Por Eduardo Ruarte
De cara a las próximas elecciones presidenciales en EEUU, Trump viene bajando en las encuestas y para asegurar su base social de votantes, pretende aumentar la cuotas represivas en todo el país.
En medio de la oleada de movilizaciones antirracistas que surgieron a partir del asesinato de George Floyd, por la policía de Minneapolis, que se transformó en un gran movimiento antirracista contra la violencia policial y la discriminación, Trump profundiza la represión y su reelección comienza a tambalearse.
Portland, una de las ciudades más importantes del Estado de Oregón, gobernado en su mayoría por el Partido Demócrata, se transformó en uno de los focos más importantes de la movilización. Haces más de 50 días que, desde mayo, miles de manifestantes se movilizan contra la brutalidad policial, la represión y el racismo, pero además contra el discurso y políticas de odio de Donald Trump. Una ciudad que se caracteriza por su visión progresista, donde tiene peso el movimiento feminista y de lucha contra el cambio climático, sirvió de escenario para encender la llama de las movilizaciones antirracistas. Desde el movimiento feminista y las organizaciones ambientalistas, hasta grupos antirracistas identificados con el Black Lives Matter, incluso un grupo de mujeres que se hacen llamar “el muro de madres”, que forman un cordón entre la policía y los manifestantes, son quienes le ponen el cuerpo día a día a las protestas.
Con la caída en las encuestas, 10 puntos abajo respecto de su contrincante Joe Biden según la Real Clear Politics, Trump busca consolidar su base social, los sectores que están más a la derecha dentro del Partido Republicano. Es así que busca aumentar la represión y el uso de las fuerzas federales en nombre de la “ley y el orden”, refugiándose en una ley que fue sancionada hace más de 200 años. Trump envió tropas a Portland, militarizando la ciudad y reprimiendo las protestas que se vienen desarrollando. Esto hizo que las movilizaciones crecieran, las fuerzas federales actuaron de forma ilegal con detenciones arbitrarias y hasta secuestros de manifestantes por uniformados en vehículos sin identificación. Accionar que festejó Trump y alentó a anuncia que enviaría más tropas a ciudades como New York, Chicago, Filadelfia y Detroit, en una disputa política con el Partido Demócrata.
En esta carrera por encabezar las encuestas para las próximas elecciones, en medio de una oleada de manifestaciones, que se agudiza cada día más, y el aumento de la represión, se le suma los rebrotes de coronavirus en Estados Unidos. El fracaso de la atención de la pandemia por el gobierno de Trump y el crecimiento de las movilizaciones, le dejó un margen positivo a Joe biden, candidato a presidente por el Partido Demócrata. Esta falsa polarización es una cortina de humo para sostener el bipartidismo en corazón del imperialismo. Ambos partidos dispuestos a sostener y profundizar las políticas de ajuste y represión para salvar de la crisis al sistema capitalista. Así como Trump y el Partido Republicano avanzan en su política represiva, el Partido Demócrata es responsable de los cientos de asesinatos y represión policial que ejerce en los estados y ciudades donde gobierna, como en Chicago, Portland, o Minneapolis, donde asesinaron a George Floyd.
La Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional, así como se movilizó y solidarizó con las movilizaciones antirracistas en Estados Unidos y el mundo, llama al repudio del avance represivo de Trump. Como corean los manifestantes en Portland, “fuera las fuerzas federales”. Contra la represión policial de los gobiernos estatales y municipales donde gobiernan el Partido Demócrata y el Partido Republicano, y la represión de Trump. Todo el apoyo a la rebelión popular antirracistas, por la libertad todos los detenidos y contra el gobierno de Trump y toda su política reaccionaria, racista e imperialista.