Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
El 28 de junio se celebra el día del orgullo de las disidencias sexoafectivas y de géneros, en conmemoración de la revuelta de Stonewall en Estados Unidos, hecho que marcó el surgimiento del movimiento moderno de las disidencias.
Esa fecha, pero de 1969, en Nueva York, se desarrolló un levantamiento de travestis, trans, lesbianas y gays, mayoritariamente de origen latino y negro, marginades, pobres, sin hogar y trabajadoris sexuales. El hecho se dio en respuesta a una razzia policial en el bar Stonewall Inn. Durante tres noches, cientos salieron a las calles para luchar contra la criminalización y persecución de los edictos policiales, el orden sexual existente, la monogamia impuesta por la iglesia, la patologización de las orientaciones sexuales y las identidades de género disidentes; fue la punta de lanza del movimiento. Los hechos cobraron repercusión internacional, y a raíz de ello se empezaron a organizar las primeras marchas del orgullo, reconociendo esa fecha como el día internacional del orgullo.
A partir de ese hecho, el movimiento de las disidencias comenzó a tomar protagonismo en el mundo. La lucha democrática por acceder a mayores derechos como el matrimonio, la identidad de género, el trabajo formal, el acceso a la salud, etc., son las banderas históricas del movimiento. Pero la que encabeza y sigue más vigente que nunca es la lucha contra el sistema capitalista y patriarcal, donde la discriminación y expulsión en colegios, hogares, lugares de trabajo, eventos públicos, y las condiciones de precariedad económica de nuestra comunidad, se combinan con los crímenes de odio: violencia correctiva que termina en abusos, violaciones y en el peor de los casos, la muerte.
En un contexto de crisis capitalista, seguimos sufriendo estos flagelos en el mundo. En algunos países, con gobiernos reaccionarios que impulsan y promueven políticas de discriminación y marginación social, y en otros que posan de progresistas y se montan en las luchas del movimiento, cediendo a la presión y otorgando derechos arrancados por la movilización, pero que aun así son insuficientes para garantizar la vida digna y plena de las disidencias. También, es el sistema capitalista-imperialista que se ha montado sobre el movimiento de las disidencias tratando de captar para el consumo y la generación de ganancias: bajo una supuesta visibilización del movimiento se lava por completo la profunda lucha del movimiento de las disidencias. Año tras año vemos esta eliminación del contenido político, social y de clase, de nuestras demandas, existencias y peleas, bien conocido como “pinkwashing” y “capitalismo arcoíris”, en el mes de junio.
Por eso es necesario recuperar la tradición de lucha del movimiento, que en todo el mundo viene siendo parte de las grandes revueltas obreras y populares como sucediera en Chile o Colombia, en las grandes movilizaciones contra el racismo en Estados Unidos, en la gran ola verde que conquistó el derecho al aborto en Argentina; formamos parte activa y consciente de los movimientos feminista (del cual las disidencias siempre fuimos parte y que en esta cuarta ola somos reconocides cada vez con más fuerza), antirracista, ambientalista, y de las luchas de la clase obrera contra las políticas de ajuste, saqueo y hambre en todo el mundo.
Durante la pandemia, la crisis golpeó duramente al colectivo. Las cuarentenas para prevenir la propagación del covid19 agravaron las condiciones de precariedad y miseria a la que los gobiernos nos someten. Hoy en día seguimos enfrentándonos a la precarización, el trabajo inestable y el desempleo, que se combinan con la discriminación que sufrimos en todos los ámbitos por nuestras orientaciones sexoafectivas e identidades de género. En Argentina hace más de un año que desapareció Tehuel, joven trans que salió de su casa por una falsa promesa laboral, existiendo leyes en vigencia por el cupo trans. En Chile permanece privado de su libertad Estéfano, joven trans que en el marco de un ataque transodiante mató a su agresor en defensa propia. En el Estado Español se acaba de aprobar, fruto de la lucha y movilización callejera de la comunidad, la ley “para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la Garantía de los derechos de las Personas Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e Intersexuales”, que resulta insuficiente y pone por delante la tarea de seguir movilizades para ir por más.
A 53 años de la revuelta de Stonewall las disidencias nos seguimos organizando contra todos los gobiernos y sus políticas represivas y discriminatorias en todo el mundo. Desde la UIT-CI hacemos un llamado internacionalista a la unidad y organización de las disidencias, el movimiento feminista y todes les oprimides con el conjunto de la clase trabajadora. Para acabar con este sistema capitalista y heterocispatriarcal, para conseguir de una vez la verdadera liberación sexual y de género, para vivir en un mundo sin explotación ni opresiones.
- Sigamos movilizades, reclamando:
- Basta de ajuste de los gobiernos y el FMI
- Basta de travesticidios, transfemicidios, transhomicidios y crímenes de odio
- Aparición con vida de Tehuel
- Liberación y absolución para Estéfano, defenderse no es delito!
- Basta de criminalización a nuestras identidades, basta de represión policial
- Por un gobierno de la clase obrera, la juventud, las mujeres y las disidencias sexogenéricas
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
28 de junio de 2022