Garantizar las medidas de contención del coronavirus, la inversión en salud pública, el salario mínimo para los necesitados, el mantenimiento de los salarios y los puestos de trabajo
CST-PSOL
En un discurso en la cadena nacional (25/3), el presidente Jair Bolsonaro puso a prueba, una vez más, la lealtad de sus más devotos seguidores y la paciencia de la gran mayoría de la población brasileña, intensificando su conducta negacionista, delirante y absolutamente irresponsable ante la pandemia de coronavirus. En su aterrador discurso, Bolsonaro defendió el fin del aislamiento social y la reapertura de empresas y escuelas, en contra de las acciones adoptadas en otros países y guiadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), arriesgando la vida de millones de brasileños. Se escucharon ruidosos cacerolazos en las principales ciudades del país en protesta, durante el discurso del presidente. Además de las protestas, también vimos un aumento en la circulación de personas en las calles y en el transporte de São Paulo, demostrando lo irresponsable que es el discurso de Bolsonaro y que puede costar muchas vidas.
El presidente cierra los ojos ante los datos de contagio, el número de muertes y las proyecciones estadísticas que indican una alta velocidad de infección por el coronavirus, una enfermedad que no tiene una vacuna capaz de prevenir millones de muertes en Brasil y en el mundo. Bolsonaro subestima la gravedad de la pandemia y a menudo ironiza sobre el hecho de que el Covid-19 es una «gripe», un «resfriado», ignorando que la enfermedad en Italia, el país con el mayor número de muertes, ha llevado al colapso del sistema de salud.
Bolsonaro incluso ignora las preocupaciones de ABIN que, según el sitio web de Intercept, envió un documento al presidente el día 23 en el que advertía la posibilidad de 5.000 muertes por Covid-19 en Brasil, en los próximos 15 días.
Antes del desastroso discurso, Bolsonaro se reunió con importantes empresarios de varias ramas de la economía. El presidente sigue siendo obstinado en su política agresiva de defender que la economía debe seguir a cualquier costo, que los empresarios deben seguir sacando provecho, incluso si esta conducta conduce a la muerte. El presidente busca satisfacer los deseos de los empresarios más lunáticos del país, como Junior Durski (Madero), Alexandre Guerra (Giraffas), Luciano Hang (Havan) y Roberto Justus (empresario y presentador de televisión). Este grupo, que constituye la base de apoyo más sólida del Bolsonaro entre los empresarios brasileños, ha utilizado las redes sociales para contrarrestar la ciencia, relativizar y minimizar los efectos de la pandemia de coronavirus, abogando por que sus empresas permanezcan activas a cualquier precio. Para imponer su política, Bolsonaro amenaza con «salirse de la normalidad democrática», indicando de nuevo el deseo de avanzar en su proyecto autoritario y dictatorial. Bolsonaro reproduce el mismo discurso del jefe del imperialismo, el multimillonario empresario Donald Trump, que pide el fin del confinamiento por coronavirus en los EE.UU., en una posición que podría convertir a los EE.UU. en el epicentro de la epidemia.
No aceptes morir para satisfacer el lucro de los patrones
Los trabajadores deben mantener los cuidados necesarios para protegerse del coronavirus e ignorar las irresponsables palabras del presidente, quedándose en su casa, tal como recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS), el propio Ministerio de Salud, y hasta ahora, los departamentos de salud y las autoridades sanitarias. Es un hecho que además de Bolsonaro, gobernadores como Dória (SP) y Wytczel (RJ) son también responsables de la actual situación dramática del país. En estos estados, varios servicios que no son esenciales siguen funcionando, porque los gobernadores quieren imponer que miles de trabajadores que podrían estar en casa, sigan trabajando, asegurando el negocio de los patrones. Las escenas de hoy de un metro de São Paulo lleno de gente son sólo un ejemplo de esta situación.
Hay que poner fin a todo lo que no sea esencial para el sustento de la población. Que ningún trabajador se vea obligado a poner su vida en peligro, ni pueda ser forzado a trabajar únicamente para mantener el beneficio de un pequeño grupo de empresarios lunáticos y hambrientos de dinero. Bolsonaro defiende a estos empresarios y mantiene intacto el lucro de los banqueros, porque sigue sin suspender el pago de la deuda, que podría destinar miles de millones de reales diarios a la lucha contra la pandemia del coronavirus.
Los sindicatos tienen que cambiar su postura y defender al trabajador
Las principales centrales sindicales del país deben apostar por la indignación y las formas alternativas de movilización de la clase obrera, ya que persisten en priorizar los acuerdos con el corrupto Congreso Nacional y las cumbres con Rodrigo Maia y Davi Alcolumbre, artífices del ajuste fiscal que hoy agrava la crisis. No tiene sentido que las cumbres nacionales de la CUT, CTB, Força Sindical y UGT permanezcan inertes mientras miles de trabajadores afiliados a sus sindicatos siguen activos en fábricas y servicios que no son esenciales. Aún más graves son los acuerdos firmados por dirigentes sindicales traidores que reducen los derechos, como en el caso de los bares y restaurantes.
Vamos con los metalúrgicos de São José dos Campos y la CSP-Conlutas, para exigir licencias pagadas para todos y todas
Los sindicatos deben orientar la misma política defendida por la CSP-Conlutas y el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de São José dos Campos (SP), que proponen una cuarentena nacional, licencias pagadas para el conjunto de la clase obrera y están dispuestos a garantizarla mediante una huelga general.
Ante la criminal irresponsabilidad del Presidente de la República ante la crisis surgida de la pandemia, es urgente sacar al Bolsonaro del poder, un caso de vida o muerte para la clase obrera y la población brasileña, para preservar nuestras vidas, nuestros derechos y nuestras libertades democráticas.
Exigimos una huelga general
Llamamos a las direcciones de la CUT, CTB, Força Sindical, UGT, UNE, UBES, ANPG, MST, Frente Brasil Popular y Povo sem Medo a convocar una huelga general para sacar a Bolsonaro, Guedes y Mourão y reforzar la convocatoria del cacerolazo que está prevista para el 31 de marzo.
La huelga general es el método de lucha que ha sido utilizado hoy en día por la clase obrera italiana, donde miles de trabajadores industriales se han negado a seguir trabajando y arriesgando sus vidas para garantizar las ganancias de los patrones.
Debemos seguir el ejemplo de los trabajadores en Italia, que vienen protagonizando huelgas y han conseguido que las centrales llamen a una huelga general para el 25 de marzo. El sector metalúrgico de todo el país se está uniendo, otros sectores se están adhiriendo y sumando, como Lombardía, la región más afectada del país.
Esta batalla debe ser encabezada por el PSOL y sus diputados, MTST, PCB, PSTU y UP, formando un frente de izquierda y socialista, con propuestas efectivas para luchar contra la crisis, superando el papel de oposición institucional que prevalece en los partidos y movimientos de Lula o en alternativas burguesas como el PDT, PSB y Rede.
El polo político que firma el juicio político podría ser la primera línea de la batalla para la huelga general para derrocar a Bolsonaro
Sin duda este papel combativo, de unir esfuerzos para construir una huelga general y cacerolazos para derrocar al Bolsonaro, podría ser liderado por los congresistas Fernanda Melchiona, Sâmia Bomfim y David Miranda, quienes junto con otros congresistas, intelectuales y artistas lideran un fuerte movimiento en línea para la destitución del Bolsonaro. Se trata de una unidad de acción en las redes sociales que también integramos a través de nuestro mandato del concejal Babá (PSOL/RJ – CST), junto con nuestros compañeros de Contrapoder Plínio Jr. y Renato Cinco. Poner la fuerza de este movimiento online contra Bolsonaro al servicio de impulsar en las redes sociales una huelga general, es una necesidad.
Es necesario impulsar cacerolazos cada vez más ruidosos y acciones coordinadas en los medios de comunicación social para derrocar a este gobierno. #FueraBolsonaro, el 31 de marzo es el día nacional del cacerolazo!
25/03/2020 – Corriente Socialista de trabajadores y trabajadoras
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