Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarte Internacional
14/04/2024. Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) denunciamos la prohibición del Palæstina Kongress, organizado en Berlín para denunciar la complicidad de Alemania en el genocidio en curso en Palestina. El congreso, al que se habían inscrito 600 participantes, que contaba con un programa de panelistas internacional de primer nivel, fue disuelto por la policía unos minutos después de haber empezado.
Una compañera de Lucha Internacionalista, sección de la UIT-CI en el estado español, que viajó a Berlín para del congreso, fue testigo de la represión. Durante horas, 2.500 agentes de la policía llegados de toda Alemania, rodearon el edificio donde debía celebrarse el evento y entraron en el recinto y el edificio. Redujeron el aforo a 250 participantes por «razones de seguridad» sin justificar, con lo que la mayoría de activistas se quedaron fuera. A pesar del trabajo previo para que toda la prensa asistente estuviera acreditada, la policía abrió una puerta trasera para que entraran 50 periodistas sin acreditación. Esa misma prensa había estado difamando al congreso con acusaciones de antisemitismo y apoyo a la violencia, a pesar de que las portavoces de la conferencia aclararon en repetidas ocasiones, en ruedas de prensa y entrevistas, el compromiso del congreso “con los derechos humanos de todas las personas y pueblos del mundo”.
Unos 30 policías se desplegaron en la sala para intimidar a los participantes. Ordenaron a los organizadores leer sus condiciones para el desarrollo del congreso: no podía haber referencias contra la existencia del estado de Israel, apoyo a la «violencia » ni exhibición de símbolos de la red de apoyo a las personas presas palestinas Samidoun o del Frente Popular por la Liberación y otras organizaciones que Alemania considera ilegales. Finalmente, el congreso empezó, pero a la media hora la policía cortó la luz de todo el edificio para impedir la retransmisión online y con un altavoz anunciaron la cancelación de los tres días de congreso y que había que desalojar la sala. Dos miembros de la organización alemana Voces Judías por una Paz Justa (judíos antisionistas) fueron retenidos. En Alemania, los derechos a la libertad de expresión y asociación quedan en papel mojado cuando las grandes potencias defienden al estado genocida de Israel.
Pero la represión había empezado mucho antes. Desgraciadamente, esto no es nuevo: en las semanas anteriores al congreso los grupos organizadores sufrieron ataques mediáticos, políticos, económicos (la cuenta corriente de Voces Judías fue clausurada), y legales. El médico palestino Ghassan Abu Sitta, invitado al Congreso para relatar su experiencia trabajando en los hospitales de Gaza en las primeras semanas del genocidio, fue retenido en el aeropuerto de Berlín y enviado de vuelta a Londres. Le prohibieron realizar cualquier actividad política en Alemania e incluso dar su conferencia online desde el extranjero bajo amenaza de multas. Como él mismo dijo, Alemania es cómplice en el genocidio y no permite hablar a quienes han sido testigos de ello. Abu Sitta es ciudadano británico y rector de la Universidad de Glasgow. También Yanis Varoufakis, exministro de Syriza y dirigente de Diem 25, fue vetado en Alemania después de publicar en un tuit un vídeo con la intervención que había preparado para el congreso.
El sábado 13 una manifestación recorrió el centro de Berlín para denunciar la prohibición del congreso en un ambiente cargado de energía y combatividad. Al día siguiente, hubo concentraciones delante de las embajadas alemanas en más de 20 ciudades, entre ellas: Dublin, Londres, Paris, Tokio, Nueva York, Barcelona, Chicago y Ciudad de Mexico.
Por qué tanto empeño en prohibir el congreso? En primer lugar, porque Alemania, cómo ha denunciado el gobierno de Nicaragua frente al Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, es después de Estados Unidos el segundo proveedor de armamento para Israel. En 2023, Alemania facilitó el 30% de las importaciones de armamento de Israel, por valor de 326’5 millones de euros, con la ofensiva israelí en Gaza en marcha tras el 7 de octubre.
El gobierno de Socialdemócratas y Verdes es cómplice directo del asesinato sistemático de más de 33.000 palestinas y palestinos en Gaza, de la condena al hambre de los 2,3 millones de personas que sobreviven en la Franja y de la brutal represión que ejercen soldados y colonos en Cisjordania. De aquí el lema del Congreso: «Nosotr@s acusamos».
Alemania ampara su apoyo incondicional a Israel en la «Culpa» por el Holocausto. Pero si este fuera el motivo real lo que debería hacer es ofrecer todas las víctimas del Holocausto y a sus herederos que puedan regresar al país y recuperar las propiedades que les fueron robadas y ser indemnizadas por los asesinatos que cometió el régimen nazi y su maquinaria de exterminio de judíos, homosexuales, gitanos y comunistas.
No. El estado alemán no quiere reparar a los judíos y que vuelvan al país. Prefiere mantener el estado de Israel y su régimen de colonialismo de asentamientos, apartheid y exterminio del pueblo palestino para sostener al portaaviones del sistema capitalista en Oriente a Medio, una región estratégica del planeta por sus enormes recursos y su localización. Por eso no deja hablar a los judíos supervivientes del Holocausto en las manifestaciones propalestinas. Por eso detienen a los judíos antisionistas: ell@s puede desenmascarar la gran mentira de antisemitismo cómo coartada. Mientras que los verdaderos antisemitas (mejor dicho judeófobos) campan a sus anchas en el parlamento o los platós de televisión. No se esconde un genocidio apoyando a otro.
Hay otro motivo. En Alemania viven millones de árabes y palestinos, turcos, iraníes, afganos, pakistaníes y otros pueblos y el estado alemán profundamente islamófobo, tiene que mantener los privilegios racistas para imponer la división de la clase trabajadora y los sectores populares.
El congreso palestino no ha sido derrotado. Sólo ha dado los primeros pasos para desenmascarar las mentiras del corazón del imperialismo europeo.
Desde la UIT-CI llamamos a seguir apoyando la resistencia del pueblo palestino en Gaza contra el genocidio de Israel.
Unidad Internacional de Trabajadores y Trabajadoras – Cuarta Internacional (UIT-CI)
14 de abril de 2024