Editorial de UNÍOS N°21, Uníos Perú sección peruana de la UIT-CI.
¡Esto no va más! ¡Abajo el modelo de Vizcarra, la Confiep y el Acuerdo Nacional!
En 50 días el gobierno no ha reforzado el sistema sanitario, estamos peor que antes y se observa el colapso de los hospitales en las regiones, donde los médicos mueren contagiados y cientos de personas son atendidas en las puertas de los hospitales.
Faltan camas, respiradores, oxígeno e insumos. Lo que es peor, médicos, enfermeras y técnicos tienen que salir a la calle para, con mucha razón, exigir mascarillas, mandilones y accesorios básicos de seguridad para cumplir sus labores y no acabar infectados.
La reactivación económica sin salud ni seguridad laboral es un crimen
A pesar de esta grave situación económica, social y sanitaria, con cerca de 55 000 personas contagiadas, el gobierno pretende, comenzar la reactivación económica de algunos sectores productivos con el solo objetivo de garanzarle las ganancias a los empresarios de la Confiep.
El gobierno abrirá actividades económicas sin garantizar la seguridad ni la salud de los trabajadores, sin los respiradores necesarios y con un ejército de profesionales de la salud flexibilizados o tercerizados ¡Miles de trabajadores no cuentan con seguro médico! El gobierno en ninguna fase nos explica cómo sería la reactivación en los sectores informales, ni en los mercados de abastos, dejando de lado a una masa importantisima de trabajadores que se ven obligados a trabajar día a día ante la ausencia de un verdadero salario de emergencia que garance una cuarentena sin hambre.
El modelo de reactivación se pondrá en marcha bajo la amenaza de despido y la rebaja salarial. Los trabajadores se moverán por el chantaje, el hambre y el miedo a la cesana. Mientras los grandes empresarios que piden a gritos la reactivación, se sentaran en sus lujosas casas esperando las ganancias que mes a mes le roban al esforzado pueblo trabajador.
¿Qué es volver a la normalidad?
Los empresarios piden “volver a la normalidad”. Pero, para los trabajadores volver a la normalidad es regresar a las extenuantes jornadas de 12 horas de trabajo a cambio de un sueldo miserable, mientras la SUNAT ajusta a la señora de la bodeguita y exonera los tributos a las grandes empresas nacionales y extranjeras, las mismas que el gobierno y BCRP favorecieron con S/. 30.000 millones de soles para garantizar su rentabilidad. Esa normalidad donde el gobierno oxigena las ganancias empresariales mientras el pueblo se asfixia por el Covid-19 y la miseria, no la queremos.
Tampoco queremos esa normalidad de despedir a los trabajadores, en especial a los sindicalizados que se ponen de pie contra los atropellos capitalistas, de mantener a los jubilados con pensiones de hambre. Rechazamos esa normalidad impune que no castiga la corrupción, la que manda a casa a todos los corruptos como Keiko Fujimori, y reprime y encarcela a los que luchan, a los jóvenes secundarios que piden rebaja en el Metropolitano o a quienes salen a vender mercadería para ganarse la vida.
Ya no queremos su normalidad de explotación, precariedad y miseria para muchos y enormes ganancias para pocos.
Por una salida de los trabajadores y el pueblo
El modelo donde el mercado resolvería todos los problemas de la gente no sirve, es un fraude. Los que acabaron con nuestra incipiente industria y nos convirtieron en exportadores de piedras, fueron todos gobiernos corruptos al servicio de la CONFIEP. Se llevaron y se llevan las riquezas de nuestro suelo y nos dejan contaminación y campos arrasados. También nos dejan pensionistas pordioseros, estudiantes endeudados y niños con plomo en la sangre. Hospitales desmantelados, educación para el lucro y miles de personas en condiciones de hambre mientras los ricos amasan fortunas.
Las tareas son muchas, desde Uníos en el Frente Amplio proponemos comenzar con una medida para que no seamos los pobres los que paguemos la crisis: impulsamos la creación de un impuesto a las grandes fortunas de las personas naturales y las grandes empresas, anulando todas las exoneraciones y subsidios que reciben como premio por explotar a los más pobres. La crisis del COVID-19 ha rebasado el vaso, y ahora la crisis la deben pagar ellos, los verdaderos responsables de esta desesperante situación.
El objetivo es crear un fondo para garantizar que ningún habitante de este país pase hambre y necesidades, un fondo que garance el fortalecimiento de la salud pública, que ninguna persona se quede sin seguro de salud por falta de dinero y que los trabajadores de la salud tengan salarios dignos, estabilidad laboral y cuenten con los recursos necesarios para no morir. Estas medidas no pueden esperar, ni se darán desde los ministerios, el parlamento ni el farsante Acuerdo Nacional, deben ser gestadas en la unidad y movilización de los trabajadores y los pueblos.
Llamamos a poner en pie un movimiento nacional que impulse un plan económico alternativo, de los trabajadores y los pueblos, que agrupe a todas las organizaciones que quieran enfrentar el modelo de Vizcarra, la CONFIEP y el Acuerdo Nacional en defensa de los derechos de la clase trabajadora, los pobres y los pueblos originarios. Hay que luchar por la anulación de la suspensión perfecta de labores, prohibir despidos y ceses colectivos, garantizar la plena estabilidad laboral y terminar con la tercerización, los CAS y la informalidad. Hay que impulsar un sistema pensionario sin AFPs con garantía estatal y dirigido por los mismos trabajadores. En defensa de la salud pública al servicio del pueblo, terminar con el lucro de la salud privada y los laboratorios privados. Hay que cambiar todo lo que sea necesario para conquistar una vida digna paras las mayorías populares, con la unidad y lucha de los trabajadores y los pueblos podremos lograrlo.