Declaración de la Corriente Socialista de las y los Trabajadores (CST), sección brasileña de la UIT-CI. 29/10/2025
1- La masacre de las favelas de Alemão y Penha, del estado de Rio de Janeiro, con más de 130 asesinatos, forma parte de la política del gobernador bolsonarista Claudio Castro, del estado de Rio, que pretende mantener el genocidio de la época colonial y la dictadura militar. La extrema derecha quiere imponer su proyecto a través de balas, rifles y botas policiales, repitiendo los ocurrido en Eldorado dos Carajás, Corumbiara, Vigário Geral, Candelária y, más recientemente, Jacarezinho y Baixada Santista. Es la «ley y el orden» de las ejecuciones sumarias con disparos en la nuca, puñaladas por la espalda y degüellos. Utilizan el discurso fallido de «lucha contra el crimen y las drogas» para atemorizar a los trabajadores y a la juventud negra, demostrando su servicio a la burguesía y cohesionar al electorado conservador.
2- La masacre ocurrió al mismo tiempo que Trump ataca la soberanía brasileña y lleva a cabo acciones militares contra Venezuela y Colombia con el argumento de «combatir las drogas», lo cual repudiamos; al mismo tiempo que Netanyahu rompe el alto el fuego en Gaza, contra lo cual luchamos. Las técnicas militares de la policía militar son importadas del aparato nazi de Israel. No hay diálogo con esta extrema derecha. Tenemos que enfrentarlos a través de la organización y la lucha unificada en las calles.
3- El gobierno de Lula, el Frente Amplio del PT, el PCdoB, REDE y el PSOL, no es eficaz contra la extrema derecha. Pronuncia discursos correctos, pero hasta ahora no ha convocado ninguna manifestación. Las palabras no bastan. Hay que actuar: poner fin a las operaciones policiales y revocar la ley de drogas. El gobierno del PT de Jerônimo Rodrigues, en Bahía, tiene una de las policías militares más asesinas del país. El gobierno de Lula trata de «dialogar» con el genocida Claudio Castro, a través del ministro Ricardo Lewandowski. Esto es fruto de la política de conciliación de clases del gobierno de Lula y el PT con los patrones, la Faria Lima (un importante distrito financiero de São Paulo), sectores reaccionarios como Mucio y pactos conservadores con los gobernadores.
4- El gobernador Claudio Castro se esconde tras el discurso de la lucha contra «el crimen» y las «drogas», una gran falacia para instaurar el miedo en la población de las favelas, ya que los militares que controlan los territorios, los grandes barones del tráfico de armas y drogas, conviven muy bien con los gobiernos y financian los proyectos electorales de los principales partidos de Río de Janeiro y de la actual república de los ricos. Los que se benefician del negocio capitalista que alimenta las fortunas de los multimillonarios cariocas y de Faria Lima. No en vano, recientemente el diputado estatal Thiago Raimundo dos Santos Silva, conocido como TH Joias, del MDB —diputado de la base del gobierno de Castro— fue detenido por su implicación en el tráfico de drogas, la corrupción y el lavado de dinero, y se sospecha que el diputado tiene vínculos con el Comando Vermelho. Lo que confirma que los verdaderos delincuentes están en el poder: en el palacio de Laranjeiras, en la ALERJ. Y nunca podemos olvidar que el exjefe de la Policía Civil de Río de Janeiro es uno de los artífices del asesinato de Mariela Franco. Durante décadas, la guerra contra las drogas en Río de Janeiro ha servido de pretexto para aplicar una política de genocidio y encarcelamiento masivo contra la población marginada, y en especial contra la juventud negra. El discurso del gobernador intenta ocultar que no es capaz de dar respuesta a los problemas de la población trabajadora: el desempleo, la falta de vivienda, la crisis de la sanidad pública, la seguridad pública y la educación. Solo con políticas sociales puede mejorar la situación de la clase trabajadora. La lucha contra las mafias, los megatraficantes de armas y los cárteles del narcotráfico debe llevarse a cabo mediante el refuerzo de la vigilancia, las acciones de inteligencia y una mejor preparación para hacer frente y castigar a estas bandas, cuyas ramificaciones se encuentran dentro del palacio Laranjeiras, la ALERJ, el ayuntamiento, la cámara de concejales, los tribunales, la policía militar y la policía civil y el Congreso Nacional.
5- No podemos aceptar que la «guerra contra las drogas» asesine a niños, jóvenes, mujeres y personas negras. Tampoco podemos aceptar «operaciones» que invaden las casas de los barrios marginales aterrorizando a la población. La estrategia prohibicionista basada en la represión no resuelve nada y genera más problemas: significa el encarcelamiento y el exterminio de la juventud de las favelas. Todo esto se agravó con la Ley de Drogas a nivel federal, sancionada en 2006 por los gobiernos del PT y refrendada por la Suprema Corte de Justicia en febrero de 2025, cuando reajustó la ADPF de las favelas, que en la práctica confiere a la propia policía la función de definir la magnitud de la fuerza empleada en las operaciones. Defendemos la legalización de las drogas, al igual que ocurre con el alcohol y el tabaco. Esto significa reconocer el uso de estas sustancias, con fines medicinales o recreativos, sin necesidad de represión policial. Tratar la dependencia de las sustancias psicotrópicas como parte de la salud pública. Una medida eficaz para acabar con el mercado paralelo que alimenta los beneficios de las empresas capitalistas del tráfico, cuyos beneficios multimillonarios financian a los políticos tradicionales.
5.1– Defendemos las políticas de reducción de daños del Sistema Único de Salud (SUS). Una política que aborda el consumo de drogas y sus efectos desde una lógica humanizada. Al minimizar los daños relacionados con el consumo de drogas, para aquellos que no quieren o no pueden dejar de consumir en un primer momento, la reducción de daños fomenta la autonomía y la inclusión social. A diferencia de la reducción de daños, el modelo de abstinencia y prohibicionista implica una concepción moralista y de criminalización de las drogas, que desarrolla el genocidio de la «guerra contra las drogas». La verdadera guerra es contra la población negra que sufre masacres como las de Alemão y Penha.
6- Es necesario responder de manera unificada en las calles. La autoorganización que permitió recuperar e identificar a las personas ejecutadas en Serra da Misericórdia, exponer violaciones de los derechos humanos como se hizo en Vigário Geral, fue un primer paso importante. La indignación popular durante la retirada de los cuerpos en Penha y hacer eco del legendario Rap de Cidinho y Doca, fue otro paso positivo. La manifestación en Penha, con la pancarta «Claudio Castro, asesino terrorista», es otra prueba de ello. La fuerza obrera, popular y democrática se vio en las manifestaciones del 21 de septiembre. La lucha impuso el fin de la PEC de la delincuencia y garantizó la aprobación de la exención del impuesto sobre la renta hasta 5 mil reales. Fue el resultado de la unidad de la CUT y la CTB; el MTST y la UNE; el PSOL, el PT y el PCdoB; y, sobre todo, del compromiso de artistas como Caetano, Gil, Chico, Djavan, Paulinho da Viola, Chico Cesar, Duda Beat, Daniela Mercury, Fernanda Takai, Nanda Costa, Djonga y DonL. Es urgente retomar esta articulación para repudiar el genocidio de Alemão y Penha. Defendemos una amplia unidad a través de la Coalición Negra por los Derechos, MNU, UNEAFRO, asociaciones de vecinos de las favelas y movimientos de derechos humanos. Por eso nos sumamos a las acciones en el Buraco do Lume hoy, 29 de octubre, y a las reuniones para organizar movilizaciones en Río de Janeiro y a nivel nacional. En São Paulo nos sumamos al acto convocado de manera unificada por el movimiento negro el 31/10, a las 18h, en el MASP. Debemos repetir la unidad del 21 de septiembre: ¡jornada de luchas contra las matanzas policiales y el genocidio contra el pueblo negro!
7- La CST defiende:
- a) ¡El fin de la militarización y las operaciones policiales en las favelas! ¡Castigo para los responsables civiles y militares! ¡El fin de la política genocida de Claudio Castro y otros gobernadores! ¡Fuera Claudio Castro!
- b) ¡Una investigación independiente de los asesinatos y las violaciones de los derechos humanos! Comisión de residentes, asociaciones, movimientos negros, sindicatos y la OAB (Organización de Abogados de Brasil)
- c) ¡El fin de la Policía Militar, la Policía Civil, la Policía Federal de Carreteras y el desmantelamiento del aparato represivo!
- d) ¡Cárcel y confiscación de los bienes de todos los implicados en el intento de golpe de Estado del 8 de julio! ¡Castigo a los altos mandos militares de 1964 y del 8 de julio! Expropiación de las empresas que financiaron el 8 de julio.
- e) ¡Contra el prohibicionismo y la represión militar, por la legalización de las drogas!
- f) Exigimos al gobierno de Lula:
– ¡Medida provisional que prohíba la militarización de las favelas y todas las operaciones policiales en los suburbios! ¡Revocación de la ley de drogas! ¡Legalización de las drogas!
– Ruptura de relaciones con los nazis de Israel. Prohibición del uso de técnicas y armas israelíes en el territorio nacional.
– Aplicar la ley de reciprocidad contra EE. UU. y sus multinacionales. Repudiar la agresión a la soberanía venezolana y colombiana.
Corriente Socialista de las y los Trabajadores (CST), sección brasileña de la UIT-CI
29/10/2025

































