La epidemia del Covid19 ha detenido de manera importante la actividad económica a nivel mundial. Los anuncios del Banco mundial y del FMI prevén la recesión más importante desde “la gran depresión del 29”, frente a la debacle económica que recorre al mundo muchos son los gobiernos que se han negado a la cuarentena total con el argumento de no sacrificar a la economía. Como siempre los empresarios escogen sacrificar a la clase trabajadora para mantener sus ganancias. Piñera se niega a esta medida, por lo tanto, los trabajadores y trabajadoras debemos responder con la huelga general y que la crisis económica la paguen los patrones.
La clase trabajadora esta forzada a pagar con su salud y su vida la estabilidad económica
Y es que en un régimen normal de la actividad económica las posibilidades de contagio son de casi el 95%; el sistema de transporte sólo en Santiago alcanza los dos millones de usuarios en la hora punta. El mayor distribuidor del virus es el atochado sistema de transporte público; por otro lado, el comercio, aunque restringido al abastecimiento esencial reúne en sus centros de venta a cientos a decenas o cientos de trabajadores en contacto directo con miles de personas diariamente; en la industria la situación no es mejor. La gran industria y la minería reúne a miles de trabajadores por faena, donde incluso en las faenas mineras se encuentran las 24 horas en campamentos una parte importante del mes como en el caso de la gran minería del norte del país; la construcción reúne una gran cantidad de obreros por faenas en las principales obras del país como es el caso del nuevo aeropuerto; la industria frutícola agolpa en su producción una parte importante de la mano de obra de las comunas y regiones agrícolas que ven en estos meses la mayor parte de su actividad, como el caso de la industria vitivinícola.
La ganancia patronal exige pagar con el peligro de contagio
¿Por qué aún no hay cuarentena total? Piñera repite el libreto que ha costado miles de vidas en el mundo, no decretar las cuarentenas hasta que las muertes y los contagios colapsan los sistemas sanitarios para atrasar la conmoción económica. Este gobierno juega al control de la epidemia y al negacionismo de sus alcances para mantener sano un modelo económico donde menos del 10% de la población se queda con más de la mitad de la riqueza, mientras más del 70% de los salarios están por debajo los 500 mil pesos y la mitad de ese porcentaje gana el salario mínimo. La verdadera salud que le preocupa a Piñera es la de los grupos económicos nacionales y las trasnacionales, la de los bancos y de la bolsa, que son quienes han tenido caídas históricas en sus ganancias y su rentabilidad. Para mantener esas ganancias siderales que tuvieron año tras año por décadas exigen no parar la actividad económica, a costa de que la curva de contagios no deje de aumentar.
Que la crisis la paguen los y las trabajadoras, mientras la actividad económica sigue
Mientras en las líneas aéreas rebajan los sueldos a la mitad y exigen ayuda estatal, mientras en el comercio reducen personal y no pagan sueldos y ese escenario se copia en todas las empresas, mientras se colapsa las filas en la AFC para cobrar el seguro de cesantía y se dispara la cesantía, dejando a familias trabajadoras en la calle, el gobierno lanza un plan económico en favor de los empresarios. Colocando a las Pymes como argumento –que dan casi el 80% del empleo en el país- nos imponen medidas de protección del empleo que van desde ocupar nuestros seguros de cesantía hasta suspender el pago del salario, al tiempo que se anuncian protecciones estatales para el 40% más pobre del país con bonos miserables y repactaciones de deudas básicas. Ninguna medida toca las grandes fortunas ni impone medidas especiales a las grandes empresas que se han enriquecido por década, la protección del empleo no prevé la inyección de recursos a las pymes sino es por medio de un crédito que aumenta las ganancias de los bancos. La protección estatal sólo está para los grandes grupos económicos y las trasnacionales.
Paro total para imponer la cuarentena, que la crisis la paguen los patrones
Para imponer la cuarentena total y que los sueldos se sigan pagando sin despidos es necesario continuar la lucha del 18 octubre. Mientras la clase trabajadora siga siendo obligada a trabajar, entonces pagara con su vida y la de su familia la riqueza de los empresarios. Es más necesario que nunca unir todos los gremios y sindicatos y sacar de su conducción a los elementos traidores que pactan con el gobierno, como es el caso de la CUT, para preparar la convocatoria a un paro efectivo nacional exigiendo la cuarentena total e imponer un pliego económico de emergencia.
Jonathan Ríos “Perro”