI
A pocos días del cierre de candidaturas, el 3 de febrero, la proclamación de la candidatura de Janine Añez terminó de fracturar en tres frentes principales y varios menores a los autoproclamados candidatos “democráticos”: Mesa, Camacho y Añez encabezarían estos tres frentes. Tuto, Doria Medina, Camacho y Albarracín critican a Añez porque, dicen, “no debería” ser candidata, por ser presidente.
En realidad la critican porque les quita votos a ellos. Camacho que era el que tenía el apoyo de la mayor parte de la oligarquía agroindustrial, ve ahora que sus patrones empiezan a virar a poner plata para Añez-Costas. La candidatura de Añez responde directamente al Partido Demócrata, que vio la oportunidad de quedarse con el poder.
Y Mesa, el ex vicepresidente del neoliberal Goni, ve como se le escapan sus aliados, Revilla y Oliva, para ponerse bajo el sol de Añez que calienta mejor sus intereses.
¿Que proponen para el país?
Pero, en tanta disputa, no hay una sola palabra sobre proyectos de país. Lo único que dicen es “democracia” y “contra la corrupción”. Pero la corrupción no es sólo funcionarios que roban, sino que su aspecto principal es el entreguismo de nuestros recursos a las transnacionales y el agronegocio, que hizo el MAS y que todos los otros se proponen continuar, beneficiándose ellos, en vez del MAS, de las coimas generosas de los grandes empresarios.
¿Que van a hacer con las transnacionales, que van a hacer con el Amazonas y Chiquitanía, con la minería, con los territorios protegidos, con la educación, la salud, la tercerización laboral, el salario, y la paridad de la moneda (¿van a una devaluación?). De eso ninguno habla, porque saben que sus proyectos, dictados por el gran capital, serían impopulares, y le restarían votos. Todos ellos son agentes de las transnacionales y el agronegocio, por lo que sus proyectos económico sociales coinciden en preparar un duro ajuste antipopular, del cual le van a echar la culpa al gobierno del MAS, con el argumento de que “no hay otra opción por el desastre que dejó el MAS”.
El MAS, por su parte, con el dedazo de Evo Morales, eligió a Arce Catacora, que es justamente el ex ministro de Economía que viene del neoliberalismo, que ya fue funcionario del Goni (cuando Mesa era el vicepresidente), y que fue el que hizo el acuerdo con las transnacionales y el agronegocio en el gobierno del MAS. Ahora también comenzó a argumentar que la economía está deteriorada por culpa de la derecha ahora gobernante, preparando la justificación de su propio ajuste antipopular en caso de ganar.
¿Cual democracia?
Miles de jóvenes que lucharon por “la democracia”, ahora se encuentran con un circo totalmente antidemocrático, un reparto entre 10 partidos, ninguno de los cuales corresponde a intereses populares y con el gobierno de Añez que utiliza los recursos del Estado para afianzar su propia opción derechista. Las organizaciones de base no pueden participar ni expresar sus demandas, sin el permiso y condición de someterse a alguno de esos partidos.
La ley de partidos se mantiene tal cual, y por eso no puede participar ningún candidato independiente, ni aunque represente una organización importante indígena o de los trabajadores.
Mientras, esos partidos, frentes y candidatos, preparan un duro ajuste económico contra el pueblo trabajador. De hecho, y aunque esconden sus verdaderas intenciones, en estos escasos meses que gobernaron, ya mostraron que continúan con la política agraria que habían acordado el gobierno de Evo Morales y los agroindustriales, que llevó al desastre de Chiquitanía (8 millones de hectáreas de bosques entregados al agronegocio en Beni), decretaron la libre exportación en favor de los agroindustriales y están llevando al colapso a los hospitales públicos.
Por una Agenda del Pueblo Trabajador
Desde el Partido de Trabajadores, y ARPT del cual somos parte, creemos que tenemos que levantar junto a otras organizaciones de izquierda y del pueblo, una agenda del pueblo trabajador.
Denunciando que ninguno de los candidatos nos representa, ni va a defender medidas como una salud pública gratuita con fondos suficientes de al menos 15% del presupuesto nacional, educación pública gratuita y de calidad, no a la tercerización laboral inclusión en la ley de trabajo de todos los trabajadores, asistencia estatal a la economía campesina con obras de riego y apoyo técnico para producir alimentos, expropiar y verdadera nacionalización de hidrocarburos, minería y litio, defensa de nuestros bosques y áreas protegidas, y otros puntos básicos que son necesarios para un verdadero cambio social en Bolivia, que hoy tienen que ser nuestra bandera de lucha contra gobierno derechista en la perspectiva de la lucha por un gobierno de las organizaciones del pueblo trabajador, mediante Asambleas Populares con representantes electos por la base y revocables.
CONSTRUIR EL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES
RECUPERAR NUESTRAS ORGANIZACIONES PARA LAS BASES
POR EL GOBIERNO DE TRABAJADORES DEL CAMPO Y LA CIUDAD DESDE SUS ORGANIZACIONES DE BASE, EN ASAMBLEA POPULARES
MUCHOS CANDIDATOS Y NINGUNO REPRESENTA AL PUEBLO TRABAJADOR