Por Prensa UIT-CI
El martes 5 de octubre se llevaron a cabo manifestaciones multitudinarias en distintas ciudades de Francia, en el marco de la huelga general convocada por la Agrupación Intersindical, integrada por las centrales sindicales CGT, FO, FSU y Solidaires, así como las organizaciones estudiantiles FIDL, MNL, UNEF, UNL.
Se registraron movilizaciones en París, donde habrían participado unas 25 mil personas, así como en Toulouse, Burdeos, Rennes, Nantes, Caen y Marsella, entre otras ciudades. En toda Francia se movilizaron, según los organizadores de las protestas, más de 160 mil trabajadores, trabajadoras, jubilados y estudiantes, quienes marcharon por aumento de salarios, en defensa del empleo y las pensiones, y contra la reducción del paro forzoso, entre otras reivindicaciones. Unas 200 concentraciones y movilizaciones se habrían llevado a cabo en todo el país, en el marco de la convocatoria.
Incluso una delegación de trabajadores y sindicalistas de la vecina Bélgica participaron en la movilización de París. Quienes argumentaron que llegaban a apoyar a los trabajadores franceses ya que “la congelación salarial es un problema europeo”
El gobierno derechista de Emmanuel Macron aprobó el pasado año un plan post pandemia que denominó “France Relance”, mediante el cual invertiría 100 mil millones de euros, con el supuesto objetivo de “estabilizar” la economía. En realidad se trata de un brutal plan de ajuste, a través del cual se busca recuperar las ganancias capitalistas, afectadas por la pandemia.
Este plan contempla mantener los salarios y las pensiones estancadas, aumentar la edad de jubilación, reducir el pago por desempleo o paro forzoso de 900 euros a 600, entre otras medidas anti-obreras, mientras que se prevé reducir los impuestos a las grandes empresas en los dos próximos años, beneficiando en un 42% a las medianas empresas, en un 32% a las pymes y en un 26% a las grandes compañías.
Fue en ese marco que las centrales sindicales y las organizaciones estudiantiles convocaron las movilizaciones en toda Francia. La huelga general se produce con el trasfondo de una incipiente ola huelguística en el país. Distintas empresas privadas y estatales vienen realizando huelgas o movilizándose, especialmente en defensa de los salarios y el empleo.
Empresas actualmente en conflicto participaron en la movilización, como fue el caso de Transdev, cuyos trabajadores se encuentran en huelga desde hace más de 30 días. O los de la panificadora Neuhauser, que también participaron en las marchas.
Los principales reclamos de los manifestantes se centran en los salarios y las pensiones. Muchos trabajadores y trabajadoras en Francia tienen salarios por debajo del salario mínimo de crecimiento o “Smic”, como se conoce en el país. Actualmente el salario mínimo se encuentra en 1.589,47 euros, pero los sindicatos exigen llevarlo a 1.700 euros, y que ninguna pensión quede por debajo del mismo.
En el último período se viene produciendo un marcado incremento de la inflación, especialmente en los alimentos y las tarifas de servicios como electricidad, gas y gasolina. Francia como toda Europa está inmersa en una crisis de la energía que ha impulsado los precios, afectando los bolsillos de los trabajadores y trabajadoras.
A su vez, la huelga rechaza los intentos de reforma en las pensiones y en el seguro de desempleo, todos ataques a los derechos sociales que el gobierno de Macron retomó con la normalización de las actividades luego de la pandemia.
Desde la UIT-CI apoyamos la continuidad de la movilización obrera y popular contra el ajuste de Macron, y llamamos a la solidaridad internacional con la juventud y la clase trabajadora francesas.