Por Prensa UIT-CI
14/7/2025. Por su interés, compartimos con nuestros lectores este artículo publicado originalmente por Revista De Frente, sobre el Primer Congreso Judío Antisionista Anticolonial.
«Entre el 13 y el 15 de junio de 2025, se celebró en Viena el Primer Congreso Judío Antisionista Internacional, un evento histórico que congregó a más de 500 personas de los cinco continentes. No fue solo una conferencia, sino una afirmación política, espiritual y cultural: Israel no representa al judaísmo.»
Por: RDF
Por primera vez, cientos de judíos de todo el mundo se reunieron para desafiar abiertamente al Estado de Israel, reivindicar el antisionismo como expresión ética y moral del judaísmo, y solidarizarse con la resistencia palestina.
Entre el 13 y el 15 de junio de 2025, se celebró en Viena el Primer Congreso Judío Antisionista Internacional, un evento histórico que congregó a más de 500 personas de los cinco continentes. No fue solo una conferencia, sino una afirmación política, espiritual y cultural: Israel no representa al judaísmo.
Realizado sin banderas nacionales y con ramas de olivo decorando los salones, el congreso buscó, en palabras de una de sus organizadoras, «devolver al judaísmo su vocación universal de justicia», y poner fin a la identificación entre judaísmo y sionismo que Israel ha impulsado por décadas.
Ruptura histórica
El evento marcó el quiebre más significativo del monopolio sionista sobre la representación judía a nivel internacional. “Aquí nació Herzl, y aquí ha muerto su idea”, ironizó uno de los asistentes, haciendo referencia a la simbólica elección de Viena como sede.
Por primera vez, un foro internacional de judíos no solo negó la legitimidad de Israel para hablar en nombre del pueblo judío, sino que reclamó la suspensión de su membresía en la ONU y la UE, y la reactivación del boicot académico y cultural contra sus instituciones.
Entre los participantes hubo reconocidos académicos, rabinos jasídicos, jóvenes activistas, supervivientes del Holocausto y descendientes de familias perseguidas por el nazismo. Todos unidos bajo una consigna: “No en nuestro nombre”.
Declaración de Viena y justicia histórica
El congreso culminó con la aprobación de la Declaración de Viena, cuyo núcleo dice:
“Rechazamos la pretensión del sionismo de representar al judaísmo y condenamos el uso del judaísmo como herramienta de colonialismo, apartheid y genocidio contra el pueblo palestino.”
Una anciana de 91 años, sobreviviente de los campos nazis, cantó emocionada Mawtini en árabe, recordando que lo había hecho por primera vez durante la Naksa. “Jamás imaginé que un día lo cantaría contra Tel Aviv”, expresó con la voz quebrada.
El congreso expresó su apoyo explícito a la resistencia palestina en todas sus formas, la consideró una lucha legítima contra un sistema colonial racista, y exigió llevar a los dirigentes israelíes ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.
“Quien vivió el infierno del nazismo no puede guardar silencio ante lo que hace Israel hoy en Gaza”, dijo uno de los supervivientes. Otro participante propuso ampliar el concepto de crímenes internacionales para incluir el colonialismo y el bloqueo como prácticas sistemáticas de exterminio.
Un nuevo internacionalismo
El congreso no solo denunció al Estado de Israel, sino también la complicidad de las potencias occidentales. “Vergüenza, toda la vergüenza, para los gobiernos que reprimen la solidaridad con Palestina mientras justifican el genocidio”, se proclamó en la sesión de cierre.
Se condenó con firmeza a Estados Unidos por su respaldo incondicional a Tel Aviv, a Alemania por instrumentalizar el Holocausto, y a Francia y Austria por reprimir las movilizaciones propalestinas bajo el pretexto del antisemitismo.
En una de las sesiones más aplaudidas, un rabino ultraortodoxo tomó la palabra en árabe y exclamó: “Vosotros, pueblo de Gaza, sois más valientes que los hijos de Israel en tiempos del Faraón”.
La conclusión fue clara: liberar Palestina del río al mar, no mediante la farsa de los dos Estados, sino a través de un único Estado democrático para todos sus habitantes. Para eso, se propuso crear una coalición judío-palestina e internacional, y dar respaldo intelectual, moral y logístico a las campañas de boicot.
A continuación te compartimos e invitamos a firmar la declaración que emanó del encuentro
El mundo observa con horror el genocidio que se está desatando contra el pueblo palestino, perpetrado por el sionismo en colaboración con Occidente. Como judíos, es nuestra obligación actuar, ya que esto se hace en nuestro nombre. ¡Debemos unirnos a nuestros hermanos y hermanas palestinos en su hora más oscura y trabajar por la descolonización de Palestina!
Los judíos y las personas de ascendencia judía de todo el mundo –aquellos a quienes el Estado sionista pretende representar– se están uniendo para declarar su oposición inquebrantable al sionismo.
Desde el Primer Congreso Sionista hace más de un siglo, los líderes sionistas han afirmado hablar en nombre de todo el judaísmo mundial, manteniendo así a los judíos y al judaísmo como rehenes del sionismo, mientras intentan constantemente silenciar nuestra oposición y pisotear la integridad espiritual de la religión judía. La tradición, la historia y la cultura judías se oponen rotundamente al genocidio.
La impresionante historia de la resistencia judía al sionismo es tan larga como el sionismo: incluyó comunidades religiosas judías así como movimientos seculares de ascendencia judía, y la vehemente oposición judía a la creación del Estado sionista desde dentro de la propia Palestina.
El sionismo es un crimen contra el judaísmo y el pueblo indígena de Palestina, y nos comprometemos a erradicarlo. A lo largo de los años, se ha demostrado que el sionismo, en lugar de proteger a los judíos, se convirtió en un gran peligro al cometer actos atroces en nombre de los judíos y del judaísmo. El sionismo reivindica la supremacía de los judíos y, por lo tanto, adopta plenamente el supuesto racista inherente al antisemitismo que insiste en la «otredad» de los judíos.
La entidad colonial sionista niega incluso los derechos más básicos a los palestinos. El sionismo es responsable del colonialismo, el apartheid, la limpieza étnica y el genocidio en Cisjordania y Gaza durante más de ocho décadas. Catorce millones de palestinos en todo el mundo son sus víctimas directas. Ante las atrocidades que comete, decimos firmemente: «¡No en nuestro nombre!». ¡Nos comprometemos a acabar con el sionismo y a la descolonización de Palestina junto con nuestros aliados palestinos!
Ante todo, el sionismo es un crimen contra la humanidad. Dedicados al juramento de los supervivientes del campo de concentración de Mauthausen, transmitido hasta nosotros como testimonio de resistencia contra el nazifascismo, seguimos su legado universal y reiteramos su mensaje:
La permanencia en el campamento, durante años, ha reforzado en nosotros la comprensión del valor de la hermandad entre los pueblos de todas las naciones. Fieles a estos ideales, hacemos un juramento solemne de continuar luchando, firmes y unidos, contra el imperialismo y contra la instigación al odio entre los pueblos.
¡Juntos uniremos fuerzas en el primer Congreso Antisionista Judío y unidos nos uniremos a los palestinos para liberar Palestina y construir una sociedad justa e igualitaria!
¡El judaísmo no es sionismo!