Por Miguel Ángel Hernández /dirigente del PSL y la UIT-CI)
20/10/2025. El pasado sábado se llevaron a cabo unas 2700 movilizaciones en los Estados Unidos. Más de 7 millones de estadounidenses marcharon en las principales ciudades y pequeñas localidades de los 50 estados del país, en la mayor movilización contra el ultraderechista Donald Trump desde que asumiera su segundo mandato el pasado mes de enero.
Estas nuevas protestas muestran la profunda crisis del imperialismo norteamericano y el repudio generalizado a la política de Trump tanto dentro de Estados Unidos, con un aumento de los despidos y la aceleración de la inflación, así como en contra de su política en Palestina de apoyo incondicional al genocida Netanyahu.
Esta es la segunda gran protesta No Kings (Sin Reyes), la cual fue precedida de una realizada en junio en la que se movilizaron unos 5 millones de estadounidenses, y la tercera gran protesta nacional en lo que va del año, contra la deriva autoritaria de Trump y la creciente violación a las libertades democráticas por parte de su gobierno.
Hubo grandes concentraciones con miles de participantes en Nueva York (Times Square y Manhattan), Washington, Chicago (Gran Park), Los Angeles, Atlanta, Filadelfia y Phoenix, entre otras ciudades, así como concentraciones y piquetes en numerosas pequeñas poblaciones como Austin (Texas), Omaha, (Nebraska), Portland (Oregon), El Paso (Texas), Bremerton (Washington).
La protesta fue convocada por una coalición de más de 300 organizaciones estudiantiles, sindicales y de derechos civiles, entre las que se encuentran Indivisible, MoveOn, el Movimiento 50501, State Voices, la American Federation of Teachers y la American Civil Liberties Union (ACLU, por sus siglas en inglés).
Los objetivos centrales de las protestas fueron rechazar el autoritarismo y los abusos de poder por parte de Trump y su gobierno, esto se expresó en la consigna “Sin tronos, sin coronas, sin reyes”; el repudio a los ataques a los derechos civiles y libertades democráticas, los ataques a la prensa y a los opositores políticos; contra la política migratoria racista que ha intensificado las redadas y deportaciones contra inmigrantes, a través del Servicio de Inmigración de Aduanas (ICE, en inglés); contra los recortes en la atención médica, especialmente en el programa Medicaid, así como también el aumento del costo de la vida.
Otra de las motivaciones de las protestas fue el rechazo al despliegue militar y otras fuerzas federales en ciudades estadounidenses como Washington, Los Angeles y Memphis, lo cual Trump también intentó sin éxito en Chicago y Portland, donde fue bloqueado por decisiones judiciales.
Desde los primeros meses del segundo mandato de Trump, el pueblo trabajador norteamericano ha venido enfrentando en las calles las medidas antiobreras y antipopulares tomadas por su gobierno. El pasado mes de abril el Movimiento 50501 convocó una protesta nacional con 1.200 manifestaciones en todo el país, con la consigna Hands Off (manos fuera), en rechazo a la política de recortes y despidos en oficinas federales promovida por Trump.
El 14 de junio fue la primera gran protesta nacional No Kings, coincidiendo con el cumpleaños de Trump, quien ese día convocó a un inédito desfile militar en la capital estadounidense.
Mientras que en julio se produjeron fuertes protestas en Los Angeles contra las violentas redadas ejecutadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, como parte de la política migratoria racista de Trump.
Con su movilización masiva y permanente, el pueblo norteamericano ha venido marcando el camino para derrotar el ajuste de Trump, los despidos en instancias federales, los recortes en salud y educación, el creciente autoritarismo y su política reaccionaria y racista contra los inmigrantes.
Las masivas marchas y concentraciones del pasado sábado evidencian la disposición del pueblo trabajador estadounidense de enfrentar en las calles al ultraderechista inquilino de la Casa Blanca.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI), expresamos nuestro total respaldo a estas grandes movilizaciones populares en Estados Unidos, rechazando las tendencias autoritarias y antidemocráticas, así como los recortes sociales y la persecución a los migrantes.
El pueblo trabajador de Estados Unidos debe seguir apostando a la movilización masiva para derrotar al ultraderechista Trump, mientras avanza en la unidad de las y los revolucionarios para levantar una alternativa política socialista y revolucionaria en ese país, con el objetivo de que gobiernen los trabajadores y el pueblo pobre, y de sepultar al sistema capitalista que solo genera hambre, miseria y destrucción en Estados Unidos y en todo el mundo.