Por Miguel Angel Hernández, dirigente del PSL de Venezuela y de la UIT-CI
4/7/2025. Hace pocos días el diario israelí Haaretz publicó un reportaje titulado “Es un campo de exterminio”. El titular fue tomado de palabras de un soldado israelí entrevistado por el diario, que junto a otros, incluyendo oficiales, declararon que recibieron órdenes de disparar deliberadamente contra gazatíes desarmados que hacían filas para recibir ayuda humanitaria, incluso, sin que existiera ninguna amenaza inminente o cercana.
“Sabes que no está bien. Sientes que no está bien, que los comandantes aquí se están tomando la justicia por su mano. Pero Gaza es un universo paralelo” afirmo uno de los soldados entrevistados por el diario israelí. Otro dijo: “Donde estuve destinado, entre una y cinco personas morían a diario. Los tratan como una fuerza hostil: sin medidas de control de multitudes, sin gases lacrimógenos, solo el disparo de balas con todo lo imaginable: ametralladoras pesadas, lanzagranadas, morteros”.
Organizaciones no Gubernamentales exigen salida de la FHG de la Franja de Gaza
Casi simultáneamente con las declaraciones de los soldados israelíes, más de 170 organizaciones no gubernamentales que realizan labores humanitarias en Gaza, hicieron pública una declaración titulada: «Hambruna o disparos: esto no es una respuesta humanitaria», en la cual cuestionan a la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), organización privada apoyada por Estados Unidos e Israel, que desde mayo se ha encargado de distribuir comida a los gazatíes. En dicha declaración solicitan poner fin al programa de distribución de alimentos a cargo de la FHG. El comunicado fue firmado por organizaciones como Oxfam, Médicos Sin Fronteras, Amnistía Internacional y Save The Children, entre muchas otras.
El 18 de marzo Israel rompió unilateralmente el alto al fuego acordado con la resistencia palestina en enero. Desde días antes había cerrado todos los accesos a la franja de Gaza, sometiendo desde entonces a su población a un brutal bloqueo, que se extendió por dos meses, impidiendo el ingreso de alimentos, medicinas y combustible, con el objetivo deliberado de matar de hambre a los gazatíes, doblegar a la resistencia y avanzar en su plan estratégico de limpieza étnica para establecer el Gran Israel, idea avalada públicamente por el utraderechista Donald Trump.
En ese contexto, y ante las crecientes movilizaciones en todo el mundo, incluso en el propio Israel, así como la presión que hipócritamente comenzaron a ejercer varios gobiernos europeos, Estados Unidos e Israel acordaron crear un nuevo programa de distribución de la ayuda humanitaria, a cargo de una organización privada, la FHG, que operaría bajo el control del ejército israelí.
La FHG comenzó a realizar sus actividades el 26 de mayo, desde entonces los puntos de distribución de la ayuda se convirtieron en campos de muerte. 549 personas han sido asesinadas en dichos centros y más de 4000 han resultado heridas. Según la declaración de las organizaciones no gubernamentales, en más de la mitad de los ataques contra civiles en los sitios de distribución de comida, hubo niños heridos.
El documento de las ong´s afirma que los 400 puntos de distribución de ayuda que funcionaron durante el alto el fuego fueron reemplazados en el nuevo sistema respaldado por Israel y Estados Unidos por solo cuatro puntos de distribución controlados por el ejército israelí: tres en el extremo suroeste de Gaza y uno en el centro del enclave.
La exigencia de las ong´s y lo dicho por los soldados israelíes a Haaretz, no hacen más que ratificar lo que ya es del dominio público: Israel asesina deliberadamente a los palestinos que acuden a buscar alimentos a los centros de distribución de ayuda humanitaria. No son “errores” ni algo casual. Es una política consciente de exterminio del pueblo palestino en Gaza, que también se lleva a cabo, en menor proporción, en los territorios ocupados de Cisjordania.
Más de 100 mil muertos en la Franja de Gaza
Previamente los gazatíes habían sido sometidos a un brutal bloqueo que impedía el ingreso de alimentos y medicinas. Israel de esta forma utilizaba el hambre como arma de guerra. Todos estos son distintos medios para poner en práctica la limpieza étnica que ejecuta el sionismo en Palestina desde hace 77 años y que desde octubre de 2023 se ha recrudecido, expresándose en un verdadero genocidio, puesto en dramática evidencia en un reciente estudio, la primera investigación independiente sobre el número de muertos en Gaza, dirigido por Michel Spagat, del Royal Holloway College de la Universidad de Londres, según el cual el número de asesinados por Israel en Gaza sería mucho mayor a las cifras oficiales difundidas por Hamas.
Según este estudio desde octubre del 2023 a enero de este año habrían sido asesinadas más de 80 mil personas. Unos 75.200 palestinos y palestinas de forma directa y 8.540 de inanición y enfermedades relacionadas con la guerra. Es decir, uno de cada 4 palestinos habitantes de la Franja de Gaza. El mismo estudio estima que al día de hoy la cifra de asesinados ascendería a la barbaridad de 100 mil personas.
Seguimos impulsando la movilización mundial contra el genocidio
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI), seguimos dando todo nuestro apoyo al heroico pueblo palestino, y llamando a profundizar las movilizaciones en todo el mundo contra el genocidio y el intento del criminal Netanyahu de avanzar en la limpieza étnica que propugna su aliado el ultraderechista Donald Trump.
Los gobiernos y monarquías árabes y del medio oriente, salvo el régimen de los hutíes en Yemen, no hacen nada en respaldo a la lucha del pueblo palestino, se limitan a emitir tibias declaraciones, cuando deberían apoyar con armas y toda clase de recursos a las organizaciones de resistencia, así como romper toda relación con Israel.
Exigimos un inmediato alto el fuego, el retiro de todas las tropas israelíes y el respeto a la integridad de Gaza como parte de Palestina; así como también la inmediata liberación de todos los pasos fronterizos para garantizar el ingreso de alimentos, medicinas, combustibles y agua, y el restablecimiento inmediato de la energía eléctrica. Exigimos el retiro inmediato de las fuerzas israelíes de los Altos del Golán y de otras zonas de Siria. Rechazamos la ilegal detención y amenaza de deportaciones de activistas que defienden la libertad de Palestina y Gaza, como ha sucedido en los Estados Unidos, Alemania, Francia, Argentina y otros países. Ruptura de relaciones políticas diplomáticas, comerciales, culturales y académicas con Israel. Por una Palestina única, laica, democrática y no racista. ¡Palestina libre del río al mar!