Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI)
Como cada 28 de septiembre, en el día internacional por el derecho al aborto, las mujeres y disidencias exigimos en las calles nuestro derecho a decidir sobre el propio cuerpo. Derecho que hemos conquistado con la movilización en la mayoría de los países del mundo pero que frente a la crisis económica y social se ve amenazado por los gobiernos capitalistas, las iglesias y los sectores más conservadores y reaccionarios de la sociedad.
Con la decisión de la Corte Suprema de EEUU que derogó el fallo Roe vrs Wade de 1973 que habilitaba el derecho al aborto en todo el territorio estadounidense, se avanzó en la criminalización de la práctica en la mayoría de los Estados norteamericanos. Con este fallo que Trump festeja y que Biden utiliza electoralmente, quienes más se ven afectadas son las migrantes y pobres que se arriesgan a las consecuencias de la clandestinidad y de los abortos inseguros.
Es un peligroso antecedente que está siendo utilizado por sectores reaccionarios en otros países para avanzar en medidas similares. En Hungría, por ejemplo, el gobierno neoconservador firmó un decreto, semanas atrás, por el que se obliga a escuchar las señales vitales del feto antes de abortar. La norma recuerda a la ley de Texas (USA) sancionada en 2021 y que obliga a ver una ecografía y a escuchar las palpitaciones del feto antes de abortar en uno de los Estados norteamericanos pioneros en la prohibición total del aborto.
En otros sitios la movilización plantea conseguir avances en nuestros derechos sexuales y reproductivos y, en la interrupción voluntaria del embarazo. En el Estado español – donde el aborto a pesar de ser legal se presenta con trabas para ejercerlo en determinados territorios- ahora está en trámite parlamentario una reforma de la ley de aborto actual que avanzaría en aspectos fundamentales como por ejemplo, garantizar este derecho a las menores de 16 y 17 años. Asimismo el proyecto incluye bajas laborales por reglas dolorosas y por abortos junto a la necesidad de un plan para garantizar este derecho en los centros de salud públicos, entre otras cuestiones. Pelea abierta frente a la respuesta de los sectores más conservadores y reaccionarios del Partido Popular y de VOX que ya se hicieron sentir. Por lo que, como siempre, será la movilización en las calles la que defina esta lucha.
Con la fuerza de la marea verde, luchamos por la legalización del aborto en América Latina y en el mundo. Aún hay países en los que las mujeres y otras identidades con posibilidad de gestar, persisten en la lucha por la despenalización, legalidad y gratuidad del aborto. La gratuidad es la única manera de impedir que la mercantilización de la interrupción de embarazos no deseados, se convierta en un privilegio, dejando por fuera de su legítimo derecho a las mujeres trabajadoras y de los sectores populares.
Exigimos presupuesto para la salud de las mujeres y disidencias con base en el no pago de las deudas externas. Basta de criminalizar nuestros derechos. Libertad a las presas por abortar. Basta de negar atención en salud a las mujeres. Ni una muerte más por aborto clandestino.
Por un mayor presupuesto a la educación, para brindar una educación sexual integral sin estereotipos sexistas, con un enfoque feminista y que fomente la autonomía sobre nuestros cuerpos y la libertad para decidir sobre nuestra sexualidad.
El derecho a decidir también tiene que ser garantizado para aquellas que decidan ser madres. Que los gobiernos garanticen las condiciones económicas para maternidades libres y sanas, por ello exigimos que el trabajo doméstico y de cuidados sea reconocido socialmente, asumido desde los gobiernos, para liberar a las mujeres de las dobles o triples jornadas. A través de centros de cuidado, lavanderías y comedores públicos. Que se respeten los derechos laborales para todas las mujeres trabajadoras, con salarios dignos y seguridad social.
Desde la Unidad Internacional de trabajadoras y trabajadores – Cuarta internacional (UIT- CI) llamamos a la movilización internacional feminista para luchar por nuestros derechos democráticos más elementales como es el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos. Sigamos el ejemplo de lucha de las mujeres iraníes, quienes se movilizan en repudio al asesinato de Masha Amini, detenida y torturada por llevar mal puesto el hijab y, en señal de protesta, se cortan el pelo y queman sus hijab. En todos los países del mundo, sigamos peleando en las calles como mujeres trabajadoras y disidencias para lograr nuestras reivindicaciones con independencia de los gobiernos y las agencias internacionales, en el camino de lograr un gobierno de la clase trabajadora capaz de construir una sociedad socialista, sin opresión y sin explotación. Por eso nos organizamos: para que el patriarcado, el racismo y el capitalismo caigan juntos.
¡Aborto legal, seguro y gratuito en todos los países!
¡Separación efectiva de las iglesias, las instituciones religiosas y el Estado!
¡Presupuestos mayores a la salud y educación, no al pago de las deudas externas!
¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal en todo el mundo para no morir!
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta internacional (UIT- CI
26/9/22022