Por Prensa UIT-CI (Versión desgrabada)
26/1/2023. Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI), queremos profundizar sobre la situación de la lucha del pueblo peruano. Lo hacemos como parte de nuestra solidaridad incondicional con su lucha.
Para ello dialogamos con Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y la UIT-CI sobre la situación en ese país, sus perspectivas, y otros aspectos. Entrevista realizada por Rosario Tamini, de la Juventud de Izquierda Socialista.
RT: Miguel ¿Cómo ves la situación de la lucha del Perú?
MS: Lo primero que hay que decir es que la Rebelión popular-campesina del Perú es unos de los puntos más altos de las luchas en el mundo. Comparable a la revolución de las mujeres y los pueblos de Irán.
Desde diciembre hay una movilización revolucionaria que no cesa reclamando que se vaya el criminal gobierno de Dina Boluarte y también el parlamento de derecha y corrupto. De hecho, el país está paralizado, sin que se haya declarado formalmente una huelga general. Con huelgas regionales, cortes de rutas, bloqueos a los aeropuertos, marchas zonales, En especial en todo el sur del país.
Todo esto pese a la brutal represión policial que ya lleva más de 60 muertos y cientos de heridos. El jueves 19 se hizo una gran marcha a Lima desde todas las regiones del país. Se le llama la nueva Marcha de los 4 Suyos recordando la que se hizo en el año 2000 que tumbó a la dictadura de Fuyimori. La marcha se combinó con un paro general convocado por las centrales.
Fue multitudinaria aunque se empañó un poco por la represión y porque los medios destacaron el incendio de un edificio histórico. Incendio de dudoso origen ya que se asegura que no fue hecha por los manifestantes.
La represión fue muy dura pero la lucha no se ha parado. En estos días siguen llegando delegaciones a Lima, desde el interior del país. Y siguen las acciones en Cuzco, Ayacucho, Arequipa o el Puno. La rebelión está decidida a continuar hasta que se vaya Dina Boluarte, se levante el estado de emergencia, se castigue a los asesinos y se convoque a una Asamblea Constituyente.
Esta rebelión se produce por la debacle social y política que lleva años en el Perú. Un país de más de 33 millones de habitantes y que tiene el 70 por ciento de trabajo precario e informal y el 20% de la población bajo la línea de pobreza.
Un país donde fueron destituidos los últimos cinco presidentes por corrupción y porque gobernaron para los ricos, para las multinacionales, para las mineras y el agronegocio.
También la rebelión se produce por el fracaso del gobierno de Pedro Castillo, que en el 2021 llegó al poder con el voto masivo del Sur explotado. Castillo se presentó como de izquierda prometiendo que iba a nacionalizar el gas y convocar a una Constituyente. Y como todos los falsos gobiernos de izquierda latinoamericanos, no cumplió en nada. Por el contrario, siguió con pactos con la oligarquía peruana y las multinacionales, profundizando la miseria y la desigualdad social.
Castillo, ante el gran desgaste que estaba sufriendo frente a los sectores populares quiso hacer la jugada de disolver el Congreso pero le salió mal. Su vicepresidente Boluarte, otra falsa izquierdista, aliada a la derecha, lo detuvo y se hizo cargo del gobierno.
Pero las masas explotadas, pese a sus criticas a Castillo, no aceptan que sea Boluarte, unida a la derecha y el parlamento corrupto, la que haya asumido abruptamente el gobierno, apoyada en la policía y las FFAA. Por todo eso se desató una rebelión popular-campesina en Perú. El pueblo trabajador y campesino salió a las calles porque está harto de la pobreza del capitalismo y quieren cambios de fondo.
RT: ¿Qué está haciendo y proponiendo la UIT-CI en Perú?
MS: Nuestro partido hermano, el Partido de las y los Trabajadores-Uníos (PT-Uníos), está interviniendo desde un primer momento en las movilizaciones. Fundamentalmente en Lima, Cuzco, Ayacucho y Puno. Junto con nuestro histórico dirigente Enrique Fernández Chacón. En Cuzco integramos la coordinadora regional. En Lima actuamos con la compañera Angélica Liliana Mayhuasca que es dirigente del sindicato de salud del hospital de San Juan de Lurigancho.
Somos parte de la movilización que tiene como consigna central Fuera Dina Boluarte. El PT-Uníos dice que el triunfo es posible y que además de tumbar al gobierno hay que terminar con el Parlamento corrupto y de derecha, que se vayan todos y que es necesario que se convoque a elecciones de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana para discutir una nueva constitución al servicio del pueblo trabajador y campesino.
Junto con ello decimos que tienen que gobernar los únicos que nunca gobernaron, los trabajadores y los campesinos. Un gobierno de las organizaciones en lucha como los Comités de Huelga, los Frentes de Defensa, las coordinadoras regionales, los sindicatos combativos y cualquier otro organismo que pueda surgir.
Esta consigna es clave porque podrá caer Boluarte, y será un primer triunfo. Pero la clase trabajadora, los campesinos y la juventud del Perú No tendrán soluciones de fondo sino se termina con el sistema capitalista impuesto por el imperialismo, las multinacionales y la oligarquía peruana. Y para eso tienen que haber un gobierno de la clase trabajadora y los campesinos.
Se necesita un plan económico obrero y popular con medidas de fondo como la nacionalización del gas, de las mineras y que se deje de pagar la deuda externa, entre otras medidas, para que haya fondos para salario, trabajo, educación, vivienda y salud para el pueblo peruano.
RT: A partir de la situación de Perú, con el gobierno criminal de Dina Boluarte, y también de los hechos de Brasil provocados por los bolsonaristas, existe la duda o el interrogante de que esté avanzando la ultraderecha en Latinoamérica. ¿Cómo lo ves?
MS: Por un lado, es real que ante la debacle del capitalismo, los fracasos de los gobiernos patronales liberales o de centroizquierda, crecen sectores políticos de ultraderecha que canalizan las broncas y confunden a muchos sectores populares. Como los Bolsonaro, los Trump, Milei en Argentina, Vox en España, Le Pen en Francia o en Georgia Meloni en Italia.
Pero, por otro lado, lo que vemos que crece y predomina en Latinoamérica y el Mundo son las rebeliones populares. Que derriban o acorralan a los gobiernos patronales que ajustan y reprimen a los pueblos al servicio de las multinacionales y el FMI. El año pasado estuvo la gran rebelión popular de Sri Lanka. En Irán hace meses que las Mujeres y el pueblo iraní están en las calles contra la dictadura teocrática. En Francia acaba de hacerse una huelga general con 1.200.000 personas en las calles contra Macron y su reforma jubilatoria. En Portugal desde diciembre hay una huelga de profesores, en el Reino Unido hay una oleada de huelgas. En Latinoamérica hubo una huelga en Panamá, una rebelión popular en Haiti, en Argentina estuvieron las huelgas exitosas de los obreros del Neumático, de los docentes autoconvocados o de los médicos residentes. Ahora hay importantes huelgas en Venezuela de docentes y empleados públicos. En Perú asumió un gobierno represor pero existe una extraordinaria rebelión popular y campesina que lo desconoce y exige que se vaya. Y la represión, hasta ahora, no logra frenar la movilización.
En Brasil el bolsonarismo salió a un fallido reclamo de intervención militar contra el gobierno de Lula. Pero, primero, fracasaron y segundo, se produjo a causa de que después de 4 años de gobierno del neofascista Bolsonaro, perdieron las elecciones. O sea, su acción reaccionaria se dio en el marco de su derrota política-electoral.
Desde ya no podemos minimizar o ignorar que estos sectores neofascistas, incluido Milei, han crecido y son un peligro para los derechos democráticos, de las mujeres y de la clase trabajadora.
La única alternativa para terminar de derrotar esos proyectos ultrarreaccionarios es seguir impulsando la movilización de la clase trabajadora y de los pueblos, como ocurre en Perú, en Francia o en Irán. Y construir una alternativa política independiente obrera y socialista en Perú, en Brasil, en Irán o en Argentina como estamos haciendo con Izquierda Socialista y el FITU.
RT: Para terminar, ¿cúales son entonces las perspectivas y las tareas ante la lucha del pueblo peruano?
MS: Todo indica que el gobierno de Boluarte no ha logrado quebrar el movimiento. Por el contrario, la represión ha radicalizando la movilización popular y campesina.
Desde PT-Uníos y la UIT-CI sostenemos que hay que seguir impulsando la movilización en Lima y en todo el país preparando una verdadera Huelga general.
El punto aún débil de la movilización es la falta de una dirección de lucha clara y unificada en todo el país. Por eso desde el PT-Uníos venimos sosteniendo la necesidad de lograr una Coordinación nacional que, por ahora, no ha surgido. Positivamente crecen y se consolidan Coordinadoras en las regiones como la Coordinadora del Cuzco, algunos comités de huelga o los Frente de Defensa. Pero es importante que se convoque a un evento nacional de las organizaciones regionales en lucha para debatir un plan de lucha unificado y constituir un organismo nacional de coordinación.
Lo otro muy importante es acrecentar la solidaridad internacional con acciones ante las embajadas, consulados o actos con los residentes peruanos en cada país. Apoyando al pueblo peruano y exigiendo que se desconozca al gobierno de Dina Boluarte y se rompan relaciones. En el caso de Brasil es totalmente repudiable que Lula haya reconocido a Boluarte. En Argentina exigimos al gobierno peronista de Alberto y Cristina Fernández que rompan relaciones con el gobierno asesino de Boluarte.
En Argentina, Izquierda Socialista, junto al FITU, está impulsando esas acciones unitarias. Como el acto ante la reunión de la CELAC en Buenos Aires.
Desde la UIT-CI seguimos convocando a la izquierda, a los organismos de derechos humanos, a las organizaciones sindicales, estudiantiles, de las mujeres, ambientales, a hacer acciones unificadas en Latinoamérica y en todo el mundo.
Por ese camino de solidaridad internacionalista, ayudaremos al pueblo trabajador y campesino peruano a lograr el triunfo en su heroica lucha.