Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
En Panamá se viene produciendo desde hace 2 meses un masivo levantamiento obrero y popular en rechazo a un contrato minero firmado entre el gobierno de Laurentino Cortizo y la transnacional canadiense First Quantum Minerals.
Las movilizaciones y paros dieron un salto cualitativo el pasado 20 de octubre, cuando en tercera discusión se aprobó en el parlamento la ley 406 legalizando el contrato, mediante el cual se le otorga a la empresa el derecho de extraer y vender cobre y minerales afines por 20 años, prorrogables por 20 años más.
De acuerdo a los manifestantes y especialistas en ambiente, el contrato viola la soberanía nacional, constituyéndose en un enclave. Además tendría un fuerte impacto ambiental tanto en el país como regional y globalmente, debido a que el proyecto se desarrollaría en una zona boscosa, amenazando los recursos hídricos, al establecer que la empresa almacene agua para su operación y generación de electricidad. El contrato minero fue negociado después que la Corte Suprema de Justicia declarara inconstitucional en 2017 el contrato de explotación original.
Las protestas son encabezadas por el importante Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción (Suntracs), así como la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof), todos los demás gremios docentes, los cuales se encuentran en paro indefinido, los médicos, enfermeras, trabajadoras y trabajadores de la salud, jóvenes estudiantes, mujeres, pueblos originarios y diversos sectores populares.
El movimiento que tiene como una de sus consignas “el oro de Panamá es verde” se desarrolla no solo en la capital del país. Se ha extendido a todas las zonas y abarca de forma amplia a distintos sectores del pueblo panameño.
Es una lucha en defensa de la soberanía y del ambiente, contra la corrupción que siempre acompaña a este tipo de contratos con empresas privadas y transnacionales, pero también tiene un carácter antiimperialista en la medida que enfrenta a una gran transnacional minera canadiense.
Junto a masivas movilizaciones que se daban hacia el centro de la capital, en los alrededores del parlamento, también los jóvenes y estudiantes, convocados a través de las redes sociales, se movilizaron en la cinta costera de la capital.
En la práctica la Ciudad de Panamá y muchas otras ciudades y pueblos del interior, se encuentran desde el 20 de octubre en una virtual huelga general no decretada, ya que las marchas son acompañadas por cortes de vías y carreteras, interrumpiendo el tránsito, el transporte de alimentos, y paralizando el comercio.
Las movilizaciones no solo han sido fuertemente reprimidas por la policía, también los medios de comunicación y los gremios empresariales, como la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap), la Cámara de Comercio de Chiriquí, que incluso ha movilizado de forma obligatoria a las trabajadoras y trabajadores de sus empresas, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), y la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede) tienen una campaña de odio contra la clase trabajadora y pueblos originarios.
Los representantes patronales y la policía utilizan abiertamente los medios de comunicación para estigmatizar a los estudiantes concentrados en la Universidad de Panamá como vándalos. Patrullas policiales han penetrado en el recinto universitario, en una abierta provocación. Ya habrían miles de detenidos y 3 docentes han sido asesinados en el marco de las protestas. Incluso los bancos han cerrado las cuentas bancarias del Suntracs, en una acción que el sindicato ha denunciado como una retaliación política.
Ayer jueves 16 de noviembre se realizó un paro de 24 horas convocado por la Alianza Pueblo Unido, Anadepo, al que sumaron estudiantes, pueblos originarios y sus bastiones de lucha, y demás sectores organizados, con barricadas y cortes de vías que paralizaron las principales arterias viales de la capital panameña y otras localidades del país.
Propuesta Socialista, sección panameña de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), ha venido participando en las protestas y movilizaciones, planteando continuar la movilización hasta derogar la ley 406 que ampara al contrato con la transnacional canadiense.
La organización responsabiliza al gobierno de Cortizo-Carrizo y a los diputados y diputadas de la entrega del país a las transnacionales imperialistas, y rechaza la pretensión del gobierno del PRD-Cortizo-Carrizo de judicializar la protesta.
En un comunicado publicado recientemente Propuesta Socialista levantó las consignas ¡Abajo la ley 406 que vende y destruye al país y contribuye a la destrucción del planeta! ¡No al uso de la «falsa moratoria-burla” para imponer la antinacional explotación de minerales en Panamá!
Desde la UIT-CI damos todo nuestro respaldo a la lucha del pueblo panameño contra la ley 406 y el contrato minero con la transnacional minera First Quantum Minerals. Llamamos a unificar y profundizar la lucha hasta derogar dicha ley leonina que atenta contra los intereses del pueblo panameño.
17 de noviembre de 2023