Por Prensa UIT-CI
Reproducimos charla de Miguel Sorans*, dirigente del partido Izquierda Socialista, de Argentina, realizada el 23 de abril de 2025 en la sede de Rosa Luxemburgo de la ciudad de Bremen, Alemania. El tema fue “La ultraderecha y el gobierno de Javier Milei de Argentina”.
En primer lugar, quiero agradecer la invitación de Norbert Schepers y de la Rosa Luxemburgo Stiftung a dar esta charla de intercambio sobre la situación de Argentina.
Como ustedes saben en la Argentina estamos con el gobierno de ultraderecha de Javier Milei. Un gobierno antiobrero, anti estado, misógino y racista. Esta es la mala noticia. La buena noticia es que lo estamos enfrentado. Justamente el 10 de abril se realizó una exitosa huelga general de 24 horas de repudio a su llamado Plan Motosierra de recortes sociales, de pensiones, de salud o educación.
Les doy el ejemplo de las y los jubilados y pensionados, para que ustedes tengan una idea de hasta donde ha llevado sus ataques Milei. Los y las pensionados o jubilados en Argentina, como en el resto del mundo, son de los más castigados. Milei lo está llevando a límites insostenibles. La canasta familiar o de consumo básico para una persona se calcula en 1.200.000 pesos argentinos por mes, que serían unos 857 euros. Muy poco. Pero una pensión o Jubilación mínima es de 349.000 pesos, unos 249 euros, por mes. O sea, el 29% de la canasta básica. En Argentina hay más de 5 millones de pensionadas y pensionados que cobran 249 euros por mes.
Por eso desde el 2024 todos los miércoles hay protestas de las y los jubilados y pensionados frente al Parlamento que son salvajemente reprimidos por las fuerzas de seguridad. Por eso fue creciendo el apoyo popular a sus reclamos. Primero aparecieron los hinchas de futbol y finalmente, fue tan grande la presión, que la Central Obrera, la CGT, tuvo que convocar a una movilización para el miércoles 9 y una huelga general el 10 de abril. La huelga fue un éxito en todo el país.
El gobierno de Milei en los últimos meses se ha debilitado. Venía aún con altos índices de aceptación de sus votantes, cerca de un 50 por ciento. Pero se ha ido deteriorando. Esto se debe a cuatro hechos en los primeros meses del año. El primero fue cuando hizo un discurso en Davos donde llamativamente, centró en denunciar que la “ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil» y asoció a parejas homosexuales con la pedofilia. Esto provocó en febrero, un repudio generalizado y una movilización de más de un millón de personas en solidaridad con las disidencias sexuales.
Segundo hecho, en marzo, Milei apareció apoyando públicamente el lanzamiento de una criptomoneda que resultó ser una estafa. Tercer hecho, la represión a los jubilados y las movilizaciones que crecieron en su apoyo, y el cuarto hecho, es que el nivel de vida popular sigue muy bajo. Todos estos hechos cambiaron la coyuntura en Argentina que llevaron a la Huelga general del 10 de abril.
Esta huelga se arrancó desde abajo. Por todos estos movimientos se obligó a la burocracia sindical de la Centra Obrera, manejada por el movimiento peronista a convocar a una movilización de apoyo a los jubilados que fue masiva. Y a la huelga del 10.
Hay que tener en cuentas que la clase obrera argentina es de una gran tradición de lucha, pero muy atrasada políticamente debido al peronismo. El peronismo es un movimiento nacionalista-burgués que nació en 1945 con el general Perón que estando en el gobierno otorgó la mayor parte de las conquistas sociales que se conocen en la Argentina, pero luego el peronismo se fue transformando en partido burgués normal y de conciliación con el imperialismo que abandonó el nacionalismo y a las concesiones sociales. Pero las distintas generaciones de la clase obrera siguieron creyendo en el peronismo.
Pero desde hace un tiempo ha comenzado una ruptura de la base obrera y popular con el peronismo. Un descreimiento por sus últimos gobiernos que aumentaron la pobreza. Se producen dos fenómenos de ruptura. Uno electoral, en que un sector popular masivo vota a derecha, por un desconocido como Javier Milei. Por su discurso contra la “casta política”. Semejante a lo que ustedes conocen en Alemania con los neonazis. El otro fenómeno son los que rompen y apoyan o votan, al Frente de Izquierda (FITU). Un frente compuesto por 4 organizaciones trotskistas del cual nuestro partido Izquierda Socialista hacemos parte.
La otra cara de este fenómeno es que se produce un desborde a la burocracia sindical por abajo, en las luchas. Surge un sindicalismo combativo, con peso del trotskismo. Izquierda Socialista somos la dirección por ejemplo a los ferroviarios del ramal Sarmiento, nuevos sindicatos de la docencia o el sindicato de fábricas de neumáticos. También crece la oposición antiburocrática en muchas comisiones internas de empresas. Son estos sectores lo que presionan y le arrancan una huelga a la CGT peronista como ocurrió el 10 de abril. Ahora se reclama a la CGT que convoquen una huelga de 36 horas, para darle continuidad a la lucha contra el gobierno. Desde Izquierda Socialista levantamos las consignas: Basta de Milei, que se rompa con el FMI, que se deje de pagar la deuda para poder pagar salario, jubilaciones, salud y educación.
Desde Izquierda Socialista fuimos los que impulsamos en el 2011 la formación del Frente de Izquierda. Dentro de los socialistas revolucionarios siempre combatimos el sectarismo y las divisiones de la izquierda. Casi 15 años después, somos una referencia clara y de alternativa a los partidos capitalistas y a la burocracia sindical. Izquierda Socialista tiene una extensión nacional. Tenemos sedes a lo largo de todo el país desde Jujuy al norte hasta el sur en la Isla de Tierra del Fuego. Tenemos más de 50 sedes. Participando en las luchas sindicales, estudiantiles y del movimiento de mujeres y disidencias hemos logrado ganar espacios importantes, unidos a otros sectores de la izquierda. En nuestro caso dirigimos la seccional Ferroviaria Oeste de gran Buenos Aires, con nuestro compañero Rubén Sobrero y la compañera Mónica Schlotthauer, hasta hace unos días era diputada nacional. También encabezamos varios sindicatos combativos de la docencia en la provincia de Neuquén, en la ciudad de Buenos Aires, en Córdoba y en Santa Cruz, que acaban de ganar una huelga. Son todos opositores a la burocracia de la Federación sindical. Y desde Izquierda Socialista llamamos a conformar una coordinadora de los sindicatos y comité de fabrica combativos y antiburocráticos para hacer un Polo de referencia para todo el movimiento obrero
Desde Izquierda Socialista, actuamos con flexibilidad táctica en el campo de las luchas y contra la burocracia, pero somos estrictos en sostener nuestro programa anticapitalista y socialista y de independiente de los gobiernos burgueses. Podríamos sintetizar en tres puntos nuestra actuación para construir una alternativa de dirección socialista revolucionaria. Primero, proponemos la más amplia unidad en la acción para derrotar al gobierno de ultraderecha de Milei. Combatimos cualquier sectarismo. No creemos que solo los trotskistas podamos derrotar los planes de recortes de un gobierno. Segundo: para impulsar la movilización y la unidad defendemos el método de la democracia sindical, el método asambleario. La base debe ser la que decida y no un Secretario General o el presidente de un sindicato o un centro de estudiantes.
Tercero: reivindicamos la independencia política de la clase obrera y los estudiantes. Podemos unirnos en la lucha con sectores patronales o reformistas. Esta política nos ha ayudado, por ejemplo, durante el 2024 y estos meses a ser parte de las grandes movilizaciones universitarias, unidos a rectores o decanos o sindicatos y centros estudiantiles que no son de izquierda, pero están contra los recortes educativos de Milei. Pero al mismo tiempo que intervenimos juntos no dejamos de señalar que nosotros no apoyamos corrientes políticas capitalistas ni gobiernos del sistema. Llamamos a los activistas a que rompan con esas corrientes patronales y a integrarse a Izquierda Socialista, a sumarse a la lucha por un cambio de fondo socialista.
La tarea estratégica de Izquierda Socialista, junto con impulsar las luchas, es construir una nueva dirección política socialista y revolucionaria. Luchas en Argentina y el mundo existen. Lo que hace falta es una dirección revolucionaria que las encause hacia el poder. No hacia “lo posible” y conformarse con ser furgón de cola de gobiernos de centroizquierda. Por eso desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda, intervenimos en las elecciones y tenemos parlamentarios. No porque creamos en las soluciones electorales o parlamentarias. Vamos a las elecciones para decirle a las masas que la salida es luchar. Pero también los llamamos a no seguir apoyando a partidos y candidatos patronales y del sistema. Llamamos a votar por no pagar la deuda externa, contra las privatizaciones, por un gobierno de las y los Trabajadores. Participamos en las elecciones para aprovecharlas para dar la pelea política contra todos los partidos patronales y para construir Izquierda Socialista.
El centro de las y los diputados del FIT y de Izquierda Socialista es presentar proyectos socialistas, por romper con el FMI, ir a apoyar las luchas obreras y populares. Nuestras diputadas y diputados cobran un salario como una maestra y el resto del dinero se entrega para las luchas y para construir los partidos. Nos diferenciamos claramente de los diputados del sistema. En el Frente de izquierda los puestos parlamentarios son rotativos, para que todos los partidos participen. Recientemente, por ejemplo, nuestra compañera diputada Mónica Schlotthauer, de Izquierda Socialista, que es dirigente ferroviaria y de la agrupación de mujeres Isadora, volvió a su lugar de trabajo como limpiadora de la estación del ferrocarril.
Para Izquierda Socialista ser internacionalista es parte de su ADN. No es una declamación. Dentro de nuestras posibilidades lo practicamos. No creemos en una lucha solo nacional para terminar con el capitalismo imperialista. Por eso somos parte integrante de la UIT-CI, de la corriente trotskista que fundó Nahuel Moreno, fallecido en 1987. Tampoco creemos que solo nosotros podemos construir una organización revolucionaria internacional. Por eso llamamos a unir a los revolucionarios a los distintos partidos, grupos o militantes que en el mundo se reclaman socialistas revolucionarios. Es necesario dar ese paso, para apoyarnos mutuamente, intercambiar experiencias, hacer campañas de solidaridad internacional. Por ejemplo, venimos de hacer una campaña exitosa por la liberación de un dirigente estudiantil de nuestra organización de Turquía.
Por eso estoy visitando Alemania, para conocer esta realidad, intercambiar experiencias para ver como se enfrenta el peligro del crecimiento de la ultraderecha y como ayudar a construir una alternativa socialista. Luego de Alemania voy a una conferencia en el Estado Español de nuestra organización hermana Lucha Internacionalista que se va a unificar con compañeras y compañeros luchadores de Andalucía y de Madrid. El año pasado dimos pasos parecidos con compañeras y compañeros de Portugal e Italia.
Con Izquierda Socialista unidos al Frente de Izquierda, seguimos en la pelea por derrotar al gobierno de Milei y de construir una alternativa política de izquierda independiente. En la lucha por un verdadero cambio de fondo que logre un gobierno de las y los trabajadores y abra el camino del Socialismo en Argentina.
Gracias.
*Miguel Sorans, también miembro del Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FIT-U) y de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)