Reproducimos noticia publicada en comunistascuba.org
Yosandri Mulet Almarales era uno de los cientos de ciudadanos cubanos que fueron detenidos en las protestas del 11 y 12 de julio de 2021. Yosandri Mulet Almarales era también parte de los cientos de detenidos que no militaban en ninguna organización opositora, ni tenía una trayectoria que lo hiciera destacar y por lo cual se intercediera especialmente por él. La sentencia contra Yosandri Mulet Almarales fue de diez años y aunque había intentado suicidarse anteriormente, continuó bajo régimen penitenciario en un campo de trabajo.
La cifra oficial emitida por la Fiscalía General -cada vez más contradictoria- es que de las protestas del 11J todavía hay 297 detenidos. Sin Yosandri ahora, supuestamente, serían 296 quienes continúan condenados por haber participado en las protestas del 11J. Sin embargo, diversas fuentes opositoras hablan de una cifra cercana a mil encarcelados por las protestas de julio de 2021. La mayoría de quienes continúan presos tampoco formaron parte de ninguna organización que se propusiera derrocar al Estado cubano y su único delito fue haber participado en una manifestación contra el hambre y el ajuste.
Esta noticia ha golpeado duro en cada uno de quienes se manifestaron el 11 de julio de 2021 pues todos pudieron correr la suerte de Yosandri Mulet Almarales. En poco tiempo, el nombre de Yosandri Mulet Almarales se desvanecerá en las búsquedas de Google y en todo caso terminará siendo “el muchacho del 11J que se suicidó”. Sin embargo, el suicidio de Yosandri es en sí mismo un hecho político de rebelión contra la represión. No es una muestra de derrota, sino preferir la muerte antes que continuar sometido a años de cárcel. Es la consumación extrema de la consigna que enarbolaban quienes lucharon por la independencia de Cuba: «Libertad o Muerte». Pero sin un programa político, ni una organización comunista revolucionaria que coordine una vanguardia de la clase trabajadora contra la burocracia procapitalista, seguirán muriendo Yosandris y cada rebelión popular terminará siendo sofocada por la represión -o de triunfar, se dará paso a otro gobierno capitalista, tan o más represor que el actual-. La revolución socialista es la única salida donde los Yosandri tienen representados sus intereses.
Desde Comunistas Cuba llamamos a que las organizaciones del FITU continúen los contactos con el gobierno cubano para lograr la liberación de quienes su único crimen es haberse enfrentado a las políticas de austeridad, cada vez más con rasgos neoliberales. Aprovechamos esta tribuna de orientación y combate para también exigir la liberación de los presos políticos venezolanos quienes solamente están detenidos por reclamar la presentación de los resultados electorales. Hacemos extensiva especialmente nuestra solidaridad militante a las organizaciones marxistas revolucionarias de Venezuela que se enfrentan al régimen de facto que encabeza Nicolás Maduro.
Quedarnos cada quien en nuestros nichos de militancia comunista solo ayuda a que sea más fácil derrotarnos. El internacionalismo es el parteaguas político entre la izquierda revolucionaria y la que solo clama por sus intereses nacionales, es decir, la socialdemocracia. El internacionalismo tiene que ser tan efectivo como la lucha en las calles, en los sindicatos, en las asambleas y en las selvas cuando vuelva a ser necesario.