Por Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
La reforma judicial que quiso imponer el gobierno de extrema derecha de Benjamin Netanyahu, que significaba implantar una dictadura civil religiosa de extrema derecha sionista, desencadenó una gran crisis política.
Marchas de cien mil manifestantes (en un país de diez millones de habitantes) y una huelga general contundente que comenzó el lunes pasado convocada por la Histadrut, la gran central sindical de Israel, obligaron a Netanyahu a suspender su reforma. La huelga se extendió a transportes, salud, banca y educación. También organizaciones de soldados reservistas informaron que no se presentarán en el ejército por la huelga.
Fue la huelga más grande desde la fundación de Israel
Recordemos que Israel es un Estado fundado en 1948 por el interés imperialista británico y yanqui de dominar Medio Oriente. Para eso despojaron a los antiguos habitantes palestinos de sus tierras y viviendas, expulsándolos a otros países o a las pequeñas regiones de Cisjordania y Gaza. Y trajeron de Europa a colonizadores judíos europeos con la falsa narrativa de que era “su tierra” (lo cual es absolutamente falso, los judíos europeos ni nacieron en Israel ni descienden de sus antiguos habitantes).
Israel se ha mantenido como Estado persiguiendo y oprimiendo a los palestinos, incluso ocupando Gaza y Cisjordania que supuestamente deberían ser un Estado Palestino. Desde 1948 se han producido incontables masacres y despojos de tierras de los palestinos.
Esta huelga general realizada por israelíes es histórica y plantea el comienzo de una ruptura entre una parte muy importante de la clase trabajadora israelí y el capitalismo sionista que domina el país. Esto es una expresión en Israel de la crisis mundial capitalista. El gobierno de Netanyahu ya ejerce una violenta dictadura contra los palestinos. El sionismo gobernante del Estado de Israel ya no sólo es una dictadura contra los palestinos, sino que quiere ser una dictadura sionista contra el pueblo trabajador israelí.
Para su liberación, la clase trabajadora de Israel debe romper con el sionismo y buscar la unidad con el pueblo oprimido palestino, para liquidar al Estado capitalista sionista opresor de Israel y construir una “Palestina laica, democrática y no racista”, como fue históricamente la demanda del pueblo palestino.