Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
El paro general de este 9 de mayo fue contundente en todo el país. Un nuevo y duro revés contra el plan ultraderechista de Milei, sus políticos cómplices y el FMI. Como dijo un medio: “parecía un domingo en vacaciones de enero”. Las fotos vacías en las estaciones de Constitución y Liniers dan cuenta de ello. La clase trabajadora respondió masivamente.
En el AMBA no se fue a trabajar aunque la patronal del transporte de colectivos DOTA hizo funcionar varias líneas. “Los bondis estaban vacíos”, se comentó. En los pequeños comercios que abrieron, no había gente que compre. Millones, independientemente de cómo votaron en las elecciones pasadas, expresaron su bronca con el paro. Trabajadoras y trabajadores de fábricas, oficinas, la docencia de todos los niveles, las y los ferroviarios, en la aviación, portuarios y aceiteros paralizaron la actividad de los monopolios agroexportadores, bancarios, estacioneros de servicio, y sigue la lista.
En algunas provincias el paro fue acompañado por actos y movilizaciones. En Neuquén hubo 10.000 manifestantes que ocuparon quince cuadras. En Córdoba también hubo una convocatoria importante. En Tierra del Fuego, donde el paro fue total (incluyendo la planta Mirgor de la familia Caputo y portuarios), hubo una marcha de seis cuadras en Ushuaia. En otros lugares, como en la plaza de Congreso o en el centro de Rosario, se realizaron actos y conferencias de prensa del sindicalismo combativo. El listado es evidentemente incompleto ante innumerables anécdotas que demuestran la masividad.
Se trató de un gran paro como hace mucho no se veía. Y fue a pesar de las amenazas por el descuento del día y la lógica desconfianza a la burocracia sindical. También fue un cachetazo para lo que dice el gobierno, de que tiene “un gran apoyo popular para aplicar el ajuste”. Millones entre quienes pararon seguramente votaron a Milei, como se evidenció en la asamblea del ferrocarril Sarmiento.
El gobierno quiso ocultar la contundencia del paro quedando en ridículo. Patricia Bullrich se subió a un colectivo vacío y encima no tenía crédito en la SUBE. El vocero Adorni tuvo que reconocer la masividad del paro pero mintió diciendo que fue en base a “piedrazos, extorsión y amenazas”. Además, tuvo que contestar qué opinaba sobre el paro de 36 horas exigido por nuestro dirigente Rubén “Pollo” Sobrero diciendo que «no entendía para qué», deslegitimando toda medida de lucha contra el brutal ajuste del gobierno.
El paro fue noticia mundial. “Dos paros generales en cinco meses de Milei”, resaltaron medios de Europa y Latinoamérica. Milei, desde la quinta de Olivos, se mostró con una remera diciendo “yo no paro” queriendo amortiguar el cachetazo recibido. Le contestamos: “Milei no para de ajustar porque trabaja a full para acrecentar las ganancias de los grandes empresarios, las multinacionales y el FMI”.
Luchar sirve: ¡que la CGT le dé continuidad con 36 horas!
La CGT brindó una conferencia de prensa diciendo que “fue un parazo” contestándole al gobierno las enormes razones que motivaron la adhesión al paro. Pero catalogó a la medida como “un llamado de atención para que el gobierno tome nota”, y que está “abierta al diálogo”. Pero este gobierno lo único que va a entender es la “nota musical” a fuerza de lucha y movilización. Como lo demostró el primer paro general que generó la caída de la Ley Ómnibus o la masiva marcha en defensa de la universidad pública del 23 de abril. Ese es el camino que hay que continuar. No es momento de ningún diálogo cuando tenemos que derrotar la Ley de Bases, el DNU y todo el plan motosierra.
La CGT, si bien dijo que no descartaba tomar alguna medida más adelante, no llamó a movilizar el día que se trate la ley en el Senado (sólo lo dijo Pablo Moyano días atrás), ni con qué otra medida de fuerza hay que continuar. La respuesta de cómo seguirla la dieron las y los ferroviarios del Sarmiento con una gran asamblea donde votaron exigir un nuevo paro de 36 horas con movilización. Por eso la gran noticia de hoy fue ese reclamo a la CGT que hizo el dirigente combativo Rubén “Pollo” Sobrero en los medios y en la conferencia de prensa frente al Congreso. Esa misma moción votó el gremio Ademys (docentes de CABA) y se pronunció la Multisectorial con distintas organizaciones combativas en Neuquén, entre otras en el país.
¡Paro de 36 horas con movilización! Que la CGT y CTA llamen a marchar al Senado cuando se trate la ley ¡Abajo la Ley de Bases y el DNU! No a los despidos y tarifazos. Aumento inmediato de salarios y jubilaciones. ¡Plata hay! Que se deje de pagar ya la deuda externa. Abajo el plan motosierra de Milei y el FMI.
9/5/24