Por Partido de las Trabajadoras y los Trabajadores – Uníos, sección de la UIT-CI de Perú.
La crisis política se ahonda por culpa del Gobierno y sus aliados. ¡Ninguna confianza al Gobierno ni a su Gabinete! La crisis del Gobierno es la crisis de todo el régimen. Retomemos la movilización y la organización popular para enfrentar al Gobierno y al Congreso; para derrotar a la derecha, a su agotado proyecto neoliberal y a la desfasada Constitución fujimorista.
Nuevo Gabinete, misma política
Mientras el pueblo trabajador se sigue hundiendo en la pobreza, soportando la tercera ola de la pandemia y los efectos de las antipopulares políticas económicas que se impusieron para contenerla, la crisis política se profundiza y los cambios de fondo que el país necesita y que las grandes mayorías esperan se diluyen. Como candidato, Castillo llegó al Gobierno con un partido de izquierda que hasta ahora reivindica el fracasado programa castro-chavista, pero como presidente Castillo nunca hizo un gobierno de izquierda, ni con Bellido ni con Vásquez y mucho menos ahora con el impresentable de Valer.
La renuncia de Vásquez y el raudo alejamiento de toda la izquierda reformista no fue por la ausencia de una consecuente política de izquierda antineoliberal, sino por un supuesto sentido ético que se da tras revelarse la corrupción existente al interior de la policía que, finalmente, conllevo a la renuncia del exministro Guillen. A estas alturas queda claro que este nunca fue un Gobierno con políticas de izquierda.
Pedro Castillo ha demostrado ser un agente del continuismo y no tiene nada que ofrecerle al país, excepto más decepciones y frustraciones. Con el Gabinete Valer el gobierno de Castillo se reafirma como continuador del agotado modelo neoliberal y peligrosamente conservador; Héctor Valer no vale nada. Como político es un conservador, camaleón sin principios que pasó por el corrupto Partido Aprista y llegó al Congreso con el partido de la extrema derecha de López Aliaga -del cual fue expulsado- uniéndose luego a la bancada de derecha del partido Somos Perú, del cual renunció para formar la bancada Perú Democrático junto a ex parlamentarios de Perú Libre, además tiene un prontuario de denuncias por violencia contra su hija, la madre de su hija y sus vecinos.
La crisis del gobierno es la crisis de todo el régimen
El cambio de Gabinete es solo un cambio de nombres para seguir mintiéndole al pueblo y seguir sosteniendo el descompuesto régimen de representación y el agotado modelo económico neoliberal. Pero seamos claros, la crisis no es solo del Gobierno, es del Congreso, del Poder Judicial y de toda la putrefacta institucionalidad neoliberal, incluido el sistema electoral que mantiene a todos los corruptos partidos vientres de alquiler. La crisis es del régimen. Se va Castillo y quién entra: Acuña, Keiko, De Soto, Aliaga, Roque Benavides, Humala…, todos son parte de la crisis, declarados y abiertos enemigos de los intereses populares.
Este régimen podrido que estalló por los aires con la renuncia de PPK sigue en crisis y a pesar de los ensayos de Vizcarra, no se estabilizó. Con innumerables movilizaciones, paros, huelgas, cortes de carretera y enfrentamientos -cuyos puntos más altos fueron la movilización que echó del gobierno a Merino y la Huelga Agraria del 2020- los trabajadores y el pueblo han manifestado que este modelo no va más y que ya no soporta las hipócritas mentiras de los privilegiados de este sistema. Todo eso está por cambiarse y eso se expresó con la derrota electoral del fujimorismo y su hambreador proyecto neoliberal que solo sirve a los grandes empresarios.
Ninguna confianza en el Gabinete ni en el Gobierno. ¡A luchar por nuestras demandas!
La actual crisis política es responsabilidad del gobierno de Castillo y sus socios políticos de la izquierda reformista. Ellos definieron sostenerse en el marco de este régimen, sostener las alianzas continuistas, garantizar la superexplotación de los trabajadores y los pueblos y el saqueo y destrucción ambiental en manos de los grandes empresarios que, como Repsol, se llevan la plata y nada dejan al país. La crisis política va acompañada de una brutal confusión en la izquierda reformista que, una vez más, apela a la “traición de Castillo” para justificar su actitud oportunista.
El tiempo se le acabó al Gobierno. Pasaron seis meses de promesas incumplidas y con este nuevo Gabinete queda a la luz del día que este no es un gobierno del pueblo y, por lo tanto, se abre la posibilidad de una importante ruptura con Castillo. ¡Esto no va más! ¿Acaso los trabajadores en huelga que no vieron resueltos sus pliegos de reclamos pueden confiar en el nuevo Gabinete? ¡No! ¿Los pueblos andinos y amazónicos que se enfrentan con la contaminación minera pueden confiar en el Gobierno y el nuevo Premier de derecha? ¡No! ¿Los jubilados y pensionistas que siguen viviendo vendiendo caramelos pueden confiar? ¡No! ¿Quienes demandan una nueva Constitución pueden confiar en el Premier que posterga la convocatoria constituyente para cuatro años? ¡No! ¿Quién aplicará el ajuste contra el pueblo que los capitalistas necesitan? El Gobierno y su nuevo Gabinete. Es por eso que decimos: ¡ninguna confianza al Gabinete ni al Gobierno!
Así, los trabajadores y los pueblos deberemos retomar la movilización y organización independiente por todas y cada una de nuestras demandas para arrancarle de esta manera a Castillo y el Congreso todos y cada una de nuestras demandas y por conquistar los cambios que ellos nos niegan, mientras luchamos por un gobierno de las y los trabajadores y los pueblos sin empresarios ni burócratas ni militares o policías corruptos.
Llamamos a las organizaciones sociales, sindicales y gremios en lucha campesinas, estudiantiles, de las mujeres y a las organizaciones de lucha a coordinar las acciones necesarias para poner en marcha un plan de lucha unificado y nacional que rompa la pasividad y entrega de la CGTP y las centrales obreras por:
1.- ¡Aumento salarial y de jubilaciones ya para todos los trabajadores! ¡Basta de tercerización! ¡No más AFP! Por un sistema único y tripartito de pensiones.
2.- ¡Reinstalación de los trabajadores despedidos y suspendidos! ¡Prohibición de despidos y suspensiones y reparto de las horas! Empresa que cierra, empresa que se estatiza bajo control de los trabajadores.
3 – Aumento de presupuesto ya para la salud y la educación al 10 % del PBI para tener una salud y educación 100 % estatal, pública, gratuita, laica y de calidad. ¡Plata para trabajo, salud y educación, no para el FMI: no al pago de la deuda externa!
4 – Anulación inmediata de las concesiones a Repsol y estatización del Gas ¡ya!; el Petróleo y la gran minería para poner los recursos naturales al servicio de las necesidades del país sin contaminación, saqueo o atropello a las comunidades.
5 – ¡Basta de dilaciones! ¡Abajo la Constitución fujimorista! ¡Asamblea Constituyente libre y soberana ya!
¡Que gobiernen los trabajadores y los pueblos!
2 DE FEBRERO DE 2022