Por Miguel Sorans, dirigente de la UIT-CI y de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Desde que comenzó la invasión de Rusia y la guerra en Ucrania hay un debate en el FIT Unidad sobre cuál debe ser la posición de los socialistas revolucionarios ante ella. Esta polémica expresa los alineamientos de la izquierda en el mundo. Las diferencias las tenemos, centralmente, con el Partido Obrero (PO) y el Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS) y se reflejaron en el acto central del FIT Unidad del 1° de Mayo.
La postura de Izquierda Socialista la planteó clara y contundentemente nuestra compañera Mónica Schlotttauer (ver video). La síntesis fueron tres consignas: Fuera Putin y sus tropas de Ucrania, apoyo a la resistencia del pueblo ucraniano y No a la OTAN y toda injerencia imperialista en Ucrania. La postura opuesta se mostró en el largo discurso de Gabriel Solano, dirigente del PO, quien expresó que no hay que estar del lado de Ucrania y su pueblo, porque es estar del lado de la OTAN. Él, sin mencionar a Izquierda Socialista, nos ubicó entre “los lamebotas de la OTAN”.
El PO sí acusó en forma directa a nuestro partido de estar en el campo de la OTAN en una nota de Prensa Obrera: “Es claro, evidente e indiscutible que Izquierda Socialista está parado en el mismo campo político que la OTAN” […] y “tributan al objetivo estratégico del imperialismo yanqui y europeo” (Pablo Giachello., Prensa Obrera, 3/5/2022).
Son definiciones falsas y lamentables. Es el viejo método heredado del estalinismo: amalgamar posturas para calumniar y confundir los debates. El estalinismo lo usaba para atacar al trotskismo, por ejemplo, argumentando que como Trotsky era opositor al régimen de Stalin estaba con el imperialismo y el nazismo. O cuando los trotskistas nos opusimos a las invasiones de las tropas de la burocracia soviética a Hungría (1956) o Checoslovaquia (1968), la burocracia del Kremlin nos acusaba de “estar del lado del imperialismo yanqui” porque también los Estados Unidos “denunciaban” esas invasiones.
No es una guerra interimperialista
Tanto el PO como el PTS definen mal el carácter de la guerra. Afirman que es una guerra interimperialista, entre los imperialismos de Rusia y la OTAN con los Estados Unidos a la cabeza. Adoptan una política del NI-NI, una política objetivamente de neutralidad. Se oponen a cualquier apoyo a la resistencia militar del pueblo ucraniano y al envío de armas para esa resistencia.
El PO, equivocadamente, dice que el gran enemigo es la OTAN y no el invasor Putin, por eso la consigna abstracta de “Guerra a la guerra”. El PTS parte de una consigna correcta reclamando fuera las tropas de Putin de Ucrania, pero al también definir que es una guerra interimperialista, niegan en los hechos el apoyo al pueblo ucraniano y consideran que apoyar el envío de armas es fortalecer a la OTAN.
Están totalmente equivocados. No se trata de una guerra entre imperialismos. La guerra, por ahora, es entre Rusia, una potencia imperialista capitalista, y un país como Ucrania que es una semicolonia, es un país pobre, uno de los más pobres de Europa.
Y siguiendo la tradición del marxismo nosotros estamos con la nación oprimida e invadida por una potencia capitalista. Los hechos han puesto en evidencia que el objetivo de la invasión es imperialista. No es “desnazificar”. Putin dijo textualmente en su discurso, cuando lanzó la invasión, que el objetivo era terminar con Ucrania como nación. Claramente dijo que Ucrania es parte de Rusia, “que siempre lo fue”. Por eso en ese discurso criticó a Lenin, porque en la revolución socialista de 1917 reconocieron a Ucrania como una nación.
Por otro lado, si hubiera una guerra interimperialista estaríamos entonces en medio de la tercera guerra mundial y eso aún no está ocurriendo. Si la guerra desatada fuera entre la OTAN, encabezada por los Estados Unidos y Europa contra Rusia, se habría iniciado la tercera guerra mundial. Y no hay casi nadie en el mundo, sea de derecha o de izquierda, que diga eso (tampoco lo dicen el PO y el PTS). Nosotros como socialistas revolucionarios no lo podemos descartar, pero una cosa es la posibilidad y otra la realidad.
Apoyamos la causa justa de Ucrania contra el invasor imperialista. No a Zelensky y a la OTAN
Por supuesto que Estados Unidos, el imperialismo europeo y la OTAN quieren aprovecharse de esta guerra para debilitar a su competidor imperialista Putin-Rusia. Y al final de la guerra quedarse con el control político y económico de lo que quede de Ucrania.
Pero no hay tropas de la OTAN en Ucrania. Y el armamento que están enviado, recién luego de dos meses de guerra, es limitado. No es cierto la afirmación de que la OTAN “armó hasta los dientes” a Ucrania. Si así hubiera sido no se entiende la evidente debilidad y desigualdad militar de Ucrania con la que tuvo que afrontar la invasión rusa. Ucrania solo se defiende de los invasores y no tiene capacidad siquiera para lanzar misiles o un contraataque militar importante en territorio ruso.
El PO y el PTS afirman su neutralidad, diciendo que Zelensky es burgués y aliado de la OTAN y pro Norteamérica. Desde la UIT-CI e Izquierda Socialista coincidimos con esa caracterización. Evidentemente Zelensky es un gobierno capitalista que quiere subordinar Ucrania al imperialismo europeo y a la OTAN. Pero nosotros no apoyamos a Zelensky ni a la OTAN. Nosotros apoyamos al pueblo ucraniano, a la clase trabajadora, a las mujeres que hacen molotovs, a los que están combatiendo junto al ejército en defensa de su país y de su autodeterminación nacional. Y a eso, aunque los gobierne Zelensky, nosotros lo definimos como una causa justa. Tenemos una política independiente y apoyamos a la izquierda ucraniana para que construya una nueva dirección revolucionaria.
Esto es lo que está en discusión: ¿es o no es una causa justa la lucha del pueblo ucraniano contra una potencia invasora? Más allá de que tenga a Zelensky como dirección político-militar. PO y PTS dicen que no.
No es la primera vez que hay una guerra justa con dirección contrarrevolucionaria. En la historia hubo muchas. En 1935 el pueblo de Etiopía, gobernado por un sanguinario emperador, tuvo que enfrentar la invasión de la Italia de Mussolini. En 1937 la guerra de China contra la invasión del imperialismo japonés. China era encabezada por el dictador Chiang Kai-shek, que había matado a miles de obreros y campesinos en las insurrecciones de los años ´20. Pese a ello Trotsky dijo que había que estar del lado de China, sin apoyar políticamente a Chiang Kai-shek. Y reclamaba armas para China y Etiopía. En 1982 estalló la Guerra de Malvinas contra Gran Bretaña y la OTAN, dirigida por la dictadura genocida. En el 2001 la guerra de Irak contra el invasor los Estados Unidos, y la OTAN. Toda la izquierda estuvo a favor de apoyar a Irak, que estaba encabezado por el dictador Saddam Hussein que reprimía al pueblo kurdo con gases mortales.
En todos estos casos los revolucionarios estuvimos del lado de las causas justas de esos pueblos pese a las direcciones reaccionarias y dictatoriales que estaban a la cabeza.
Por eso es un grave error del PO y el PTS proponer para Ucrania aplicar la política del “derrotismo revolucionario”. Aplicado para Ucrania es ir a decirle al pueblo ucraniano, a los soldados, que son obreros y campesinos, y a las milicias, que no tiren contra el invasor ruso, que tiren contra Zelensky y dejen de combatir al invasor. O sea, que se rindan a Putin. ¿Eso vamos a decir en Ucrania? Es lo opuesto a lo que proponía Trotsky y la tradición de los revolucionarios.
Fue León Trotsky el que siempre polemizó con quienes se negaban en las guerras justas a no apoyarlas porque tenían direcciones traidoras. Nosotros nos reivindicamos de la izquierda trotskista y seguimos esas enseñanzas. PO y PTS deben responder si Trotsky estuvo equivocado o no.
Trotsky y la guerra chino-japonesa*
“La lucha de Japón es imperialista y reaccionaria. La lucha de China es emancipadora y progresiva.
Pero, ¿y Chiang Kai-shek? No tenemos que hacernos ilusiones con Chiang Kai-shek, su partido y toda la clase dominante china […] Chiang Kai-shek es el verdugo de los obreros y campesinos chinos. Pero hoy se ve obligado, contra su voluntad, a luchar contra Japón por lo que resta de la independencia china. Puede que mañana vuelva a traicionar. Es posible. Es probable. Hasta es inevitable. Pero hoy está luchando. […] Participar activa y conscientemente en la guerra no significa “servir a Chiang Kai-shek” […]
Al participar en la lucha militar bajo las órdenes de Chiang Kai-shek, puesto que desgraciadamente él tiene el mando de la guerra por la independencia, nos preparamos políticamente para el derrocamiento de Chiang Kai-shek esa es la única política revolucionaria”.
* Carta a Diego Rivera. León Trotsky, 23 de septiembre de 1937. (Tomado de La segunda revolución china (notas y escritos de 1919 a 1938), Editorial Pluma, Bogotá, 1976, páginas 163,169