Por Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
31/08/2022. En medio de la crisis capitalista mundial y sus graves consecuencias para los pueblos trabajadores, a quienes los gobiernos intentan descargarles todo el peso, se multiplican las huelgas en Europa y Estados Unidos. Y la clase trabajadora de Gran Bretaña está realizando las mayores huelgas en muchas décadas.
Gran Bretaña, uno de los países imperialistas más importantes, está en su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. La inflación podría llegar al 13% este año. Esto, aunque visto desde Argentina parezca poco, es gravísimo en Gran Bretaña con salarios semi congelados. El salario real es el más bajo en muchas décadas. Pero eso no es todo. El Sistema Nacional de Salud está cada vez peor, con bajos salarios y falta de personal. El congelamiento y reducción de la inversión desde 2010 hizo que tenga hoy uno de los más bajos números de camas hospitalarias por persona de un país desarrollado, algo que se sufrió con desatención a pacientes durante la pandemia. Y el aumento de los precios de la electricidad y gas (en manos de empresas privadas) supera el 80%. Y el de la nafta superó el 40%.
A esto se añade la crisis política. El primer ministro conservador Boris Johnson renunció en junio y recién el 5 de septiembre se nombrará a quien lo reemplace, que sería otro conservador nombrado por el Parlamento, con planes de bajar aún más el gasto público. Desde ya, ante esto crece el repudio popular y cualquier nuevo primer ministro no tendrá casi ningún apoyo.
Uno de los medios de prensa más importantes, el derechista “Daily Telegraph” señala en la nota de su columnista Allister Heath: “Nuestro asombrosamente acelerado declive es trágico y, sin embargo, no sorprende. Estamos
cerca del desenlace, del punto final, de un cuarto de siglo de fracaso político, intelectual y moral del cual la mayoría de nuestra clase política es cómplice”.
Esto lo dicen medios de prensa conservadores, por tanto partidarios del modelo económico liberal conservador capitalista que consolidó Margareth Thatcher. La profunda crisis de hoy tiene su origen, efectivamente, hace muchos años, aunque hoy esté agravada por la pandemia y la guerra de Ucrania. Por ejemplo, la crisis del agua tiene que ver directamente con la privatización de la empresa del agua y la falta de obras. La crisis de salud pública, por la baja de su presupuesto.
Thatcher atacó los derechos laborales, privatizó gran parte de las empresas públicas y restringió el derecho de huelga. Una huelga general sería hoy ilegal en Gran Bretaña. Y cada huelga parcial solo se puede convocar después de un largo proceso que termina en una votación secreta de los afiliados al sindicato, para aprobar o no la huelga.
El Partido Laborista que gobernó entre 1997 y el 2007 con Tony Blair, totalmente subordinado al gran capital, estuvo muy lejos de la clase obrera que lo fundó desde sus sindicatos hace un siglo, y mantuvo la misma política capitalista.
Estallan las huelgas
Decenas de miles de trabajadores y trabajadoras están en huelga, encabezados por las 40.000 del RMT en el sector ferroviario, que ya hicieron varias en los últimos meses, y los miles de trabajadores y trabajadoras de los autobuses, el metro, Correos, y el sindicato Unite de estibadores en el Puerto de Felixstowe. Antes pararon trabajadores de líneas aéreas cancelando miles de vuelos. También hay huelgas en fábricas, sectores de salud y educación. Todos reclaman aumentos salariales acordes a la inflación.
El secretario general del sindicato ferroviario RMT, Mick Lynch advirtió que el descontento actual puede terminar en una huelga general de facto (la última fue en 1927). “Es algo que decidirá la central de trabajadores. Pero lo que vamos a ver en educación, salud, transporte y el sector privado es acción sincronizada de huelga”.
Está planteada la posibilidad de una huelga general, aunque la ley no la permita. Esto puede abrir una nueva perspectiva para el movimiento obrero británico. Como en muchos países del mundo, las y los trabajadores ven que ninguno de los partidos capitalistas les da soluciones. Se plantea la necesidad de conquistar un gobierno del pueblo trabajador.
Desde la UIT-CI llamamos a la solidaridad con la lucha de trabajadoras y trabajadores británicos para que triunfen y seguir su ejemplo en Europa y en el mundo.
Bajas de impuestos a capitalistas
Desde Thatcher, además de privatizar, se impuso la idea de bajar los impuestos del gran capital al mínimo con el pretexto de “facilitar la inversión”. Es decir la misma falsedad que quieren hacernos creer en Argentina y casi todos los países.
Esto se agudizó aún más desde la crisis del 2008. Hoy el Reino Unido tiene una de las tasas impositivas más bajas, pero está en el fondo de la tabla de la inversión privada y pública de los países del G7.
Un ejemplo evidente es el caso del agua. La sequía en este verano dejó con uso restringido de agua a buena parte del país, porque las empresas de servicio de agua privatizadas en los ´80 no han construido ningún nuevo reservorio, a pesar de que hubo un aumento poblacional de diez millones de personas en las últimas décadas, ni tampoco hubo obras de mantenimiento. Las grandes ganancias de esas empresas, aumentadas por los bajos impuestos y mayores tarifas, se usaron para pagar dividendos a los accionistas: el equivalente a más de setenta mil millones de dólares en los últimos treinta años. Estas super ganancias a costa de bajos impuestos y menos derechos laborales van a inversiones especulativas de “paraísos fiscales” o a países asiáticos con mano de obra baratísima de menos de 100 dólares al mes.
El editor económico del periódico The Guardian denuncia esa falta de inversión productiva en Gran Bretaña: “En el Reino Unido se trabaja mucho más que en Alemania y Francia pero estamos muy por detrás en términos de productividad porque invertimos mucho menos en rubros clave incluidos tecnología, capacitación e investigación”.