Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
A casi dos años del inicio de la pandemia del COVID-19, la crisis del sistema capitalista-imperialista se acrecienta y embate contra la salud, la naturaleza, el trabajo y la vida de la población mundial. Pero también se demuestra la resistencia de la clase trabajadora y el movimiento feminista y de las disidencias que sigue luchando y logrando conquistas. De hecho, la rebelión mundial de las mujeres y la marea verde están lejos de detenerse. No solo apuntalaron las protestas de la sanidad en todo el mundo reclamando el reconocimiento de los derechos laborales al ser la primera línea contra el COVID-19 por la feminización de los sistemas de salud, sino que han encabezado la campaña por la expropiación del negocio capitalista de las vacunas y su distribución a toda la población mundial. Y en medio de la peor crisis socio-sanitaria de las últimas décadas, no dejó de salir a las calles a reclamar el derecho al aborto legal.
El gran logro del triunfo de la legalización del aborto en diciembre de 2020 en Argentina, fue seguido por el importante avance en la reciente despenalización del aborto por la Corte Suprema en México. Y esto a pesar de los compromisos con las iglesias que los presidentes Fernández y López Obrador de sendos países pretendían honrar impidiendo el avance del derecho a decidir. Pero también sabemos que la lucha por defender estos triunfos y alcanzar nuestro derecho pleno a decidir debe continuar. En ambos países los grupos antiderechos y la Iglesia han reaccionado con maniobras como la objeción de conciencia o amenazando de muerte a las mujeres que se atrevan a abortar. En República Dominicana, a pesar de la importante movilización feminista a principios de 2021 con apoyo social mayoritario, el gobierno, las Iglesias y sus aliados en el Congreso han avanzado en su proyecto de mantener la criminalización absoluta del aborto en el Código Penal; mientras que en Turquía el gobierno de Erdoğan atacó duramente a la salud y la vida de las mujeres y disidencias retirando al país del acuerdo de Estambul, ligado al retroceso que significó la decisión del Tribunal Constitucional de Polonia que prohibió una de las causales de los abortos legales en el país. Además, en Estados Unidos avanza la campaña en diferentes estados para derogar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que habilita desde 1973 el aborto legal en ese país. En El Salvador el presidente Nayib Bukele, reafirma la posición anti derechos, señalando que no introducirá reformas constitucionales para la despenalización del aborto cualquiera que sea su causa, ni el matrimonio igualitario, ni la eutanasia. En Afganistán el avance talibán pone en jaque cualquier derecho de las mujeres y disidencias. También en países donde hace años se ha conquistado el aborto legal son muchos todavía los obstáculos hacia quienes deciden ejercer este derecho debido a las políticas de privatización y recortes en la sanidad pública, a la objeción de conciencia, así como al crecimiento de discursos reaccionarios, como pasa en el Estado Español con organizaciones como VOX que cuestionan la existencia de la violencia de género.
Pero de la mano de las rebeliones de los pueblos chilenos y colombianos que se han levantado contra los reaccionarios gobiernos de Piñera y Uribe frente a cualquier pronóstico y de la fuerza de la marea verde que sigue viva en todo el mundo, llamamos a la clase trabajadora del mundial a seguir organizadas por el derecho a la salud y a la vida de las mujeres y personas LGTBIQ+ que han sido duramente castigadas en la pandemia.
Este 28 de septiembre, día internacional por la lucha por la despenalización y legalización del aborto y día internacional de acción por la salud de las mujeres, decimos: ni una presa, ni una muerta, ni una mutilada más por abortar en la clandestinidad. Basta de privatización de los sistemas de salud. Defendamos y recuperemos una salud pública universal que garantice nuestros derechos sexuales y reproductivos.
Llamamos a las trabajadoras, campesinas, feministas, activistas y estudiantes a seguir movilizadas este día en todo el mundo para hacer una gran jornada de lucha por la salud de las mujeres y disidencias. Que la pandemia no sea una excusa para pisotearnos. Repudiemos la criminalización y el ataque de los gobiernos capitalistas, incluyendo los de falso progresismo, a todos nuestros derechos. Vayamos por una organización internacional de las trabajadoras, independiente de los gobiernos capitalistas de turno, para seguir luchando hasta arrancar lo que nos corresponde. Nuestros derechos son esenciales.
– Basta de criminalización a las luchas de las mujeres. Ni una muerta ni una presa más por abortar.
– Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. Aborto legal seguro y gratuito ya.
– Separación efectiva de las instituciones religiosas de los Estados.
– Aumento inmediato de los presupuestos de salud y educación con base al no pago de las deudas externas e impuestos a las grandes fortunas y riquezas. Por sistemas únicos de salud públicos, universales y feministas.
27 de septiembre 2021