La huelga general, según declaraciones de Unidad Sindical de Base (USB), la central principal que lanzó la huelga del 25, fue exitosa. También lo reconocieron las confederaciones mayoritarias.
Miles de trabajadores hicieron esta huelga para obligar a cerrar más fábricas, cuyo funcionamiento hacen peligrar la salud pública y de miles y miles de trabajadores y sus familias. En un país en donde la pandemia del coronavirus pasó a estar en primer lugar en muertos. Y es muy grave el avance de la pandemia ante un servicio de salud colapsado. Como también por las medidas irresponsables del gobierno de Giuseppe Conte que ha permitido que las multinacionales y las patronales de la industria siguieran produciendo.
La Unidad Sindical de Base y la Federación de Metalúrgicos, adherida a la Confederación General Italiana del Trabajo-CGIL (la central sindical mayoritaria de Italia) declararon un 70% de adhesión a la huelga de ayer.
La CGIL dijo que, en Lazio (que abarca a la capital Roma) y Lombardía (cuya capital es Milán), fue exitosa en el sentido que los trabajadores se abstuvieron del día laboral. Esto es muy importante porque abarca a las principales industrias, en especial a los metalúrgicos del Norte de Italia. Eso determinó, también, el llamado del gobierno a los sindicatos mayoritarios para retroceder y aceptar quitar del decreto a algunas actividades industriales que no son esenciales y que antes eran consideradas como “esenciales”. Por ejemplo, toda la metalurgia y algunas ramas del sector energético del plástico. Por ahora se quedan como “esenciales” solo la rama de salud y farmaceútica, el transporte y los bienes de consumo relativos a la alimentación.
La participación en la huelga simbólica de un minuto en servicios esenciales también ha sido excepcional. Se han unido todos los comandos de la brigada de bomberos, al igual que enfermeras, médicos, trabajadores de la salud y personal auxiliar de la red nacional de hospitales.
Es precisamente el personal de salud, a menudo precario, quienes, sin poder realizar huelga, quisieron estar virtualmente presentes el día de la lucha, también para recordar a Daniela Trezzi de 34 años, enfermera en la terapia intensiva del hospital San Gerardo, situado en la ciudad de Monza, Lombardía. Trezzi se suicidó, abrumada por la grave situación que están pasando los trabajadores de la salud en Italia. Hasta ahora son 29 los médicos que han perdido la vida afectados por el coronavirus.
La huelga de las y los trabajadores italianos es un ejemplo para toda la clase trabajadora y los pueblos del mundo. La UIT-CI ratifica el llamado a la solidaridad internacional con los trabajadores y el pueblo de Italia en este difícil momento.
Corresponsal. Roma. 26/3/2020