Por Prensa UIT-CI
11/7/2024. El 11 de julio se cumplieron tres años de las grandes movilizaciones de 2021 con las que el pueblo cubano demostró el descontento contra la política hambreadora que impone la dictadura del Partido Comunista a través del gobierno de Díaz Canel.
Entonces miles salieron a las calles a protestar contra un plan de ajuste del gobierno que se llamó “Tareas de Ordenamiento”. Las consecuencias fue el aumento de la escasez que llevó a que el pueblo cubano hiciera colas interminables para conseguir comida o medicamentos, mostrando el deterioro del servicio de salud, que antes era de primer nivel.
El gobierno de Díaz Canel y el Partido Comunista de Cuba (PCC) dijo que las protestas eran “orquestadas y financiadas desde los Estados Unidos”. Esto no era cierto. Desde ya que el imperialismo quiere utilizar las protestas a su favor. Pero las causas de fondo de las protestas estaban en la política ajustadora aplicada en enero 2021, por el gobierno cubano que profundizó la desigualdad social. Las protestas populares del 11J fueron totalmente genuinas. La gente salió a las calles porque ya no aguanta más la pobreza, el grave deterioro de su nivel de vida. Desde ya que el imperialismo tiene su cuota de responsabilidad en la crisis social cubana por su histórico bloqueo. Pero el bloqueo, que siempre repudiamos y combatimos, es solo un elemento, pero no la causa fundamental de la grave situación social que padece el pueblo cubano.
El bloqueo, instaurado en los años ’60, fracasó por la resistencia del pueblo cubano y el apoyo en el mundo a la revolución cubana. Hoy en día es muy limitado y parcial. Desde hace décadas Cuba tiene relaciones comerciales y políticas con casi todos los países del mundo. Tal es así que desde los años ’90, de la mano de Fidel y Raúl Castro, se fue facilitando la inversión privada extranjera a través de empresas mixtas con las multinacionales, en especial de la Unión Europea y Canadá. El PCC, siguiendo el camino marcado por China, restauró el capitalismo en la isla(1). Esta es la triste verdad. Ese es el verdadero marco económico social que explica el inédito estallido social del 11 de julio de 2021.
Lo que hizo prender la mecha no fue una “conspiración imperialista” sino el brutal ajuste que aplicó el gobierno cubano en enero de ese año. El salario mínimo mensual pasó de 500 pesos (20 dólares) a 2.100 (87 dólares), pero los precios de los alimentos, el gas, la luz y el transporte se incrementaron muy por arriba del aumento salarial. En esos meses se desató una mayor inflación y comenzó la especulación capitalista con el dólar, lo que derivó en una devaluación de hecho que terminó de licuar el salario, ya de por sí miserable. Lo cual produjo una mayor escasez.
Todo esto terminó estallando el domingo 11 de julio en el pueblo de San Antonio de los Baños, a 38 kilómetros de La Habana, y se extendió rápidamente a otras ciudades y a la misma capital. Miles salieron a las calles a reclamar por comida, medicamentos y a repudiar al gobierno y su ajuste.
Desde el 11 de julio de 2021, miles de personas fueron arrestadas y otras tantas judicializadas. Al día de hoy 297 personas están privadas de la libertad, con condenas de varios años de prisión(2). La persecución y el amedrentamiento es una moneda corriente, como sucede con las intelectuales Alina Bárbara López y Hernández y Jenny Pantoja, quienes son encarceladas cuando se movilizan pacíficamente en Matanzas(3).
A pesar de la creciente criminalización, que aún sostiene presos y judicializados a decenas de activistas, intelectuales y artistas; la movilización continúa. El descontento se manifestó en las movilizaciones contra los apagones y la falta de energía eléctrica como sucedió en septiembre y octubre de 2022, luego de cortes de luz de más de 30 horas producto de la falta de inversión y mantenimiento en el sistema eléctrico. En marzo de 2024, y al grito de “corriente y comida”, cientos de mujeres y niños se movilizaron contra la falta de energía y contra los planes hambreadores en Santiago de Cuba y otras localidades como Granma y Bayamo.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) apoyamos la movilización del pueblo trabajador de Cuba y rechazamos la represión de la dictadura. Exigimos la inmediata libertad de todas las presas y presos y la inmediata anulación de los juicios. Llamamos de la más amplia solidaridad internacional con las movilizaciones que, lejos de “ser organizadas por el imperialismo” –como afirma el gobierno para desplegar la represión-, son legítimas expresiones del hartazgo del pueblo cubano que no se está dispuesto a pagar la crisis.
Los socialistas revolucionarios apoyamos el derecho a la movilización y rechazamos la criminalización y represión de la protesta impuesta por el gobierno. Las luchas deben continuar hasta derrotar a la dictadura que, en nombre de un falso socialismo, aplica un ajuste capitalista contra el pueblo trabajador. ¡Libertad ya a los presos políticos!
Como aporte a las enormes tareas de lucha y solidaridad anunciamos la próxima publicación de una segunda edición digital del libro «Cuba 11J. Perspectivas. contrahegemónicas de las protestas sociales», coordinado por el joven historiador Alexander Hall Lujardo(4). Esta nueva publicación será editada de manera conjunta por la red Marx21 (Corriente Socialismo Internacional-IST) y la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI), sumando un artículo sobre el ayer, hoy y mañana de Cuba, de Miguel Sorans y Pablo Almeida, dirigentes de Izquierda Socialista, de Argentina, y de la UIT-CI(5).
Esta y otras iniciativas son un aporte para la difusión de las luchas sociales en la isla, como así también un aporte al debate para la organización y la construcción de una alternativa política de la izquierda anticapitalista y socialista revolucionaria de quienes hoy buscan derrotar al ajuste capitalista y la represión de la dictadura del partido comunista cubano. Para que la crisis no la paguen los trabajadores, ¡Por el camino del Che Guevara, retomemos la pelea por una Cuba verdaderamente socialista con plena libertades democráticas para el pueblo trabajador!
Referencias:
1 – Ver artículo «Cuba y la restauración capitalista» por Mercedes Petit
2 – «Argentina: El FIT-U se reunió con el embajador de Cuba por los presos políticos»
3 – ¡Libertad ya a las intelectuales cubanas Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja!
4 – Ver entrevista al autor en “En Cuba existe un colapso energético y una crisis sistémica multidimensional”
5 – Miguel Sorans. Dirigente de Izquierda Socialista, de Argentina, y de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI). En 1979, integró la Brigada Simón Bolívar, que combatió en Nicaragua, junto a los sandinistas contra la dictadura de Somoza. Encabezó la toma de la ciudad-puerto de Bluefields en la Costa Atlántica. Escribió, junto a Simón Rodríguez Porras, el libro “¿Por qué fracaso el chavismo?”, editorial Cehus. Escribe en El Socialista (www.izquierdasocialista.org.ar) y en Correspondencia Internacional (www.uit-ci.org). Pablo Almeida. Dirigente de Izquierda Socialista, de Argentina. integrante de la UIT-CI, y Legislador electo en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FIT-U) en la Ciudad de Buenos Aires. Es delegado General de las y los trabajadores del Ministerio de Economía, nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Como integrante de la UIT-CI formó parte de una delegación en la caravana internacional qué en julio de 2022, desde Costa Rica, intentó ingresar a Nicaragua exigiendo la libertad de las personas detenidas por enfrentar a la dictadura de Daniel Ortega. Siendo legislador en 2021 viajó a Cuba para fortalecer los vínculos con distintos sectores de la Izquierda Crítica.