Por Pilar Barbas dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista, sección argentina de la UIT-CI y Secretaria de la Federación Universitaria Argentina
16/10/2024. El miércoles 9 ante la ratificación del veto a la Ley de Presupuesto Universitario en el Congreso de la Nación, miles de estudiantes se autoconvocaron en sus facultades para profundizar el plan de lucha. Con tomas inéditas en facultades como la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) o Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se esparcieron las ocupaciones por todo el país demostrando que el movimiento estudiantil le va hacer frente al gobierno para defender la universidad pública y gratuita.
El gobierno de Javier Milei el miércoles 9 se jugaba una pulseada importante en el veto a la Ley de Presupuesto Universitario. Acordando con el PRO, la UCR y peronistas ligados a los gobernadores, consiguió los votos necesarios para mantener el veto. Pero no fue un triunfo contundente. Todo lo contrario, la votación desfavorable sobre el presupuesto, despertó al movimiento estudiantil que desbordó a las conducciones burocráticas y decidió radicalizar el conflicto. La noticia del jueves 10 fueron las más de treinta facultades tomadas de Jujuy a Tierra del Fuego. Muchas de ellas se mantuvieron todo el fin de largo. El lunes 14 se convocaron asambleas en la mayoría de las universidades nacionales, donde el movimiento estudiantil redobló la apuesta y al día de hoy son casi cien facultades las que están bajo control estudiantil y de sus trabajadores, demostrando cuál es el camino para impulsar el conflicto.
Las conclusiones que sacamos después de casi seis meses de conflicto son claras. No podemos repetir lo que pasó después del 23 de abril, donde la UCR y el peronismo plancharon el conflicto dejando sin respuesta al reclamo salarial de docentes y no docentes que están cobrando por debajo de la canasta de indigencia. El camino para arrancarle el presupuesto para salarios, becas estudiantiles, gastos de funcionamiento y ciencia es el que demostraron les compañeres del Hospital Bonaparte, que ante la amenaza de cierre del hospital, realizaron una toma y unieron todas las luchas en curso en su apoyo consiguiendo que Milei no pueda avanzar con su plan.
Por eso, de cara a las semanas que se vienen, es importante seguir profundizando el plan de lucha a nivel nacional. No podemos volver a la normalidad en nuestras universidades. Tenemos que impulsar las tomas con clases públicas, acompañar los paros de nuestros docentes y no docentes, como el convocado para el 17 de octubre. Y llamando a asambleas interclaustros para discutir junto a elles un plan de lucha unificado. Así como también le exigimos a las federaciones y centros de estudiantes a que convoquen instancias interfacultades e interuniversidades para planificar junto a nuestros compañeres de otras universidades nacionales cómo masificamos el conflicto.
Hay que redoblar la lucha contra un gobierno que sigue sistemáticamente atacando a nuestras universidades con declaraciones falsas. Y que envalentona a sectores reaccionarios como los infiltrados de la Universidad de Quilmes que quisieron romper una asamblea estudiantil. O amenaza con el ingreso de la policía a las tomas universitarias. Son hechos que no podemos permitir.
Además, mientras Milei dice que en las universidades sólo estudian los ricos, la única realidad es que la mitad de les estudiantes vivimos con salarios por debajo de la línea de pobreza y sostenemos las cursadas. Si tanto le preocupa al gobierno ultraderechista el acceso de la clase trabajadora a la educación, que destine presupuesto para becas, boleto educativo y salarios para nuestros docentes.
Por eso la respuesta a la crisis presupuestaria es urgente. Alertamos que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne rectores peronistas y radicales de todas las universidades nacionales, está más preocupado por restablecer el diálogo con el gobierno, que por una solución inmediata a los reclamos. Y a pesar de los ataques en lo que va del año propone confiar en la votación del presupuesto 2025. No podemos esperar a discutir la realidad de las universidades con el presupuesto 2025 que ya es una declaración de guerra completa para las universidades y para todos los derechos de la clase trabajadora, para pagar la deuda externa. La solución al conflicto se tiene que dar ahora y pelearla en las calles, reclamando una partida de emergencia para resolver la crisis de la universidad. Mientras, le seguimos exigiendo a la CGT que rompa la tregua y convoque a un paro nacional y plan de lucha para derrotar la motosierra de Milei y el FMI. En lo inmediato desde Izquierda Socialista exigimos al CIN, a la mesa intergremial y a las federaciones, que se convoque una Tercera Marcha Educativa Federal a Plaza de Mayo para conseguir nuestros objetivos. Junto con eso seguiremos coordinando entre quienes hoy están impulsando las tomas en todo el país junto a docentes y no docentes.