Por Liga Marxista Revolucionaria, sección italiana de la UIT-CI
16/10/2024. El gobierno de Meloni se dispone a dar un salto cualitativo en la gestión del orden público y las plazas. Los partidos mayoritarios que apoyan al gobierno posfascista, conscientes de la difícil situación que enfrentan las clases más pobres -en términos de condiciones de vida y aumentos de precios- y preocupados por la posibilidad de respuestas sociales más duras -en términos de manifestaciones y huelgas-, han decidido correr a refugiarse, para evitar escenarios franceses o alemanes en Italia. El “gobierno de los patriotas”, hasta hoy, está registrando parámetros más propios de abogados de grandes multinacionales y finanzas que de amigos del pueblo.
El poder adquisitivo de las familias en los primeros 9 meses de 2023 disminuyó un 1,2%, se prevén recortes de 15.000 millones para el gasto en desarrollo en el sur de Italia, recortes de 14.000 millones para la sanidad pública, ningún recurso para la financiación de los niveles esenciales de los servicios públicos, en la prevista y devastadora ley de autonomía diferenciada; la inflación de los alimentos ha aumentado alcanzando el 9,8%, y se han vendido importantes acciones públicas de Correos, ENI –industria petrolera nacional- y Ferrocarriles. Es lógico temer una reacción popular tarde o temprano. Entonces, ¿cómo anticipar el problema? a la manera clásica de la derecha reaccionaria, preparando la represión y la reacción.
Sí, la reacción, ya que la aprobación del decreto-ley de seguridad DL 1660 acerca Italia a Hungría y Turquía en términos de garantías democráticas, es decir, esta legislación introduce un verdadero modelo policial y autoritario en la gestión de la libertad de expresión y pensamiento.
Veamos los puntos más destacados de este proyecto de ley:
- el bloqueo de carreteras se convierte en delito penal con penas de hasta dos años;
- las protestas en las cárceles o en los refugios para refugiados pueden ser castigadas con hasta 20 años de prisión; lo mismo para quienes protestan contra las grandes obras;
- pena de prisión de hasta siete años para quienes ocupen una casa vacía o simpaticen con los okupas;
- 15 años de prisión por resistencia activa durante las manifestaciones;
- cuatro años para la resistencia pasiva;
- derecho de las fuerzas policiales a poseer una segunda arma personal, fuera del arma de ordenanza y fuera del servicio;
- las medidas anteriores también pueden aplicarse a las mujeres embarazadas o con niños menores de un año;
- el uso de teléfonos móviles está prohibido para los migrantes sin permiso de residencia.
El 5 de octubre fue un evento importante para la solidaridad con el pueblo palestino y su resistencia. Miles de manifestantes desafiaron la prohibición impuesta por el Ministerio del Interior, una prohibición que se configuró como anticipo de lo que será el nuevo modus operandi del gobierno con la oposición en las calles. La represión no dejó de hacerse sentir, con cargas a los manifestantes, órdenes de expulsión para quienes querían llegar a Roma y llevar solidaridad militante a las organizaciones palestinas presentes en la plaza de Porta San Paolo.
Pero junto a la represión, no faltó el coraje de la plaza para quedarse e intentar la marcha, en señal de solidaridad con la causa palestina y contra las políticas de seguridad de Meloni y el ministro de Interior, Piantedosi, que, en lugar de garantizar el estado de seguridad, quieren instaurar el estado policial.
Como Liga Marxista Revolucionaria participamos de manera convencida en la manifestación, a pesar de las prohibiciones del estado burgués. Llevamos a las calles nuestras consignas de apoyo a la resistencia palestina y libanesa contra la ofensiva del ejército sionista, culpable de genocidio de los dos pueblos árabes. También lo hicimos contra el DL 1660. En este sentido, esperamos que la presencia de toda la izquierda revolucionaria en esa plaza de Roma sea el inicio de un frente único de trabajo necesario para que las reivindicaciones antiimperialistas, antirrepresivas y obreras encuentren su propia dimensión y organización.
Liga Marxista Revolucionaria