Por Miguel Angel Hernández, dirigente del PSL de Venezuela y de la UIT-CI
14/7/2025. “Economía del genocidio”, así se titula el informe presentado el pasado 3 de julio por Francesca Albanese, relatora especial de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos Ocupados. En el mismo se devela la complicidad criminal con el genocidio en Gaza, por parte de numerosas empresas norteamericanas, israelíes y de otros países.
Estados Unidos sanciona a Francesca Albanese, autora del informe
El documento ha tenido un gran impacto mediático y en las redes sociales. Ante su publicación el gobierno ultraderechista de Donald Trump, así como el de Netanyahu, reaccionaron con particular virulencia.
Estados Unidos le impuso sanciones a Francesca Albanese, autora del informe. Acusándola de llevar a cabo una «campaña de guerra política y económica» contra Estados Unidos e Israel.
A tal efecto, el secretario de Estado, Marco Rubio, dijo a través de su cuenta en la red social X, que las medidas contra Albanese tienen lugar «por sus ilegítimos y vergonzosos esfuerzos para impulsar la acción del Tribunal Penal Internacional (TPI) contra funcionarios, empresas y ejecutivos estadounidenses e israelíes».
Grandes empresas financian el genocidio en Gaza
El nombre del informe hace alusión al apoyo económico de grandes empresas transnacionales y nacionales de Israel, involucradas en el financiamiento y sostenimiento material del genocidio que Israel ejecuta en Gaza, y en toda Palestina. En el mismo se presenta una lista de más de 60 empresas que apoyan el desarrollo de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados y las acciones militares en Gaza.
Entre las empresas se encuentran las transnacionales norteamericanas de las telecomunicaciones IBM y Microsoft, que se encargan de la recolección y almacenamiento de datos biométricos de los palestinos, y tecnología en prisiones y operaciones de los cuerpos de seguridad; Amazon y Google que ofrecen programas de gestión de grandes bases de datos para el “control de la población palestina”. Mientras que Palantir ha facilitado inteligencia artificial utilizada con fines militares.
Otra empresa que sostiene la agresión israelí en Gaza, específicamente en el área militar, es la estadounidense Lockheed Martin, que ha dotado a Israel de aviones de combate F-35. A ella se unen otras 1600 empresas del sector militar. También en el sector educativo y académico, Massachusetts Institute of Technology (MIT) o la FANUC Corporation, de Japón, han colaborado en el desarrollo de armas y tecnologías militares.
El programa Horizon Europe de la Comisión Europea, ha facilitando la colaboración con instituciones israelíes en distintas áreas.
En cuanto al transporte de armas, el informe menciona a la gran transnacional marítima Maersk. Igualmente empresas de maquinaria pesada como Caterpillar, Hyundai y Volvo, cuyos equipos han sido utilizados para demoler edificaciones, construir avenidas, calles y corredores de vigilancia. Estas empresas también habrían colaborado en la destrucción de tierras de cultivos y en la construcción de las colonias ilegales en territorios palestinos. En esta área también ha cooperado con Israel la española Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF). Y en el sector turístico Booking y Airbnb.
También se mencionan empresas en el sector de la energía como la suiza Glencore y la norteamericana Drummond, que han colaborado con carbón para el sistema eléctrico de Israel, así como también las petroleras BP y Chevron. En el sector financiero BNP Paribas, Barclays, Allianz, Blackrock, Vanguard; en el sector alimenticio, las firmas israelíes Tnuva y Netafim, propiedad de multinacionales de China y México, respectivamente. La también israelí de agua, Mekorot, que redujo en un 22 % el suministro del líquido a Gaza, como parte del brutal bloqueo al que Israel sometió a los gazatíes durante varios meses.
El informe exige rendición de cuentas a las empresas que colaboran con Israel
El informe concluye que no se trata de empresas aisladas, si no de todo un sistema, al que caracteriza como «la maquinaria corporativa que sustenta el proyecto israelí» en Palestina.
De acuerdo al informe, este entramado empresarial, el cual lucra con el genocidio, está plenamente consciente que está contribuyendo al “mantenimiento de la ocupación ilegal y a crímenes de apartheid y genocidio”. El documento agrega que “el sector corporativo ha contribuido a la creación de las condiciones para la limpieza étnica palestina».
Dejando en evidencia la máxima de que el “el capital no tiene patria ni corazón”. Lo único que le interesa a los capitalistas y grandes empresarios es la ganancia, sin importar las consecuencias para los pueblos.
El documento de la relatora especial de la ONU pide «que investiguen y procesen a los ejecutivos y/o entidades corporativas por su participación en la comisión de crímenes internacionales y el lavado de los ingresos provenientes de esos crímenes». Además exhorta a los gobiernos a «imponer sanciones y un embargo total de armas a Israel, incluidos todos los acuerdos existentes y artículos de doble uso, como tecnología y maquinaria pesada civil».
Albanese solicita además, «suspender o impedir todos los acuerdos comerciales y relaciones de inversión, e imponer sanciones, incluida la congelación de activos, a entidades e individuos involucrados en actividades que puedan poner en peligro a los palestinos» y «garantizar que las entidades corporativas se enfrenten a procedimientos legales por su participación en violaciones graves del derecho internacional».
A seguir impulsando la movilización mundial en apoyo al heroico pueblo palestino
Sabemos que la ONU es un organismo promovido y financiado por el imperialismo, incapaz de condenar efectivamente a Israel y castigar a los empresarios que han colaborado con el apartheid en toda Palestina y el genocidio en Gaza. No obstante, es importante reivindicar a la relatora independiente de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos ocupados, Francesca Albanese, que ha demostrado un compromiso inquebrantable con el pueblo palestino, enfrentando al sionismo y su intento de ejecutar una nueva limpieza étnica en Palestina. Albanese se une a las innumerables voces que se alzan desde distintos sectores contra el genocidio israelí en Gaza, y que patentizan el aislamiento creciente de Israel.
Pero también estamos conscientes que será la solidaridad internacional, y la movilización de todos los pueblos del mundo junto a la heroica resistencia palestina, la que derrotará al sionismo israelí, y posibilitará que se haga realidad la consigna que prevalece en todas las movilizaciones: “Palestina libre del río al mar”.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), seguimos dando todo nuestro apoyo al heroico pueblo palestino, como parte del gran movimiento mundial de solidaridad.
Exigimos un inmediato alto el fuego, el retiro de todas las tropas israelíes y el respeto a la integridad de Gaza como parte de Palestina; así como también la inmediata liberación de todos los pasos fronterizos para garantizar el ingreso de alimentos, medicinas, combustibles y agua, y el restablecimiento inmediato de la energía eléctrica. Exigimos el retiro inmediato de las fuerzas israelíes de los Altos del Golán y de otras zonas de Siria. Rechazamos la ilegal detención y amenaza de deportaciones de activistas que defienden la libertad de Palestina y Gaza, como ha sucedido en los Estados Unidos, Alemania, Francia, Argentina y otros países. Exigimos a todos los gobiernos que rompan relaciones políticas diplomáticas, comerciales, culturales y académicas con Israel, en especial a los regímenes árabes y del medio oriente, que poco han hecho por el pueblo palestino. ¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista!