Por Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores, sección de la UIT-CI en República Dominican
A marchar el 27 de abril, desde la Plazoleta La Trinitaria en el Distrito Nacional, a las 9am
Nos sumamos a la marcha unitaria en conmemoración de la gran Revolución de Abril de 1965, en la que el pueblo armado luchó contra la derecha golpista y la invasión del imperialismo estadounidense. Marchamos 60 años después, en un contexto que reclama con urgencia la organización y movilización popular para resistir al avance de las políticas antidemocráticas, represivas, antiobreras, depredadoras del ambiente, misóginas y racistas del gobierno pro-yanqui de Luis Abinader. También marchamos ante la necesidad de enfrentar el avance del paramilitarismo neonazi, y a nivel internacional nos solidarizamos con los pueblos que resisten al imperialismo estadounidense, especialmente el heroico pueblo palestino.
La lucha contra el imperialismo yanqui y sus botas invasoras en 1965 marcó un punto de quiebre en la historia de la República Dominicana. En la lucha se unió el pueblo trabajador en armas, los sindicatos, las mujeres, las y los artistas e intelectuales, los comandos haitianos integrados por exiliados como el escritor Jacques Viau, los militares que voltearon sus armas contra sus jefes corruptos y reaccionarios. Esa unidad señaló la posibilidad de una República Dominicana diferente, más democrática, independiente, en la que se abría la posibilidad de avanzar hacia la libertad y el socialismo. Sin embargo, ese camino lo cerraron los imperialistas invasores y sus servidores locales, a sangre y fuego, lo que desembocó en la dictadura de Joaquín Balaguer a partir de 1966.
60 años después, hoy vivimos en un país dominado política y económicamente por Estados Unidos, con un gobierno perremeísta que entrega la soberanía a las grandes empresas megamineras como Barrick Gold, Gold Quest, Unigold y Cormidom; que entrega las tierras raras a los gringos y sigue atado al tratado DR-CAFTA; que niega el derecho a salud y educación pública y gratuita de calidad; que viola el derecho a la vida de las mujeres, el derecho a salarios dignos y a la libertad sindical. Vivimos en un régimen de apartheid que desnacionaliza a la población dominicana de ascendencia haitiana y persigue con saña y brutalidad a la comunidad trabajadora haitiana. En el plano internacional, el gobierno dominicano apoya incondicionalmente el gran crimen contra la humanidad de nuestros días, que es el genocidio sionista contra el pueblo palestino en Gaza.
El régimen dominicano superexplota al pueblo trabajador mientras ofrece enormes exenciones tributarias, de más de 300 mil millones de pesos el año pasado, a los grandes empresarios capitalistas. Es un régimen criminal que apoya y protege a grandes capitalistas, como el dueño de la discoteca Jet Set, mientras las fuerzas armadas y la Policía Nacional ejecutan jóvenes en los barrios todas las semanas y donde el paramilitarismo neonazi se reúne en turbas criminales para linchar a trabajadores negros. Es un régimen que incluso utiliza al autor de la sentencia racista 168-13, Milton Ray Guevara, para promover nuevas leyes racistas.
Abinader es heredero político de Joaquín Balaguer y los neonazis aspiran a ser los herederos de la Banda Colorá terrorista de la dictadura balaguerista. El gobierno apoya a Israel porque aspira a consolidar un régimen de opresión racial similar en pleno corazón del Caribe, condicionando racialmente los derechos sociales, económicos y políticos.
Marchamos el 27 de abril por la unidad de los sectores obreros y populares para enfrentar al movimiento paramilitar fascista y derrotarlo en las calles, para defender la dignidad y los derechos democráticos de toda la clase trabajadora, para enfrentar y derrotar el entramado opresivo y antidemocrático de este régimen, que gobierna desde hace cinco años por medio de un Estado de excepción de facto.
A nivel internacional, enfrentamos el peligro del gobierno del ultraderechista Donald Trump, que pretende reocupar el canal de Panamá, invadir Groenlandia, convertir Gaza en un parque de diversiones encima de una gigantesca fosa común, repartirse el mundo con las demás potencias imperialistas y mantener a la República Dominicana y a Haití bajo total subordinación.
Hoy más que nunca es necesario que el ejemplo de Abril, que es el de la revolución de 1965 y también el de la revuelta popular de 1984, lo transformemos en organización, movilización y resistencia contra este gobierno derechista brutal, para que vuelva a asomar la posibilidad de que el pueblo trabajador tome en sus manos su destino y avance hacia la liberación.
¡No a las políticas racistas y xenófobas de Trump y Abinader!
¡Fuera Barrick Gold, Gold Reserve, Unigold y Cormidom!
¡Cárcel para los empresarios y funcionarios culpables del desastre de Jet Set!
¡Abajo las quince medidas racistas de Abinader contra la comunidad trabajadora haitiana!
¡No a las deportaciones masivas, abajo el Estado de excepción!
¡Unidad y movilización contra el avance del fascismo!
¡No a la reforma laboral, libertad sindical ya!
¡Por el derecho a la vida y salud de todas las mujeres!
¡Fuera el imperialismo de República Dominicana, Haití y toda América Latina y el Caribe!