Por Prensa UIT-CI
El primer ministro británico Boris Jhonson anunció que, según lo previsto por los datos epidemiológicos, a partir del 19 de julio se eliminarían todas las restricciones, y no será obligatorio el uso de tapabocas.
En medio de un fuerte rebrote donde predomina la variante Delta de coronavirus, una de las cepas más contagiosas de esta pandemia, el gobierno busca eliminar todas las restricciones. En las últimas semanas los casos han aumentado más de un 50% debido a lo altamente contagiosa que es esta variante. Si bien los casos mortales y de internación han bajado considerablemente, los contagios continúan aumentando.
Con un 60% de la población vacunada con dos dosis, y un elevado incremento semanal de contagios, Jhonson pretender eliminar todo tipo de restricción y retomar la normalidad anterior. Mientras la oposición a su gobierno, los familiares de víctimas de Covid19, y científicos y profesionales de la salud se alarman y critican esta medida.
Por las características genéticas de este virus, es muy propenso a que mute a medida que se desarrollan y expanden los contagios. Hoy ya se habla de 5 variantes diferentes de Covid19, conocidas con el nombre de las letras griegas Alpha, Beta, Gamma, Delta y Épsilon. Por lo que levantar las restricciones y fomentar el desuso del cubrebocas, en medio de un crecimiento exponencial de los contagios con una de las variantes más peligrosas, implicaría un gran riesgo epidemiológico no solo para el país, si no para el mundo entero. Generando las condiciones propicias para nuevas mutaciones.
El levantamiento de las restricciones busca reactivar los negocios y salir de la crisis en la mayoría de los países del mundo entraron producto de la pandemia. Pero en realidad esto responde a las presiones capitalistas-imperialistas para retomar el rumbo de la superexplotación, los planes de ajuste y saqueo contra los trabajadores y los pueblos, con el objetivo de recuperar los niveles de ganancias perdidas durante la pandemia.
La proliferación de nuevas variantes del coronavirus, muchas de ellas más virulentas y contagiosas, es consecuencia del retraso en la implementación coordinada de planes de vacunación en todos los países. La distribución desigual de las vacunas en el mundo, produjo su concentración en las potencias imperialistas y los países capitalistas más ricos en detrimento de los más pobres. En una nota publicada en nuestra revista Correspondencia Internacional No. 46 del mes de abril, decíamos: “La pandemia es global, y en los países donde no se avance con la vacunación el virus podría seguir mutando y hacer inefectivas las actuales vacunas, afectando al conjunto del planeta. Es decir que no sólo es una cuestión de justicia, también es una necesidad de salud pública ”*. Lo que afirmábamos en aquella nota hoy es una realidad, y podríamos decir que aún con cierto porcentaje de la población vacunada en el mundo, si la circulación del virus continúa los peligros de nuevas mutaciones siguen latentes.
Por eso es importante conquistar la inmunidad de rebaño, para eso hay que liberar las patentes que hoy controlan las grandes farmacéuticas, poniendo a disposición de todos los laboratorios existentes en el mundo el conocimiento y las técnicas que hoy están en manos de las grandes transnacionales, lo cual permitirá la producción masiva de las vacunas, y que haya vacunas para todas y todos, y que lleguen a todos los países del mundo.
* Miguel Ángel Hernández, “Apartheid de vacunas”, p. 6.