Por Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo de Izquierda Socialista / FIT-Unidad
25/04/2024 ¡Un duro revés contra Milei-Villarruel!
Ya se lo veía venir. Este 24M, a 48 años del golpe genocida, iba a ser masivo. ¡Vaya si lo fue! Fue multitudinario, de masas. La Plaza de Mayo se llenó varias veces. Las diagonales eran ríos por los que seguían ingresando miles de manifestantes. La marea nunca se detuvo desde el mediodía hasta caída la tarde. Personas de todas las edades, familias enteras con sus hijas-hijos, grupos de amigos, columnas sindicales, pañuelos verdes de la marea del 8M, destacándose las y los miles que participaron por primera vez como “sueltos”, es decir, aquellos que de manera espontánea acudieron a la convocatoria. Se entró y salió varias veces de la Plaza mostrando que no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos; son 30.000 y que vamos a seguir luchando contra la impunidad de ayer y de hoy, ahora contra el repugnante negacionismo del gobierno ultraderechista de Milei. Marchas que se dieron en todo el país, con largas cuadras en la mayoría de las provincias, llegando a estimarse en 500.000 mil la concurrencia en CABA, más varias decenas de miles en todo el territorio nacional, incluso en ciudades más pequeñas y hasta pueblos del interior.
Primera conclusión: el multitudinario 24M fue otro duro revés contra este gobierno negacionista, hambreador y represor de Milei-Villlarruel y la gendarme Patricia Bullrich. ¡Este 24 derrotamos el “protocolo anti piquete” que prohíbe movilizarse por las calles! ¡Tremendo el paso que dimos!
Días previos, hubo un atentado mafioso contra la vida de una militante de H.I.J.O.S. y amenazaron a Teresa Laborde; hija de Adriana Calvo, quien declaró en el Juicio a las Juntas. Y de manera provocadora, el gobierno sacó un video el 24 negando a los 30.000, diciendo que no hubo genocidio (enarbolando otra vez la “teoría de los dos demonios”) y por la “memoria completa”. Donde habla, por ejemplo, el turbio personaje “Tata” Yofre, ex titular de la mafia de la ex SIDE durante el menemismo, quien se dedicó a escribir libros con la versión de los genocidas. Por su parte, la vice Villarruel hizo uno propio con el hashtag #NoFueron30.000. Esto generó más repudio, provocando que miles se vuelquen a las calles.
Negar el genocidio cuando hay pruebas y condenas contundentes de la desaparición forzada, los vuelos de la muerte (con el avión que se muestra en las visitas guiadas de la Ex ESMA), el robo de bebés, las torturas y tantas vejaciones, es una canallada para seguir salvando a los militares genocidas y a sus cómplices civiles. Y para seguir con “La miseria planificada” de la dictadura que denunciaba Rodolfo Walsh, delito que se sigue cometiendo ahora con Milei. “No fue guerra, fue genocidio”, se cantó en las plazas.
Esta gran demostración de fuerza en las calles prueba la clara predisposición de nuestro pueblo trabajador y de las nuevas generaciones para enfrentar a este gobierno, que no se van a dejar avasallar impunemente sus condiciones de vida y el ataque a las mínimas libertades democráticas por estos ultraderechistas.
Este 24M fue un nuevo capítulo del enfrentamiento obrero y popular contra el plan motosierra del gobierno, que comenzó el 20 de diciembre cuando el sindicalismo combativo y la izquierda hicimos la marcha entrando a Plaza de Mayo en el aniversario del Argentinazo y a la noche se dieron los enormes cacerolazos ante el anuncio del DNU. Después vino el primer paro general arrancado a la CGT a 45 días de gobierno. Luego cayó la ley ómnibus y se dio el extraordinario y masivo 8M del movimiento de mujeres y disidencias. Y ahora este multitudinario 24M en medio de paros y medidas en muchos gremios, de la docencia, metalúrgicos, en la universidad, los ferroviarios del Sarmiento, Télam, entre un largo etcétera.
Es mentira que “hay un pueblo dormido” como dicen algunos periodistas o referentes peronistas. Todo esto demuestra lo contrario. Es por eso que no van las políticas de dejar que el gobierno se desgaste solo como pregona el peronismo, sino lo que hace falta es derrotar su plan motosierra enfrentándolo consecuentemente con lucha y movilización con un nuevo paro general y un plan de lucha nacional, como se lo venimos exigiendo a la CGT. Esta central sindical es la primera vez que se suma a una marcha en esta fecha histórica.
También remarcamos que este 24 podría haber sido aún más contundente. Lamentablemente hubo dos marchas, por responsabilidad del peronismo y sus organismos afines que se negaron a unificarla como se lo propuso el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVyJ) integrado por cientos de organizaciones y la izquierda revolucionaria. Una negativa de enfrentar en unidad a la ultraderecha. Y en el documento que leyeron, por ejemplo, siguen diciendo que los avances contra la impunidad se lograron por Néstor y Cristina, autoproclamándose como defensores de los Derechos Humanos. Pero en los doce años de gobierno peronista kirchnerista desapareció Julio López, se puso al represor Milani como Jefe del Ejército, nunca se abrieron los archivos de la dictadura y se siguió pagando la deuda externa de la dictadura. Y si las leyes de Obediencia Debida y Punto final se anularon en 2003 no fue por dicho gobierno, sino por la lucha sostenida a lo largo de veinte años de varias generaciones. Reflexiones que llamamos a seguir haciendo entra las y los luchadores.
Izquierda Socialista/FIT Unidad, como parte de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI), se movilizó junto al EMVyJ. Sus principales referentes estuvieron en el palco donde se leyó el documento, ondeando la bandera Palestina. Al final hicimos un acto con nuestra militancia donde reivindicamos a las y los caídos de nuestro partido antecesor, el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) orientado por Nahuel Moreno, que sufrió los primeros asesinatos bajo la Triple A del gobierno peronista de los años ‘70 y los más de 100 compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos en dictadura, al grito “Presente, ahora y siempre”. Juramentándonos en seguir luchando por lo que dieron la vida, por un gobierno de la clase trabajadora y una Argentina y un mundo socialistas.