Movimiento Socialista de los Trabajadores, sección de de República Dominicana de la UIT-CI
El intento del gobierno de realizar un masivo fraude electoral en las elecciones municipales se ha revertido para convertirse en una de las más importantes derrotas políticas sufridas por el PLD desde su ascenso al poder. El fraude masivo consistió en excluir a candidatos opositores de las boletas electrónicas. Desde tempranas horas de la mañana quedó claro que la elección estaba viciada y en centenares de centros de votación empezaron a generarse protestas por las boletas alteradas. Antes del mediodía ya la Junta Central Electoral tuvo que anunciar la suspensión de las elecciones.
Ciertamente no es el primer fraude a gran escala realizado en nuestro país, Balaguer perpetró varios fraudes y siempre se practicó el clientelismo y la coacción para distiorsionar los procesos electorales, pero esta es la primera vez que el fraude fracasa estrepitosamente y lleva al colapso de la elección. Es claramente un síntoma de la gran debilidad del régimen. El PLD viene del fracaso del intento reeleccionista de Danilo Medina y de una calamitosa división luego de la salida de Leonel Fernández. Desesperados ante la perspectiva de un voto castigo a la corrupción que los llevara a un gran fracaso electoral, se han lanzado a la aventura de un fraude masivo sin contar con un aparato burocrático cohesionado, sino por el contrario cruzado por toda clase de divisiones, disputas, en el que cunde el pánico por la inminente derrota. En ese marco era prácticamente imposible que todos se disciplinaran a una jugada tan riesgosa como la imposición de un fraude abierto y masivo. Por eso las dudas y las divisiones en el aparato estatal llevaron a que la JCE retrocediera y en relativamente poco tiempo diera marcha atrás con los planes del fraude, suspendiendo la elección.
El gobierno y la JCE intentarán esconder su intento de fraude alegando que se trató de problemas técnicos, y planteando la unificación de las elecciones municipales y presidenciales. Pero no existen precedentes en ninguno de los países en los que se han realizado elecciones electrónicas para un fracaso técnico de estas dimensiones, en el que da la casualidad de que no fueron los candidatos del PLD los afectados, solo los candidatos opositores. Además del gigantesco caudal de millones de pesos dilapidado en el sistema de votación electrónica. El fraude no puede ser ocultado, debe castigarse a los culpables.
El gobierno ha sufrido un duro golpe con este fracaso pero intentará reeditar el fraude en las elecciones presidenciales. Todos los sectores que se reclaman democráticos deben sumarse a una gran movilización para exigir la renuncia de Danilo Medina y que el gobierno interino se limite a realizar las elecciones. Las nuevas autoridades de la JCE deben ser personas probas, no ligadas al PLD ni a los partidos del sistema, con el aval de las organizaciones obreras y populares. Las nuevas elecciones deben realizarse en condiciones democráticas, sin proscripciones, que puedan participar aquellos partidos arbitrariamente proscritos como el Movimiento Patria Para Todos; también debe permitirse la postulación por iniciativa popular de dirigentes comunitarios y luchadores sociales.
La debacle de las elecciones municipales se convierten en una oportunidad extraordinaria para que el pueblo dominicano sea el protagonista en la definición de su propio futuro, pero solo si tomamos las calles para hacernos escuchar.
Desde el Movimiento Socialista de los Trabajadores nos pronunciamos en contra de votar por ninguno de los candidatos del sistema, ni los del PLD ni los de la falsa oposición burguesa del PRM, la FP, el PRSC, Alianza País o sus aliados. Sigue siendo nuestra posición la de no apoyar a ningún candidato procapitalista, entreguista o racista. Pero ante este intento de fraude consideramos que es de crucial importancia que las organizaciones de izquierda independientes llamemos a todos los trabajadores y al pueblo, más allá de las preferencias electorales que tengan, a una gran movilización nacional en contra del fraude en la que exijamos la renuncia inmediata de Danilo Medina como el principal responsable político del intento de fraude, así como de la directiva de la JCE. Debe haber juicio y castigo a los responsables del fracasado fraude, tanto sus ejecutores materiales como sus autores intelectuales.