Escribe Miguel Lamas, para El Socialista N°475 (Argentina 2.08.2020)
El sábado 29, en Portland, grupos racistas trumpistas atacaron a los manifestantes antirracistas que denunciaban la brutalidad policial. La nueva oleada de protestas se desató después de que un agente de policía de Kenosha, Wisconsin, le disparó siete veces en la espalda al afroamericano Jacob Blake. Además de las masivas manifestaciones callejeras, se produjo una inédita huelga de los deportistas de la NBA y el fútbol en repudio a la violencia policial.
Esta nueva oleada de protestas raciales en los Estados Unidos se desató el domingo 23 de agosto, después de que un agente de policía de Kenosha, en Wisconsin, disparó siete veces en la espalda al afroamericano Jacob Blake, de 29 años, quien se encontraba con sus tres hijos en momentos en que estaba entrando en su auto. Si bien sobrevivió, se teme que pueda quedar parapléjico.
Esta ciudad ya fue hace unos meses escenario de violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía cuando murió George Floyd.
Por otra parte, Kyle Rittenhouse, un joven de 17 años, fue detenido la semana pasada, también en Kenosha, al quedar registrado en unos videos que lo muestran disparando contra los manifestantes con un rifle de asalto y golpeando a dos personas que intentaron detenerlo. Después dijo orgulloso: “Acabo de matar a alguien”. En otros videos aparece “asistiendo” informalmente a la policía en la represión. El entrenamiento de grupos de jóvenes racistas en el uso de armas de parte de la policía ya es una práctica habitual.
Portland
Por más de noventa noches consecutivas, desde el asesinato de George Floyd en mayo, los manifestantes en Portland denunciaron la brutalidad policial y la injusticia racial. Las protestas se fueron fortaleciendo después de los hechos de Wisconsin.
El sábado, los simpatizantes de Trump organizaron una marcha –“Trump 2020 Cruise Rally in Portland” (marcha por Trump 2020 en Portland)– con sus vehículos, desde las afueras hacia el centro de la ciudad, con camiones, coches y motos. Atacaron violentamente a los manifestantes antirracistas con gases e incluso disparando armas de fuego. En uno de los enfrentamientos hubo un muerto que llevaba una gorra con la insignia de Patriot Prayer, un grupo de extrema derecha.
El propio Trump aplaudió los ataques racistas: “La gente de Portland no tolerará más la inseguridad. El alcalde es un TONTO”, tuiteó.
Los deportistas se unieron a las protestas
La NBA y el fútbol se unieron a las protestas contra la brutalidad policial. Los equipos de la MLS estadounidense, que disputaban la séptima jornada, no jugaron la fecha.
El lema Black Lives Matter preside los partidos, los nombres reivindicativos, las camisetas y las rodillas se clavan en el suelo mientras suena el himno antes de cada partido, reproduciendo el gesto de protesta que hizo famoso el quarterback de la NFL Colin Kaepernick en 2016, quien afirmó entonces: “No voy a levantarme para mostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a los negros y a la gente de color”.
En la liga de fútbol de la MLS, la solidaridad por el caso Blake empezó en el Inter Miami-Atlanta. Los equipos salieron a la cancha y estuvieron algo más de media hora sin iniciar el partido. Luego, los jugadores de ambas formaciones posaron abrazados, junto a los jueces del partido, en el centro del campo antes de declarar la suspensión del encuentro por la agresión policial contra Blake, y en acuerdo con la postura de los jugadores de la NBA, que también se hizo extensiva al béisbol de las Grandes Ligas.
A estas protestas se unieron también las jugadoras de la WNBA, que en vez de disputar sus partidos se arrodillaron y levantaron sus puños mientras se escuchaba el himno.
Carrera electoral en medio de la crisis
Atravesado por la oleada de manifestaciones y rebrotes del coronavirus, Trump trata de consolidar su propia base de ultraderecha racista. Hasta llegó a acusar a los demócratas de “comunistas”.
Por su parte, Joe Biden, candidato presidencial del Partido Demócrata, eligió a la senadora afroamericana Kamala Harris como candidata a vice. Biden lleva 7 u 8 puntos de ventaja sobre Trump en todas las encuestas, producto tanto del desastre de la salud que hizo Trump con la pandemia y los cuarenta millones de despedidos, como por su política racista y represiva.
Biden intenta recuperar para los demócratas el apoyo del movimiento afroamericano y de la juventud antirracista. La renuncia del candidato Bernie Sanders en las internas decepcionó a millones con el Partido Demócrata, ya que mostró en la práctica que ni siquiera acepta un tímido programa social reformista.
La historia de los Estados Unidos, incluso la reciente, con el gobierno de Obama y los gobernadores y alcaldes demócratas, mostró que ninguno de ellos superó el racismo ni la violencia policial, y menos los males estructurales, de explotación social, que mantienen la opresión racial.
Compartimos y apoyamos desde la UIT-CI el legítimo odio a Trump y a su policía racista, y la movilización contra el racismo y contra Trump. Pero también llamamos al movimiento antirracista a no confiar más en el Partido Demócrata y a luchar por un movimiento de verdadera izquierda independiente para terminar con el racismo, con su policía asesina y el criminal capitalismo racista e imperialista yanqui.