Por MST, sección chilena de la UIT-CI
5/11/2024. Compartimos con nuestros lectores, el balance de las últimas elecciones municipales que se realizaron en Chile el pasado 27 de septiembre, publicado por el MST, sección chilena de la UIT-CI.
Los resultados de las elecciones municipales recién pasadas ponen al descubierto importantes aspectos de la coyuntura política en Chile. No creemos que signifique un marcado “giro hacia” de millones de trabajadoras y trabajadores, sino más bien continuación de elementos de crisis política que no han podido ser revertidos hasta ahora por los empresarios dueños del país y sus gobiernos. Viéndolos mayor con minuciosidad, expresan algo más importante para les las y los que luchamos: la existencia de un espacio político, producto del descontento social, que puede servir de base para construir una nueva alternativa política anticapitalista.
El que gobierna… pierde.
Desde el final del primer gobierno de Bachelet en 2010, se viene desarrollando una dinámica del que ninguno de los bloques políticos capitalistas (centroizquierda y derecha) ha podido escapar: el que gobierna pierde las elecciones. No es una casualidad, ni los caprichos del electorado. Es la expresión de una crisis social producto del modelo económico profundamente desigual que domina en Chile.
La privatización, y precarización de derechos sociales (salud, educación, vivienda, etc.), que obligan inhumanos sacrificios a millones de familias trabajadores mientras unos pocos amasan cuantiosas fortunas con el lucro. Las pensiones de hambre, los bajos sueldos y el continúo encarecimiento del costo de la vida, sumado a la permanente represión hacia las movilizaciones y pueblos originarios, son la tónica de todos los gobiernos. Ningún cambio sustantivo, ni siquiera después de la rebelión popular de 2019, han llevado a cabo los corruptos partidos en el congreso ni sus gobiernos. El resultado de esta situación angustiante no tiene nada de mágico ni extraño: millones votan contra quienes les gobiernan, culpándolos de los males que llevan décadas aquejándonos.
En estas elecciones municipales continúa la misma dinámica. La mayoría de les las y los personas votó contra el gobierno de Boric, escogiendo a la única alternativa que el régimen político les permite escoger… la derecha. la votación, en general, fue de 13.113.598, una participación del 84,92% del padrón. La derecha tradicional obtuvo 3.106.176 votos (alcaldes) contra los 3.519.774 del gobierno de Boric. Sin embargo, si a esto sumamos los votos de partidos de ultra derecha, en los que P. Republicano logró 488.587 votos, y el P. Social Cristiano 385.807 votos, mientras la derecha light del PDG logró 192.093, nos da un total de 4.172.663 votos hacia la derecha y la ultraderecha. Veamos con atención estos resultados, que pueden llevar a engaños.
Una diferencia de un millón de votos entre la centroizquierda que gobierna y la oposición de derecha, en ningún sentido una victoria aplastante de la oposición. Más bien son las cifras del péndulo electoral propio de votos de descontento con el gobierno actual. Cabe añadir el no despreciable dato de que el enojo es capitalizado, en la derecha, por los sectores tradicionales, y no por el crecimiento de nuevas opciones de ultraderecha como republicanos o socialcristianos.
Otro elemento importante es la bronca general contra los partidos, acusados de corrupción y otros delitos, que fue canalizado hacia candidaturas independientes fuera de ambos bloques, que lograron obtener 3.557.965 votos. Claramente, fueron más votados que el gobierno, la derecha tradicional y la ultraderecha. Este sector no es, en sí mismo, un fenómeno progresivo, puesto que está compuesto, en su mayoría, por muchos “ex” políticos de partidos que buscaron cubrirse con este ropaje para aparecer como algo nuevo. Sin embargo, en Puente Alto, una de las comunas más grandes del país, Matías Toledo, un independiente genuino y con tintes hacia la izquierda, logró destronar a la imbatible derecha con una tremenda votación.
En síntesis, lo que primó en estas votaciones fue el voto castigo hacia el gobierno de Boric, con una fragmentada votación hacia sectores de derecha, pero con un mayoritario apoyo a candidaturas que se presentaron como independientes. A esto debemos sumar las nada despreciables cifras de abstención en cada papeleta: la Abstención, Nulo y Blanco se impuso como la primera orientación política con 37% (5.740.554) en CORE; en concejales con 33% (5.141.056), en gobernadores con 30% (4.664.953) y en alcaldes con 24% (3.749.837).
Por fuera, y a la izquierda, del gobierno de Boric.
Este sector se presentó con varias listas, de modo disperso, y con diversas posiciones que iban desde el reformismo descontento con la administración Boric, así como alternativas claramente anticapitalistas. A nivel nacional podemos identificar, por lo menos, tres sectores: quienes fuimos en la lista del naciente Partido Verde Popular, del que nosotros participamos, que obtuvo 167.364 votos en alcaldes; el frente Izquierda Ecologista Popular que reúne a varias organizaciones legalizadas en regiones que obtuvo 114 833 en alcaldes, y PTR (trotskismo) que se presentó sólo en Antofagasta y obtuvo 9.670 votos. Cabe agregar que todos estos bloques no se pudieron presentar, por cuestiones de legalización, en la mayoría de las comunas del país.
Si bien nacionalmente estas alternativas estuvieron muy lejos cada una, y todas juntas, por expresar un nuevo fenómeno de voto contra los partidos del régimen político y hacia la izquierda, en algunas comunas rindieron de modo sorpresivo. En Antofagasta PTR logró 4,54% de la votación, en Santiago los verdes populares obtuvieron 9,14% y ecologistas populares 4,26% (ambos suman casi el 15% de la votación total), en Independencia logramos, si sumamos ambas votaciones, también casi un 15%, en Paine conseguimos 7,37%, y a eso debemos agregar varias comunas donde la votación superó con creces las obtenidas en otras elecciones, mostrando un claro avance de estas alternativas.
La debilidad en este sector estriba en su fragmentación, ya que no es una alternativa electoral unitaria a nivel nacional, que pueda recoger el votó contra la derecha y el gobierno. Pero, sobre todo, en las medias tintas de muchas de estas organizaciones políticas, que van y vienen en los enfrentamientos con el gobierno de Boric, manteniendo lazos permanentes con el Partido Comunista, o con uno de sus principales dirigentes (Jadue). Esta tibia política se expresa en programas, que muy tímidamente recogen las demandas y el impulso de lucha que proviene de la rebelión popular de 2019. Infelizmente, lo que si recogen es la tesis centroizquierdista de que “atacar al gobierno es hacerle el juego a la derecha, incluso a la ultraderecha”.
Contra esta confusión están los resultados concretos: las campañas del MST en Independencia y Paine, la de PTR en Antofagasta, y otras, que hicimos campaña abiertamente contra las traiciones de Boric y denunciando a la derecha, recogimos la herencia de la rebelión popular, y llamamos incansablemente a retomar los caminos de la movilización. Eso, lejos de costarnos votación, nos atrajo una franja de apoyo nada despreciable, demostrando que alternativas políticas anticapitalistas, por una salida obrera y popular a la crisis del país, cuentan con un sector que nos mira, escucha y acompaña. Es este sector, que no sólo vota por descontento contra quienes gobiernan, sino que apoya programas de lucha, el que podría ser la base social y política para la construcción de una alternativa que supere la dispersión y la falta de dirección que es el principal problema que enfrentamos desde hace décadas les las y los trabajadores, sectores populares, mujeres y juventud en Chile.
Desde nuestra organización fuimos parte viva de este proceso. En Paine conseguimos el 7,37% (3.749 votos) con Gustavo como candidato para alcalde, acompañado del impresionante dato de que el candidato del gobierno sólo nos sacó 5% puntos de diferencia (logró el 13,71%). La única candidata a concejala que llevamos, Ana María, se ubicó como la cuarta opción más votada, y junto al compañero Walter que fue de candidato a Core conseguimos un total de 10.281 votos en dicha comuna. Por su parte, en Independencia logramos en alcaldes, con el compañero Francisco, 3.983 votos (6,95%), y junto a tres candidaturas a concejales y uno de core, conseguimos como lista 8.618 votos. Nuestras dos listas rindieron un total de 18.889 apoyos.