Por Partido de la Democracia Obrera (IDP), sección turca de la UIT-CI
El balance de los sismos que afectan a las provincias es cada vez más pesado. En el momento de redactar este informe, según las cifras oficiales, el número de muertos asciende a 8574 y el de heridos a 49.133. Aunque han pasado más de 48 horas desde el primer terremoto, todavía hay decenas de pueblos y ciudades a los que no se puede llegar y miles de derrumbes que no han sido intervenidos. Por tanto, nos encontramos ante un panorama grave en el que las cifras reales son, por desgracia, muy superiores a las oficiales.
Los sismos han afectado gravemente no sólo a Turquía, sino también al pueblo sirio. Miles de personas perdieron la vida y decenas de miles resultaron heridas en Siria. Expresamos nuestra sincera solidaridad con el pueblo de Siria, que necesita ayuda urgente al igual que nuestro pueblo en la zona de la catástrofe. Debe levantarse el embargo que impide la ayuda humanitaria a Siria y deben abrirse las fronteras a la ayuda humanitaria.
El periodo de 24 horas que siguió al primer terremoto fue crítico para salvar las vidas bajo los escombros. El aparato político y administrativo, que había decaído por completo bajo el régimen de un solo hombre, no fue capaz de tomar medidas urgentes con rapidez ni de realizar las intervenciones necesarias. Los medios de que disponen el Estado, las empresas y los ciudadanos no han podido movilizarse con urgencia. La parálisis del aparato estatal junto con el terremoto nos hizo perder desgraciadamente miles de vidas bajo los escombros en condiciones climáticas adversas. Además, las afirmaciones de que «se llegó a todas partes» y «no hubo edificios a los que no se pudiera llegar» eran mentiras flagrantes. Por otra parte, a pesar de que el Gobierno y la Administración disponen de todas las competencias legales para intervenir de urgencia en condiciones de catástrofe, la declaración por Erdoğan del estado de emergencia para 10 provincias unas 36 horas después del terremoto volvió a poner claramente de manifiesto las prioridades y preocupaciones del Gobierno.
A pesar de la pérdida de un tiempo valioso, todavía hay medidas que urge aplicar. Lo primero y más importante es llegar a las vidas que están bajo los escombros sin más demora. El primer paso es abrir inmediatamente las carreteras cerradas. Para ello, todos los equipos y maquinaria de construcción necesarios en el país deben nacionalizarse temporalmente y transportarse a la región. Deben utilizarse todos los medios de las Fuerzas Armadas turcas para abrir las carreteras y garantizar el transporte, incluido el aéreo. Deben retirarse las tropas de la frontera y utilizarse todos los medios para salvar vidas. Sigue habiendo una gran incompetencia en el envío de mineros a la región. Los mineros y otros especialistas voluntarios en búsqueda y rescate deben ser movilizados urgentemente hacia los derrumbes.
La segunda cuestión vital es garantizar la supervivencia de nuestros ciudadanos que sobrevivieron al terremoto y su traslado a zonas seguras. Aunque muchos voluntarios y suministros de ayuda han llegado a la región gracias a los esfuerzos de nuestra gente trabajadora, la falta de organización de las instituciones estatales impide que esta ayuda llegue a los necesitados. En los centros urbanos y las zonas rurales sigue sin haber acceso a agua potable, alimentos, ropa de invierno y gasolina. Además, se están impidiendo las actividades de solidaridad llevadas a cabo por organizaciones sindicales y partidos políticos por iniciativa voluntaria. Las instituciones administrativas locales deben tener la iniciativa de organizar la ayuda, y en todas las zonas deben crearse oficinas de crisis con la participación de las organizaciones de la sociedad civil y la población de la región.
Incluso en las condiciones actuales, los beneficios de las empresas y el derecho a la propiedad privada se anteponen a salvar vidas y al derecho a la vida para el gobierno. Toda la riqueza del país debe utilizarse para salvar vidas. Este proceso no puede dejarse a la iniciativa o la conciencia del sector privado. Todos los medios deben movilizarse de forma planificada.
- Con el fin de proporcionar ayuda alimentaria de forma rápida y eficaz, el gobierno debe llegar a los acuerdos necesarios con las cadenas de supermercados, y sus sucursales en la región deben estar inmediatamente disponibles para proporcionar suministros de emergencia de forma gratuita.
- Deben incautarse urgentemente las provisiones de ropa, alojamiento, calefacción y artículos de higiene que se necesitan con urgencia y organizar su distribución entre los necesitados. Deben tomarse las medidas necesarias contra el riesgo de epidemia y enviar rápidamente sanitarios portátiles a la región.
- La falta de una comunicación eficaz sigue siendo uno de los problemas más urgentes de la región. Deben tomarse todas las medidas necesarias para garantizar el funcionamiento ininterrumpido y eficaz de las redes telefónicas y de Internet.
- Todos los hospitales privados deben proporcionar tratamiento gratuito a los heridos; todos los medicamentos, productos sanitarios y procesos de tratamiento deben ofrecerse gratuitamente a los heridos.
- ¡Hay que empezar a trabajar por los ancianos, los enfermos, los discapacitados, las mujeres, los niños, las personas LGBTI+ y los inmigrantes! Todas las autoridades, especialmente el Ministerio de Familia y Políticas Sociales, deben establecer mecanismos urgentes de apoyo para que las personas con necesidades especiales puedan subsistir. Debería crearse un plan de acción de emergencia bajo la dirección de todas las ONG, sindicatos, organizaciones sindicales, asociaciones y partidos políticos que trabajan en este ámbito, y debería permitirles entrar en acción.
- Es urgente evacuar a la población de la zona de la catástrofe a zonas seguras. Todos los medios de transporte deben movilizarse a tal efecto, y los hoteles y centros de alojamiento del país deben ponerse gratuitamente a disposición de quienes los necesiten.
- No a las campañas racistas contra los inmigrantes. Debe evitarse la discriminación de los migrantes; los centros de expulsión y campamentos dañados e inhabitables deben ser evacuados para que ellos también puedan trasladarse a zonas seguras. Deben levantarse las restricciones de viaje en todo el país y proporcionar ayuda para la traducción.
Está claro que el gobierno no puede utilizar eficazmente estas horas críticas para salvar vidas. En este sentido, las organizaciones sindicales, los partidos políticos, las organizaciones democráticas de masas y todos los trabajadores deben tanto presionar al gobierno como garantizar su propia organización. Ante la impotencia del gobierno, los esfuerzos de ayuda y movilización de la población son un orgullo. Con el fin de proporcionar ayuda más rápidamente y construir la solidaridad de forma más eficaz, hacemos un llamamiento a los sindicatos, organizaciones profesionales y partidos políticos pro-obreros para que creen un servicio de crisis de emergencia y unan y coordinen los esfuerzos independientes para la zona de la catástrofe.
Partido de la Democracia Obrera
8 de febrero de 2022