Por IDP, sección de la UIT-CI de Turquía
Mientras Erdogan y los funcionarios del gobierno siguen declarando su determinación para luchar contra la inflación en todo momento, la tasa de inflación oficial ha alcanzado el 70 % según la última declaración del TUIK (Instituto de Estadística de Turquía), y la tasa de inflación real supera el 150 %. A pesar de esta situación, el gobierno parece decidido a no tomar ninguna medida para mejorar los salarios, lo que arrastra a lxs asalariadxs y jubiladxs a una miseria terrible. En cambio, y una vez más, el gobierno está tratando de reprimir la creciente reacción de lxs trabajadorxs a través de su hostilidad hacia lxs kurdxs y lxs immigrantes y de sus políticas represivas de polarización como el caso Gezi.
Los partidos burgueses de oposición, por su propia naturaleza, prefieren expresar su oposición al gobierno sobre la base de la hostilidad hacia lxs inmigrantes, en lugar de alzar la voz contra las políticas anti-laborales y anti-democráticas. Mientras tanto, grupos racistas como el Partido de la Victoria han estado realizando una campaña generalizada para la deportación inmediata de todos lxs inmigrantes. Erdogan, por su parte, habla de construir casas en el norte de Siria y luego hacer regresar 1 millón de sirixs. El Ministerio del Interior vuelve a dar caza a “inmigrantes ilegales”, lo que alimenta los ataques racistas en la sociedad.
Necesitamos ser claramente conscientes de que esta nueva ola de ataques a lxs inmigrantes es uno de los principales intentos de dividirnos a nosotrxs, lxs trabajadorxs, y de evitar el surgimiento de una oposición obrera. La fuente de la actual crisis económica y de la miseria en la que nos encontramos no son lxs inmigrantes que se ven obligadxs a huir de las guerras y los regímenes dictatoriales en sus países, sino el capitalismo y los gobiernos que lo persiguen. Los partidos del orden, que nunca se pronuncian en contra de las ocupaciones imperialistas, los regímenes dictatoriales o los patrones que ven a lxs inmigrantes como una fuente de mano de obra barata, la UE que voluntariamente ha convertido a Turquía en un guardia fronterizo y las políticas de inmigración hipócritas e interesadas del AKP son los verdaderos combustibles de la xenofobia y el racismo, que se dirigen especialmente a lxs refugiadxs.
Lxs trabajadorxs sabemos que nadie migra sin razón. La destrucción causada por las ocupaciones imperialistas en países como Afganistán e Irak ha desplazado a millones de personas. Hoy, una situación similar está ocurriendo en Ucrania debido a la invasión de Rusia al país. Mientras más de 10 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares debido a la ocupación de Ucrania, más de 5 millones de personas ya quitaron el país. También en Siria, millones de personas habían dejado su país huyendo de las sangrientas masacres de la dictadura de Assad.
El gobierno del AKP, con su política exterior agresiva, expansionista y aventurera, se ha convertido en uno de los principales responsables de la destrucción de la región. Además, al no otorgar el estatuto oficial de refugiado a quienes solicitan asilo, ha utilizado a lxs refugiadxs como títeres contra la UE y lxs ha ofrecido al capitalismo turco como mano de obra barata. Trató de crear una nueva dinámica de división entre lxs trabajadorxs a través de estas políticas que allanaron el camino para el aumento del racismo.
No debemos permitir que el gobierno o los partidos burgueses de oposición creen tal división y conflicto que se basen en el racismo entre lxs trabajadorxs. Anti-inmigración, racismo, opresión a los kurdos, discriminación hacia las mujeres y lxs LGBTI+s… Todas estas políticas dividen a lxs trabajadorxs y fortalecen el capitalismo. Lxs socialistas y las organizaciones laborales deben prevenir el racismo a toda costa y encontrar formas de incluir a lxs refugiadxs en la lucha obrera. Un plan de lucha unido contra el régimen opresor de la alianza AKP-MHP y contra la miseria sin precedentes de la que esta alianza es responsable eliminará las divisiones artificiales entre lxs trabajadorxs y unirá a todos los segmentos de clase en la lucha.