Prensa UIT-CI 30.01.2021
Mientras la pademia del Covid 19 no se detiene en el mundo estalla la crisis de los planes de vacunación.
Surge claramente el rol nefasto de las multinacionales de la industria farmacéutica mundial. Vuelve a ponerse en evidencia el rol criminal del sistema capitalista-imperialista. Los propios gobiernos imperialistas como Alemania, Francia o Italia denuncian los incumplimientos de entrega de vacuna de las multinacionales como Pfizer, Moderna o AstraZeneca. Los propios gobiernos capitalistas avalan el secretismo de los contratos. Se desconoce cuánto pagará por las vacunas y cómo se fijan los precios. Las multinacionales, con la gigante Pfizer a la cabeza, introducen cláusulas que las eximen de responsabilidades por efectos adversos, las blindan contra los sistemas judiciales nacionales. Mientras millones de personas se siguen contagiando y muriendo por el Covid 19, las vacunas se han convertido en un gran negocio para las multinacionales farmacéuticas.
Desde la UITCI nos sumamos a todos aquellos que luchan y reclaman por la abolición de las patentes farmacéuticas, por vacunas gratuitas para todos y un plan de producción de emergencia mundial de vacunas, con libertad de producción en cada país.
Para profundizar en porque existe esta crisis de vacunación, reproducimos partes destacadas de una nota (El Socialista N° 490. 26/1/2021) del doctor Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop (organización sindical d ellos profesionales de la salud de la Provincia de Buenos Aires, Argentina) y dirigente de Izquierda Socialista, sección de la UIT-CI de Argentina.
“El retraso en la producción de vacunas es un problema mundial del que participan todas las multinacionales farmacéuticas. Hasta el presente solo se han vacunado 64 millones de personas en todo el mundo: 20 millones en Estados Unidos, 15 millones en China, 7 millones en el Reino Unido y en Alemania, España, Italia y Francia 1,5 millones en cada uno. En Brasil 600.000 y en la Argentina 292.000. (…) El 75% de los países no ha comenzado la vacunación masiva.
¿Por qué ese retraso? El doctor Germán Velásquez, ex director del Programa de Acceso a Medicamentos de la Organización Mundial de la Salud, señala que las multinacionales farmacéuticas no quieren correr riesgos y no continúan la producción hasta que tengan los lotes vendidos: “Si no me las compras, no sigo”. Esta situación lleva a que sean los países imperialistas que cuentan con mayores recursos quienes se han quedado con la enorme mayoría de las vacunas. Según Amnesty International, estos países que cuentan con el 13% de la población mundial retienen el 52% de las vacunas existentes.
Por otra parte, la existencia de las patentes impide a cualquier país o empresa producirlas. Velásquez remarca que la industria ha desarrollado las vacunas gracias a cuantiosos subsidios estatales pero, patentes mediante, las multinacionales se han adueñado de lo que en su origen es patrimonio de la humanidad. “Las patentes están destruyendo la campaña de vacunación y hay que cambiar el sistema de patentes”, concluye. No satisfechos con utilizar los subsidios estatales para la producción, los monopolios exigen además a los gobiernos la inmunidad judicial frente a los reclamos que pudieran plantearse por efectos colaterales. Para ello obtienen leyes que los favorecen, como es el caso de nuestro país (Argentina), donde los diputados peronistas y los de Juntos por el Cambio sancionaron una ley con la sola oposición del FIT Unidad.
Hemos mencionado la iniciativa de noventa y nueve países encabezados por India y Sudáfrica que proponen la suspensión de las patentes mientras dure la pandemia. Esta semana se pronunció la rectora de la Universidad Federal de San Pablo, Brasil, en el mismo sentido, uniéndose a un número creciente de instituciones como Oxfam, Amnesty International y Médicos sin Fronteras. El gobierno argentino que es firmante de esta declaración debe impulsar y, si es necesario, desconocer unilateralmente las patentes de vacunas y medicamentos encarando la producción local para enfrentar la pandemia.” (…)
“Desde Izquierda Socialista (…) reclamamos la abolición de las patentes farmacéuticas que, junto con el no pago de la deuda externa y un verdadero impuesto a las grandes fortunas, como lo plantea el Frente de Izquierda Unidad, deben servir para sostener el esfuerzo de todo el pueblo trabajador para terminar con la pandemia”